Impacto del Imatinib en Pacientes con COVID-19: Revisión de un Ensayo
El juicio Solidarity Finland evalúa la efectividad del imatinib en el tratamiento del COVID-19.
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Tabla de contenidos
La pandemia de COVID-19 ha sido un gran problema de salud en todo el mundo, afectando a millones de personas y resultando en más de siete millones de muertes hasta principios de 2024. La mayoría de las personas infectadas con el virus experimentan síntomas leves, pero al principio de la pandemia, muchos enfrentaron enfermedades graves y muertes. Los esfuerzos para encontrar Tratamientos efectivos han involucrado numerosos estudios centrados principalmente en medicamentos antivirales y moduladores del sistema inmunológico.
Varios medicamentos han mostrado algo de promesa para reducir las tasas de mortalidad entre los pacientes Hospitalizados por COVID-19. Entre ellos están la dexametasona, remdesivir, baricitinib y tocilizumab. Sin embargo, ninguno de estos medicamentos ha tenido un impacto significativo, lo que llevó a los investigadores a buscar nuevas opciones.
Un medicamento que ha llamado la atención es el Imatinib, que normalmente se usa para tratar ciertos tipos de cáncer. Los estudios sugirieron que el imatinib podría ayudar a mejorar la función pulmonar y disminuir la acumulación de líquido en los pulmones de pacientes con lesión pulmonar aguda. Un ensayo en 2021 encontró que un pequeño número de pacientes tratados con imatinib tenía una mortalidad menor que aquellos que no recibieron el medicamento, pero estudios adicionales han producido resultados mixtos.
El ensayo Solidarity Finland
Para investigar más sobre los efectos del imatinib en pacientes con COVID-19, se inició el ensayo Solidarity Finland en colaboración con la Organización Mundial de la Salud. Este ensayo analiza tanto los efectos a corto plazo durante las estancias hospitalarias como los impactos en la salud a largo plazo, incluyendo la recuperación y los síntomas del COVID prolongado.
El estudio se llevó a cabo en 15 hospitales de Finlandia desde agosto de 2021 hasta marzo de 2023. Se asignaron al azar pacientes adultos que estaban hospitalizados con COVID-19 confirmado para recibir ya sea el tratamiento estándar o el tratamiento estándar combinado con imatinib.
Los participantes debían cumplir ciertos criterios para ser incluidos en el estudio. Tenían que ser mayores de 18 años y tener un caso confirmado del virus. También tenían que tener síntomas y no podían estar en proceso de ser transferidos a otro hospital. Se excluyó a los pacientes que tenían condiciones preexistentes graves u otros problemas de salud agudos.
El ensayo fue aprobado por las autoridades correspondientes y siguió directrices éticas para la investigación médica. Los datos se recopilaron utilizando software en línea, y las asignaciones aleatorias aseguraron que los participantes recibieran ya sea atención estándar o imatinib.
Tratamiento y procedimientos de seguimiento
Los pacientes que recibieron imatinib tomaron 400 mg del medicamento por vía oral desde el momento en que fueron aleatorizados hasta que fueron dados de alta o durante un máximo de 14 días si permanecieron en el hospital.
Durante la estancia hospitalaria, los investigadores registraron varios resultados, incluida la mortalidad general dentro de los 30 días, la duración de la estancia hospitalaria y la necesidad de soporte de oxígeno. Después del alta, se realizaron evaluaciones de seguimiento a un año, revisando cuántos pacientes habían muerto, su estado de recuperación y la calidad de vida en general.
El seguimiento también encuestó a los pacientes sobre cualquier síntoma persistente asociado con el COVID prolongado, que se refiere a problemas de salud continuos tras la infección por COVID-19. Se utilizaron diversas herramientas durante esta evaluación, incluidos cuestionarios traducidos a varios idiomas para garantizar la inclusividad.
Resultados del estudio
El ensayo Solidarity Finland inscribió a 156 pacientes durante su ejecución. Más de la mitad recibió imatinib, mientras que otros solo recibieron el tratamiento estándar. Los investigadores monitorearon de cerca las tasas de supervivencia y las respuestas al tratamiento.
Al marcar los 30 días, los datos mostraron que seis pacientes en el grupo de imatinib habían muerto en comparación con tres en el grupo de atención estándar. La diferencia en las tasas de mortalidad no indicó un beneficio claro del imatinib. Durante un seguimiento de un año, 11 pacientes del grupo de imatinib murieron, mientras que seis del grupo de atención estándar.
La mayoría de los pacientes informaron que su calidad de vida y niveles de recuperación eran bastante similares, independientemente de si recibieron imatinib o solo el tratamiento estándar. Una porción notable de pacientes reportó síntomas comúnmente vinculados al COVID prolongado, como fatiga, problemas de sueño y problemas de memoria.
Revisión sistemática y direcciones futuras
Como parte del ensayo, los investigadores realizaron una revisión sistemática de estudios anteriores que evaluaban el impacto del imatinib en pacientes con COVID-19. Los resultados de estos ensayos anteriores, cuando se combinan con los datos del ensayo Solidarity Finland, aumentaron las dudas sobre la efectividad del imatinib para reducir la mortalidad o mejorar la recuperación entre pacientes hospitalizados.
Este estudio es significativo ya que es uno de los pocos ensayos en ofrecer seguimiento a largo plazo en pacientes tratados por COVID-19. Enfatiza la importancia de investigar no solo los resultados a corto plazo, sino también los impactos a más largo plazo del COVID-19 en la salud.
Sin embargo, el ensayo tiene limitaciones, incluida una menor muestra, lo que puede afectar la fiabilidad de sus hallazgos. Además, el enmascaramiento-es decir, mantener a los participantes del estudio sin conocimiento de si recibieron el tratamiento o el control-no se implementó completamente, lo que podría influir en los resultados, especialmente para resultados subjetivos como la recuperación y los síntomas.
Conclusiones clave
El ensayo Solidarity Finland buscaba determinar los efectos del imatinib en pacientes hospitalizados por COVID-19. No encontró beneficios significativos en la reducción de las tasas de mortalidad, mejora de la recuperación o alivio de los síntomas del COVID prolongado en comparación con la atención estándar.
Un número considerable de participantes reportó problemas continuos relacionados con su infección por COVID-19 mucho después de su tratamiento inicial. Los hallazgos subrayan la necesidad de continuar investigando tratamientos farmacológicos efectivos y sus impactos a largo plazo en la salud.
Los estudios futuros deberían considerar grupos de pacientes más grandes y metodologías más robustas para evaluar mejor los tratamientos para el COVID-19. Entender el alcance completo del impacto del COVID-19 en los pacientes, tanto en términos de atención inmediata como de recuperación a largo plazo, sigue siendo un área crítica de investigación tras la pandemia.
Título: Short- and long-term effects of imatinib in patients hospitalised for COVID-19 infection: A randomised controlled trial
Resumen: We report the short- and long-term results of the SOLIDARITY Finland on mortality and other patient-important outcomes in patients hospitalised for COVID-19. Between 08/2021 and 03/2023, we randomised 156 patients in 15 hospitals. In the imatinib group, 7.2% of patients had died at 30 days and 13.3% at 1 year and in the standard of care group 4.1% and 8.3% (adjusted HR at 30 days 1.09, 95% CI 0.23-5.07). In a meta-analysis of randomised trials of imatinib versus standard of care (n=732), allocation to imatinib was associated with a mortality risk ratio of 0.73 (95% CI 0.32-1.63). At 1-year, self-reported recovery occurred in 79.0% in imatinib and in 88.3% in standard of care (RR 0.91, 95% CI 0.78-1.06). Of the 21 potential long COVID symptoms, patients often reported moderate or major bother from fatigue (24%), sleeping problems (19%) and memory difficulties (17%). We found no convincing difference between imatinib and standard of care groups in quality of life or symptom outcomes. The evidence raises serious doubts regarding the benefit of imatinib in reducing mortality, improving recovery, and preventing potential long COVID symptoms when given to patients hospitalised for COVID-19.
Autores: Kari A. O. Tikkinen, A. L. E. Halme, S. Laakkonen, J. Rutanen, O. P. O. Nevalainen, M. Sinisalo, S. Horstia, J. M. J. Mustonen, N. Pourjamal, A. Vanhanen, Solidarity Finland Investigators, T. Rosberg, A. Renner, M. Perola, E.-L. Paukkeri, R.-L. Patovirta, S. Parkkila, J. Paajanen, T. Nykanen, J. Mantyla, M. Myllarniemi, T. Mattila, M. Leinonen, A. Kulmasu, P. Kuutti, I. Kuitunen, H.-R. Kreivi, T. P. Kilpelainen, H. Kauma, I. E. J. Kalliala, P. Jarvinen, R. Hankkio, T. Hammaren, T. Feuth, H. Ansakorpi, R. Ala-Karvia, G. H. Guyatt
Última actualización: 2024-02-06 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2024.02.02.24302227
Fuente PDF: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2024.02.02.24302227.full.pdf
Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/
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