Factores Ambientales en la Severidad del COVID-19
Examinando cómo el clima y la contaminación del aire influyen en los resultados del COVID-19.
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Tabla de contenidos
La pandemia de COVID-19 ha llevado a un número significativo de infecciones y muertes en todo el mundo. Varios factores ambientales, como el clima y la calidad del aire, pueden influir en cuán severa se vuelve la enfermedad. Comprender cómo estos factores afectan a las personas en diferentes etapas de la infección podría ayudar a crear estrategias para reducir las muertes relacionadas con COVID-19. Sin embargo, muchos de estos efectos todavía no se conocen completamente.
Condiciones Climáticas y COVID-19
Estudios han mostrado que las condiciones climáticas, especialmente la temperatura y la humedad, pueden estar relacionadas con las muertes por COVID-19. El clima más frío puede ayudar al virus a sobrevivir y propagarse de manera más efectiva, lo que lleva a niveles más altos de virus en individuos infectados. Esta carga viral más alta se ha conectado a casos más severos de COVID-19. Además, condiciones climáticas extremas pueden afectar la respuesta inmune del cuerpo. Reacciones inmunes hiperactivas, como las tormentas de citoquinas, pueden llevar a complicaciones serias para los infectados.
Las respuestas inmunes son esenciales en cómo el cuerpo lucha contra las infecciones, y su actividad puede depender de la temperatura. La investigación sugiere que las defensas inmunes del cuerpo generalmente comienzan a responder al virus después del período de incubación. Por lo tanto, cómo las personas se ven afectadas por las condiciones climáticas una vez que aparecen los síntomas puede impactar significativamente la capacidad del cuerpo para combatir el virus.
El Papel de la Luz Solar
La luz solar también puede ser un factor de riesgo potencial para las muertes por COVID-19. Algunos estudios han indicado que niveles más bajos de Vitamina D están relacionados con un mayor riesgo de infección severa. La luz solar ayuda a producir vitamina D, que puede jugar un papel en reducir la severidad de COVID-19. La mayoría de los beneficios de la exposición a la luz solar probablemente ocurren temprano en la infección, aunque los estudios no han mostrado claramente cómo la exposición a la luz solar en diferentes etapas de la infección afecta la mortalidad por COVID-19.
Impacto de la Contaminación del aire
La contaminación del aire es otro factor ambiental que puede afectar la propagación y severidad de COVID-19. Contaminantes como el monóxido de carbono, el dióxido de nitrógeno y las partículas pueden empeorar condiciones respiratorias crónicas, haciendo más difícil que las personas combatan las infecciones. La contaminación del aire también puede llevar partículas virales en el aire, aumentando el riesgo de transmisión. Entender cómo la contaminación del aire afecta las muertes por COVID-19, especialmente después del período de incubación, es crucial para manejar la pandemia.
COVID-19 en el Reino Unido
Hasta el 31 de mayo de 2020, el Reino Unido reportó el segundo número más alto de muertes por COVID-19 en el mundo. El gobierno implementó estrictas medidas de distanciamiento social el 26 de marzo de 2020, para reducir la propagación del virus. Políticas similares se adoptaron en los otros países del Reino Unido unos días después. El confinamiento comenzó a relajarse el 13 de mayo de 2020, pero los datos sugerían que Inglaterra soportó el mayor impacto de la pandemia a finales de mayo.
Objetivos de la Investigación
Este estudio tuvo como objetivo identificar factores de riesgo ambiental específicos relacionados con el clima y la contaminación del aire y cuantificar sus impactos en la probabilidad de muerte por COVID-19 en varias etapas de la infección. Los investigadores utilizaron modelos estadísticos para evaluar cómo estos factores ambientales influyen en las tasas de mortalidad a lo largo de la enfermedad. Los resultados pueden ayudar a guiar medidas efectivas para prevenir casos severos de la enfermedad.
Recolección de Datos
Se recopilaron datos epidemiológicos sobre casos y muertes por COVID-19 de una fuente pública. El estudio se centró en la propagación temprana del virus en el Reino Unido, específicamente entre el 26 de marzo de 2020 y el 12 de mayo de 2020. Durante este tiempo, las medidas de confinamiento fueron consistentes en diferentes regiones, lo que ayudó a mantener la estabilidad en los datos.
Los datos meteorológicos se recopilaron de varias estaciones meteorológicas en el Reino Unido, mientras que los datos de calidad del aire se obtuvieron de agencias ambientales. Los puntos de datos faltantes se completaron utilizando promedios de días anteriores.
Tasas de Mortalidad Estimadas
Para estimar cuántos casos confirmados de COVID-19 resultaron en muerte, los investigadores calcularon lo que se conoce como la tasa de letalidad instantánea (iCFR). Miraron las líneas de tiempo de la infección, incluyendo el período de incubación y el tiempo que tomó que un caso confirmado resultara en muerte. Este ajuste ayuda a tener en cuenta los tiempos de reporte y proporciona una imagen más clara de cuán severo puede ser COVID-19.
Modelando los Efectos Ambientales
Los investigadores emplearon modelos estadísticos avanzados para analizar los impactos del clima y la contaminación del aire en el iCFR. Consideraron cómo diferentes factores, como la temperatura y la calidad del aire, cambiaron a lo largo del tiempo y cómo estos cambios correspondieron a las tasas de mortalidad por COVID-19.
El mejor modelo fue elegido según qué tan bien predijo los resultados y su capacidad para ajustarse a los datos observados. Este modelo luego fue validado usándolo para predecir resultados en un período posterior cuando surgieron nuevas variantes del virus.
Hallazgos sobre la Temperatura
El estudio encontró que las Temperaturas más bajas aumentaron significativamente el riesgo de muerte por COVID-19. En particular, las temperaturas entre 8-11°C después del período de incubación correspondieron a un mayor riesgo de muerte. Sin embargo, cuando las temperaturas bajaron de 8°C, el riesgo de muerte fue más bajo. Esto podría estar relacionado con cómo las temperaturas más frías afectan las respuestas inmunes en individuos infectados.
Efectos de la Exposición a la Luz Solar
La exposición a la luz solar también mostró una relación compleja con la mortalidad por COVID-19. La exposición a la luz solar fue beneficiosa durante el período de incubación, pero después de que aparecieron los síntomas, la exposición prolongada a la luz solar parecía aumentar el riesgo de muerte. Específicamente, la exposición a la luz solar de más de 11-13 horas dos días después del inicio de los síntomas se asoció con un mayor riesgo. Este hallazgo resalta la importancia del tiempo para la exposición a la luz solar en relación con la progresión de la infección.
Impacto de la Contaminación del Aire
El estudio reveló que los niveles de PM2.5 tuvieron un efecto significativo en las tasas de mortalidad alrededor del momento del inicio de síntomas. Niveles más altos de PM2.5 aumentaron el riesgo de muerte, especialmente cuando los niveles de contaminantes estaban por encima de 15 μg/m3. Esta conexión enfatiza la necesidad de un aire más limpio, particularmente durante la pandemia cuando la salud respiratoria es crucial.
Implicaciones para la Salud Pública
Los hallazgos sugieren que ciertas condiciones ambientales pueden influir significativamente en la severidad de COVID-19. Por lo tanto, se deberían tomar diferentes medidas dependiendo de la etapa de infección. Por ejemplo, durante el período de incubación, aumentar la exposición a la luz solar puede ser beneficioso, mientras que después de que aparecen los síntomas, reducir la exposición a la luz solar podría ayudar a disminuir el riesgo de resultados severos.
Recomendaciones para Medidas Preventivas
Dado los hallazgos, varias recomendaciones podrían ayudar a reducir la severidad de COVID-19. Las personas infectadas deberían centrarse en mantener condiciones ambientales óptimas en casa o en instalaciones de aislamiento. Durante el período de incubación, aumentar la exposición a la luz solar puede proporcionar beneficios protectores, mientras que después de que comienzan los síntomas, minimizar la exposición a la luz solar podría ser prudente.
Además, prestar atención a la calidad del aire también puede jugar un papel en prevenir casos severos de COVID-19. Monitorear y reducir la contaminación del aire podría ayudar a disminuir los riesgos asociados con este virus.
Conclusión
La investigación continua sobre cómo los factores ambientales afectan la mortalidad por COVID-19 es crítica. Aunque las relaciones identificadas proporcionan información valiosa, se necesitan más estudios para aclarar cómo estas variables interactúan con la progresión de la enfermedad. Entender estas conexiones puede ayudar a los responsables de políticas de salud pública a crear pautas efectivas para proteger a individuos y comunidades de resultados severos relacionados con COVID-19.
Adaptando estrategias según la etapa de infección y las condiciones ambientales, podría ser posible reducir el riesgo de muertes asociadas con COVID-19, lo que en última instancia llevaría a mejores resultados de salud durante esta pandemia.
Título: Association between PM2.5 air pollution, temperature, and sunlight during different infectious stages with the case fatality of COVID-19 in the United Kingdom: a modeling study
Resumen: Although the relationship between the environmental factors such as weather conditions and air pollution and COVID-19 case fatality rate (CFR) has been found, the impacts of these factors to which infected cases are exposed at different infectious stages (e.g., virus exposure time, incubation period, and at or after symptom onset) are still unknown. Understanding this link can help reduce mortality rates. During the first wave of COVID-19 in the United Kingdom (UK), the CFR varied widely between and among the four countries of the UK, allowing such differential impacts to be assessed. We developed a generalized linear mixed-effect model combined with distributed lag nonlinear models to estimate the odds ratio of the weather factors (i.e., temperature, sunlight, relative humidity, and rainfall) and air pollution (i.e., ozone, NO2, SO2, CO, PM10 and PM2.5) using data between March 26, 2020 and May 12, 2020 in the UK. After retrospectively time adjusted CFR was estimated using back-projection technique, the stepwise model selection method was used to choose the best model based on Akaike information criteria (AIC) and the closeness between the predicted and observed values of CFR. We found that the low temperature (8-11{degrees}C), prolonged sunlight duration (11-13hours) and increased PM2.5 (11-18 g/m3) after the incubation period posed a greater risk of death (measured by odds ratio (OR)) than the earlier infectious stages. The risk reached its maximum level when the low temperature occurred one day after (OR = 1.76; 95% CI: 1.10-2.81), prolonged sunlight duration 2-3 days after (OR = 1.50; 95% CI: 1.03-2.18) and increased P.M2.5 at the onset of symptom (OR =1.72; 95% CI: 1.30-2.26). In contrast, prolonged sunlight duration showed a protective effect during the incubation period or earlier. After reopening, many COVID-19 cases will be identified after their symptoms appear. The findings highlight the importance of designing different preventive measures against severe illness or death considering the time before and after symptom onset.
Autores: M. Pear Hossain, W. Zhou, M. Y. T. Leung, H.-Y. Yuan
Última actualización: 2023-04-09 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2023.04.07.23288300
Fuente PDF: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2023.04.07.23288300.full.pdf
Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/
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