Cómo la movilidad influye en la propagación de virus respiratorios
Un estudio revela la conexión entre el movimiento humano y los patrones de transmisión de virus respiratorios.
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Tabla de contenidos
A principios de 2020, muchos países empezaron a usar medidas de salud para frenar la propagación del COVID-19. Estas medidas incluían quedarse en casa, limitar reuniones, cerrar escuelas y negocios, y prohibir viajes. Estas acciones ayudaron no solo a reducir los casos de COVID-19, sino también a evitar que otros Virus respiratorios se propagaran tanto. Muchos de estos virus no aparecieron de nuevo hasta finales de 2020 o 2021, justo cuando la gente empezó a socializar más.
Durante la pandemia, los datos de los teléfonos móviles se volvieron cruciales para rastrear cómo se movía la gente y cómo esto afectaba la propagación del COVID-19. Los investigadores usaron esta información para modelar cómo se propagó el COVID-19 y para evaluar la efectividad de las medidas de salud. Sin embargo, no muchos estudios se fijaron en cómo los cambios en los movimientos de las personas afectaron la propagación de otros virus respiratorios durante este tiempo. Definimos los virus respiratorios "Endémicos" como aquellos que circulan regularmente en la población y tienen tasas de infección estables.
Al inicio de la pandemia, la gente no estuvo muy expuesta a estos virus endémicos. Esta falta de exposición significó que muchas personas se volvieron más susceptibles a ellos, lo que podría llevar a brotes más grandes más adelante. Entender cómo los movimientos de las personas se relacionan con la propagación de estos virus es clave para predecir futuros brotes, especialmente porque los brotes simultáneos de diferentes virus pueden abrumar a los sistemas de salud.
En este estudio, usamos datos de salud detallados y datos de ubicación móvil para ver las conexiones entre el comportamiento de la gente y cómo 17 virus respiratorios comunes se propagaron en el área de Seattle desde 2018 hasta 2022. Estos virus incluyen COVID-19, varios tipos de gripe, virus respiratorio sincitial (VRS) y varios coronavirus.
Resumen del Estudio
Esta investigación utiliza datos del Estudio de Gripe de Seattle (SFS), iniciado a finales de 2018, para reconocer y controlar mejor situaciones epidémicas y pandémicas. El SFS reunió datos de salud extensos al hacer pruebas sistemáticas de hisopos nasales para muchos virus respiratorios en hospitales y en la comunidad. El estudio cubre datos recolectados desde noviembre de 2018 hasta junio de 2022, que incluye muestras de individuos enfermos y sanos en el área de Seattle.
En total, se evaluaron 138,060 muestras para hasta 26 virus, y nos enfocamos en 80,846 muestras, que provinieron de personas con síntomas. De estas, una parte significativa se recogió en hospitales y la mayoría fue de sitios de pruebas comunitarias, como clínicas y quioscos de pruebas.
Durante cuatro años, alrededor del 40.6% de las muestras dieron positivo por al menos un virus respiratorio. Antes de que empezaran las medidas de salud por COVID-19 en marzo de 2020, los patógenos más comunes eran varios tipos de gripe. Después de que comenzaron esas medidas, el COVID-19 se convirtió en el virus más prevalente detectado.
Creamos conteos diarios para COVID-19 y otros virus endémicos, teniendo en cuenta cuántas pruebas se hicieron, la edad de los individuos, dónde fueron probados y cuántas personas reportaban enfermedades respiratorias. Aunque nuestro estudio probó muchos virus, nos concentramos en 17 virus que tuvieron suficientes muestras positivas durante el periodo de estudio.
Movilidad y Comportamiento
Tendencias dePara investigar cómo los cambios en el comportamiento y los movimientos de las personas influyeron en la propagación de estos virus, usamos datos de dispositivos móviles junto con nuestros datos de vigilancia de salud. Estos datos incluían información sobre con qué frecuencia la gente visitaba diferentes lugares, como escuelas, restaurantes y centros de salud.
Nos enfocamos en eventos clave en Seattle, como una gran tormenta de nieve en febrero de 2019, la declaración de Estado de Emergencia por COVID-19 a finales de febrero de 2020, y las órdenes de quedarse en casa que empezaron en marzo de 2020.
La gran tormenta de nieve en febrero de 2019 resultó en muchos cierres y limitaciones de movimiento. Este cambio drástico en el comportamiento humano llevó a caídas notables en la circulación de varios virus respiratorios. Después de la tormenta, vimos reducciones significativas en la Transmisión de virus como el VRS y el adenovirus, ya que menos personas se movían y se reunían en espacios públicos.
Cuando empezaron las restricciones por COVID-19, hubo una caída inmediata y sustancial en la movilidad. El movimiento a lugares como restaurantes y escuelas disminuyó drásticamente, y la gente empezó a quedarse en casa mucho más. Esto llevó a una disminución notable en las tasas de transmisión de varios patógenos respiratorios.
A medida que las restricciones se relajaron y la gente comenzó a moverse más libremente, observamos recuperaciones en ciertos virus. La propagación del hRV y AdV comenzó a aumentar rápidamente de nuevo en junio de 2020, justo después de que muchos negocios reabrieran. Este rápido rebote indica cuán estrechamente está relacionado el movimiento con la transmisión de virus.
Impacto de las Restricciones por COVID-19
La llegada del COVID-19 cambió la forma en que entendimos la propagación de virus respiratorios. A medida que ocurrió la primera ola de COVID-19, las medidas de salud pública llevaron a una caída significativa en los casos de todos los virus respiratorios. Esta caída no había sido vista hasta finales de febrero de 2020.
En marzo, a medida que las restricciones se intensificaron, las tasas de transmisión de virus endémicos cayeron significativamente. Además, las medidas de confinamiento tuvieron un efecto duradero en cómo circularon los virus. Incluso cuando se levantaron las restricciones, el resurgimiento de los virus endémicos no fue uniforme. Algunos virus empezaron a circular nuevamente más rápido que otros, lo que fue influenciado por el comportamiento humano.
Las escuelas comenzaron a hacer educación remota, reduciendo las tasas de contacto entre los niños y afectando cómo virus como la gripe y el VRS volvieron a circular. La larga ausencia de estos virus llevó a una población ingenua que era más susceptible cuando regresaron, permitiendo brotes más significativos de lo que se esperaría normalmente.
Datos de Vigilancia y Hallazgos Clave
Nuestro estudio combinó varias fuentes de datos para analizar el comportamiento de los virus respiratorios en relación con la movilidad humana. A través de vigilancia continua y análisis detallados, pudimos observar la dinámica de múltiples virus durante el periodo de pandemia.
Los hallazgos clave incluyen:
La movilidad predice la transmisión viral: Observamos que los cambios en la movilidad humana estaban estrechamente asociados con el aumento y la caída de la transmisión de virus respiratorios. El alto tráfico peatonal en escuelas, centros de cuidado infantil y otros espacios públicos estaba frecuentemente vinculado a tasas de transmisión más altas.
Impacto de la tormenta de nieve: La tormenta de nieve en febrero de 2019 vio disminuciones significativas en la transmisión de virus, mostrando cómo cambios repentinos en el comportamiento podrían tener efectos inmediatos en la propagación de enfermedades.
Medidas de salud por COVID-19: Las restricciones por COVID-19 llevaron a una disminución notable en la propagación de otros virus respiratorios, demostrando que el distanciamiento social y otras medidas pueden reducir efectivamente la transmisión general.
Resurgimiento retrasado: El rebote de ciertos virus ocurrió mucho más tarde de lo esperado, posiblemente debido a que la gente estuvo menos expuesta o por cambios de comportamiento más amplios, como la reducción de viajes y reuniones.
Patrones de resurgimiento: Los virus no envueltos, como hRV y AdV, mostraron rebotes más rápidos en comparación con los virus envueltos, probablemente debido a su capacidad de sobrevivir más tiempo en el ambiente y persistir en la población.
Cambios de comportamiento durante las olas de pandemia: Durante diferentes olas de COVID-19, las relaciones entre movilidad y la transmisión de SARS-CoV-2 variaron según las características del virus y el comportamiento del público en respuesta a esas características.
Deuda de inmunidad: La falta prolongada de exposición a virus endémicos típicos puede haber llevado a una situación en la que muchas personas tenían una inmunidad debilitada, lo que resultó en brotes más grandes cuando estos virus regresaron.
Implicaciones futuras: A medida que el SARS-CoV-2 sigue volviéndose más endémico, la dinámica de movilidad y comportamiento podría cambiar de manera similar a la que vemos con otros virus respiratorios establecidos.
Conclusión
La relación entre la movilidad y la dinámica de los virus respiratorios es crucial para entender cómo ocurren los brotes y cómo gestionar las respuestas de salud pública. Nuestro estudio demostró que los movimientos y comportamientos de las personas juegan un papel significativo en la transmisión del virus, particularmente durante períodos de cambio drástico.
Al mirar hacia el futuro, es esencial monitorear las tendencias de movilidad y sus impactos en los virus respiratorios, especialmente a medida que las sociedades continúan navegando la convivencia con el COVID-19 y otros virus endémicos. Al usar datos de dispositivos móviles junto con métodos tradicionales de vigilancia de salud, podemos obtener información valiosa sobre cómo mitigar futuros brotes y proteger la salud pública.
Título: Human mobility impacts the transmission of common respiratory viruses: A modeling study of the Seattle metropolitan area
Resumen: Many studies have used mobile device location data to model SARS-CoV-2 dynamics, yet relationships between mobility behavior and endemic respiratory pathogens are less understood. We studied the impacts of human mobility on the transmission of SARS-CoV-2 and 16 endemic viruses in Seattle over a 4-year period, 2018-2022. Before 2020, school-related foot traffic and large-scale population movements preceded seasonal outbreaks of endemic viruses. Pathogen circulation dropped substantially after the initiation of stay-at-home orders in March 2020. During this period, mobility was a positive, leading indicator of transmission of all endemic viruses and lagged SARS-CoV-2 activity. Mobility was briefly predictive of SARS-CoV-2 transmission when restrictions relaxed in summer 2020 but associations weakened in subsequent waves. The rebound of endemic viruses was heterogeneously timed but exhibited stronger relationships with mobility than SARS-CoV-2. Mobility is most predictive of respiratory virus transmission during periods of dramatic behavioral change, and, to a lesser extent, at the beginning of epidemic waves. Teaser: Human mobility patterns predict the transmission dynamics of common respiratory viruses in pre- and post-pandemic years.
Autores: Amanda C. Perofsky, C. Hansen, R. Burstein, S. Boyle, R. Prentice, C. Marshall, D. Reinhart, B. Capodanno, M. Truong, K. Schwabe-Fry, K. Kuchta, B. Pfau, Z. Acker, J. Lee, T. R. Sibley, E. McDermot, L. Rodriguez-Salas, J. Stone, L. Gamboa, P. D. Han, A. Adler, A. Waghmare, M. L. Jackson, M. Famulare, J. Shendure, T. Bedford, H. Y. Chu, J. A. Englund, L. M. Starita, C. Viboud
Última actualización: 2023-11-01 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2023.10.31.23297868
Fuente PDF: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2023.10.31.23297868.full.pdf
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