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Cómo los químicos del cerebro afectan el control de los impulsos

Un estudio revela la conexión entre la norepinefrina, la acetilcolina y la gestión de impulsos.

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Durante las reuniones familiares, a veces podemos contener nuestros pensamientos en medio de discusiones intensas. De manera similar, en los deportes, los jugadores pueden resistir la tentación de golpear un lanzamiento malo. Estos comportamientos destacan una habilidad esencial que todos tenemos: la capacidad de controlar nuestros impulsos para alcanzar metas específicas. Esta habilidad, conocida como Control Inhibitorio, es vital tanto para humanos como para animales.

El Papel del Control Inhibitorio

El control inhibitorio nos ayuda a manejar nuestras reacciones inmediatas, permitiéndonos esperar momentos más apropiados para actuar. Por ejemplo, si alguien siente la necesidad de hablar durante un desacuerdo en la cena, ejercer el control inhibitorio les permite hacer una pausa y considerar la situación. La Impulsividad, o actuar demasiado rápido sin pensar, puede llevar a consecuencias negativas en varios aspectos de la vida, incluyendo la salud mental.

Impulsividad y Salud Mental

La impulsividad es un rasgo complejo presente en muchos trastornos de salud mental, como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), abuso de sustancias y trastorno de personalidad antisocial. Por lo general, surge cuando las personas tienen dificultades para controlar sus impulsos. Un creciente cuerpo de investigaciones muestra que la corteza prefrontal, una región del cerebro responsable de la toma de decisiones y el control de impulsos, juega un papel importante en el manejo del comportamiento impulsivo.

Química Cerebral e Impulsividad

Dos neurotransmisores clave, Norepinefrina (NE) y Acetilcolina (ACh), son cruciales para la función cerebral, incluyendo el control inhibitorio. La norepinefrina, a menudo asociada con la excitación y la alerta, se libera de áreas específicas del cerebro. Cuando el cerebro está relajado o enfocado, estos neurotransmisores influyen en nuestras funciones cognitivas.

Las investigaciones muestran que la liberación de NE está estrechamente relacionada con el control de impulsos. Por ejemplo, los medicamentos que aumentan los niveles de dopamina han tratado efectivamente la impulsividad en pacientes con TDAH. Sin embargo, los científicos están empezando a entender que ACh también juega un papel en la regulación del control de impulsos.

El Estudio de NE y ACh en Acción

Para entender mejor cómo estos neurotransmisores interactúan durante acciones impulsivas, los investigadores realizaron un experimento donde midieron los niveles de NE y ACh en ratones a través de sensores especializados. Los ratones fueron entrenados para realizar una tarea que requería suprimir su comportamiento de lamido cuando se les daba una señal de audio.

Durante la tarea, los investigadores encontraron que los niveles de NE y ACh en la corteza prefrontal estaban dinámicamente vinculados. Cuando los ratones inhibieron con éxito su lamido en respuesta a la señal, las señales de NE y ACh estaban sincronizadas. Esto significaba que ambos neurotransmisores estaban funcionando en conjunto, lo que se cree que es importante para controlar los impulsos.

La Importancia de la Sincronización de Fase

La sincronización de fase se refiere a la relación temporal entre las señales de NE y ACh. El estudio mostró que esta sincronización cambiaba según si los ratones tenían éxito o fracasaban en inhibir su lamido. Cuando los animales tenían éxito, las señales estaban alineadas, sugiriendo una conexión robusta entre los dos neurotransmisores.

Curiosamente, cuando los investigadores inhibieron químicamente las neuronas responsables de liberar NE, la sincronización entre las señales de NE y ACh disminuyó. Este hallazgo sugirió que la relación entre los dos neurotransmisores es crucial para un control inhibitorio efectivo.

Tamaño de la Pupila y Actividad Cerebral

Para investigar más la conexión entre la actividad cerebral y el rendimiento conductual, los investigadores también midieron el tamaño de la pupila en los ratones. El tamaño de la pupila se utiliza a menudo como un indicador indirecto de compromiso cognitivo y niveles de excitación. Descubrieron que las fluctuaciones en el tamaño de la pupila estaban positivamente correlacionadas con los niveles de NE y ACh.

Durante las pruebas donde los ratones lucharon por ejercer el control inhibitorio, el tamaño de la pupila tendía a aumentar antes de que actuaran de manera impulsiva. Este hallazgo sugiere que los cambios en el tamaño de la pupila podrían ser útiles para entender el estado del cerebro durante momentos de control de impulsos.

Tareas Conductuales y Aprendizaje

Los investigadores diseñaron una tarea conductual para evaluar cuán bien los ratones podían controlar sus impulsos. Al principio, los ratones lamían libremente agua azucarada. Con el tiempo, aprendieron a suprimir su lamido cuando escucharon una señal auditiva, condicionando su comportamiento. Este proceso de aprendizaje indica que el control inhibitorio se puede mejorar con la práctica.

La tarea involucró dos tipos de pruebas: las exitosas, donde los ratones se abstuvieron de lamer, y las fallidas, donde lamieron durante la señal de inhibición. Al analizar el rendimiento de los ratones, los investigadores pudieron investigar la actividad cerebral y los niveles de neurotransmisores relacionados con las pruebas exitosas y fallidas.

Resultados del Estudio

Como se esperaba, los ratones demostraron una curva de aprendizaje durante la tarea, con el número de pruebas exitosas aumentando con el tiempo. Al observar las señales de neurotransmisores por separado durante estas pruebas, los investigadores encontraron que mientras los niveles de NE estaban relacionados con el inicio del tono de inhibición, los niveles de ACh aumentaron drásticamente después. Esto indicaba que ambos neurotransmisores reaccionaban de manera diferente durante la tarea, contribuyendo a la capacidad de los ratones para controlar sus impulsos.

El estudio también reveló que los niveles generales de NE y ACh no eran indicadores confiables de si los ratones tendrían éxito o fracaso en su comportamiento. En cambio, la sincronización de fase entre los dos neurotransmisores fue un signo más revelador de sus habilidades de control cognitivo.

Profundizando: Actividad de Población en el Cerebro

Además de medir los niveles de neurotransmisores, los investigadores examinaron la actividad de neuronas específicas en la corteza prefrontal. Se centraron en registrar datos de una variedad de neuronas para ver cómo se comportaban durante la tarea. Algunas neuronas aumentaron su tasa de disparo antes de una acción exitosa, mientras que otras mostraron menos actividad durante fracasos impulsivos.

Curiosamente, cuando los investigadores manipularon el sistema de NE en los ratones, el disparo general de las neuronas también cambió. Esto sugirió que el sistema de NE tenía un efecto directo en la forma en que las neuronas se comunicaban y funcionaban durante momentos de impulsividad.

Diferentes Regiones Cerebrales e Impulsividad

Los hallazgos resaltaron que la interacción entre NE y ACh era más fuerte en la corteza prefrontal. Sin embargo, los investigadores querían saber si esta relación se mantenía en otras áreas del cerebro, como la corteza parietal y el tálamo. En estas regiones, la dinámica de NE y ACh no mostraba los mismos patrones relevantes conductualmente que se observaron en la corteza prefrontal.

Esta discrepancia sugiere que los mecanismos del control de impulsos pueden diferir según el área cerebral específica involucrada. Comprender estas diferencias podría llevar a nuevos conocimientos sobre cómo diversas regiones cerebrales contribuyen al comportamiento impulsivo.

Dinámicas de la Pupila y Resultados Conductuales

Como análisis final, los investigadores examinaron la relación entre la dinámica del tamaño de la pupila y la sincronización de fase de NE/ACh durante la tarea de control de inhibición. Encontraron que la relación de fase entre estos neurotransmisores y las fluctuaciones de la pupila variaba según las regiones cerebrales.

En la corteza prefrontal, la relación era fuerte durante las pruebas fallidas pero más débil durante las exitosas, reforzando la idea de que la forma en que el cerebro regula los impulsos puede impactar significativamente los resultados conductuales. Estos resultados también sugieren la complejidad de las interacciones entre diferentes sistemas de neurotransmisores y sus efectos en el comportamiento.

Conclusión

Este estudio proporciona valiosos conocimientos sobre cómo la norepinefrina y la acetilcolina trabajan juntas para permitir el control inhibitorio. La sincronización de estas señales de neurotransmisores es crucial para manejar acciones impulsivas. Al entender estos procesos, los investigadores pueden explorar mejor tratamientos potenciales para condiciones asociadas con la impulsividad, como el TDAH y otros trastornos de control de impulsos.

Los hallazgos abren caminos para investigaciones futuras que profundicen en la interacción de los neurotransmisores y cómo contribuyen tanto a comportamientos dañinos como beneficiosos. Explorar estas conexiones podría llevar a nuevas estrategias para mejorar el control cognitivo y reducir la impulsividad en individuos que luchan con trastornos relacionados.

Fuente original

Título: Phase synchrony between prefrontal noradrenergic and cholinergic signals indexes inhibitory control

Resumen: Inhibitory control is a critical executive function that allows animals to suppress their impulsive behavior in order to achieve certain goals or avoid punishment. We investigated norepinephrine (NE) and acetylcholine (ACh) dynamics and population neuronal activity in the prefrontal cortex during inhibitory control. Using fluorescent sensors to measure extracellular levels of NE and ACh, we simultaneously recorded the dynamics of prefrontal NE and ACh in mice performing an inhibitory control task. The prefrontal NE and ACh signals exhibited strong coherence at 0.4-0.8 Hz. Chemogenetic inhibition of locus coeruleus (LC) neurons that project to the basal forebrain region reduced inhibitory control performance to chance levels. However, this manipulation did not diminish the difference in NE/ACh signals between successful and failed trials; instead, it abolished the difference in NE-ACh phase synchrony between the successful and failed trials, indicating that NE-ACh phase synchrony is a task-relevant neuromodulatory feature. Chemogenetic inhibition of cholinergic neurons that project to the LC region did not impair the inhibitory control performance, nor did it abolish the difference in NE-ACh phase synchrony between successful or failed trials, further confirming the relevance of NE-ACh phase synchrony to inhibitory control. To understand the possible effect of NE-ACh synchrony on prefrontal population activity, we employed Neuropixels to record from the prefrontal cortex with and without inhibiting LC neurons that project to the basal forebrain during inhibitory control. The LC inhibition reduced the number of prefrontal neurons encoding inhibitory control. Demixed principal component analysis (dPCA) further revealed that population firing patterns representing inhibitory control were impaired by the LC inhibition. Disparities in NE-ACh phase synchrony relevant to inhibitory control occurred only in the prefrontal cortex, but not in the parietal cortex, somatosensory cortex, and the somatosensory thalamus. Taken together, these findings suggest that the LC modulates inhibitory control through its collective effect with cholinergic systems on population activity in the prefrontal cortex. Our results further revealed that NE-ACh phase synchrony is a critical neuromodulatory feature with important implications for cognitive control.

Autores: Qi Wang, Y. Liu, Y. Nong, J. Feng, G. Li, P. Sajda, Y. Li

Última actualización: 2024-05-17 00:00:00

Idioma: English

Fuente URL: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2024.05.17.594562

Fuente PDF: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2024.05.17.594562.full.pdf

Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/

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