El Calentamiento Atmosférico de Urano y Neptuno
Examinando el sorprendente calor en las frías atmósferas de Urano y Neptuno.
― 9 minilectura
Tabla de contenidos
- Observaciones de la Voyager 2
- Fuentes de Calor en la Atmósfera
- Balance Energético y Variaciones Estacionales
- Mediciones de Temperatura
- La Estratosfera de Urano y Neptuno
- El Desafío de la "Crisis Energética"
- El Papel del Modelo Radiativo-Convectivo Estacional
- Analizando las Temperaturas Estratosféricas
- Investigando Aerosoles y Nubes
- Impacto de la Conductividad Termosférica
- Comparación con Modelos Anteriores
- Cambios de Temperatura Estacionales y Latitudinales
- Observaciones y Estudios Futuros
- Fuente original
Urano y Neptuno son dos planetas helados en nuestro sistema solar, conocidos por sus temperaturas frías y condiciones atmosféricas únicas. Los científicos han estado tratando de entender la calidez que se observa en sus atmósferas, especialmente desde que la sonda Voyager 2 proporcionó datos valiosos durante su sobrevuelo. Este artículo explora las fuentes de calor en las atmósferas de ambos planetas y cómo estas fuentes afectan sus cambios estacionales.
Observaciones de la Voyager 2
La sonda Voyager 2 hizo observaciones importantes de Urano y Neptuno a finales de los años 80. Estas observaciones revelaron que las estratosferas de ambos planetas eran más cálidas de lo que se pensaba. Curiosamente, no se han detectado cambios estacionales significativos en la atmósfera superior de Urano desde que la Voyager pasó, mientras que Neptuno mostró algunas variaciones de temperatura notables.
Fuentes de Calor en la Atmósfera
Los científicos están investigando diferentes fuentes de calor que podrían explicar las temperaturas inesperadamente cálidas en las atmósferas de Urano y Neptuno. El enfoque está en tres hipótesis principales que podrían contribuir a este calentamiento:
- Capas de aerosol: Son pequeñas partículas suspendidas en la atmósfera que pueden dispersar y absorber la luz solar.
- Niveles más altos de metano: El metano, un gas que se encuentra en las atmósferas de ambos planetas, podría estar presente en cantidades mayores de lo que se creía anteriormente.
- Conducción termosférica: Este es el traslado de calor desde la atmósfera superior cálida hacia las capas más frías abajo.
A través de modelado, los investigadores encontraron que, aunque las capas de aerosol podrían proporcionar suficiente calor para Urano, no tenían el mismo efecto en Neptuno. Aumentar la cantidad de metano podría ayudar a calentar ambos planetas, pero los niveles necesarios son más altos de lo que sugieren las observaciones actuales. La adición de conducción termosférica por sí sola no podría explicar el calentamiento en la estratosfera de ninguno de los planetas.
Balance Energético y Variaciones Estacionales
Urano y Neptuno están ubicados lejos del Sol, recibiendo muy poca luz solar. La cantidad de luz solar que reciben es significativamente menor que la que recibe la Tierra. Esta baja disponibilidad de energía ha llevado a un complejo balance energético en sus atmósferas.
Urano recibe alrededor de 3.69 vatios por metro cuadrado de energía solar, mientras que Neptuno obtiene aproximadamente 1.51 vatios por metro cuadrado. Ambos planetas tienen un albedo alto, lo que significa que reflejan una gran parte de la luz solar que les llega. Como resultado, la energía real absorbida por sus atmósferas es mucho menor que la energía recibida.
En promedio, Urano absorbe alrededor de 0.64 vatios por metro cuadrado, y Neptuno solo alrededor de 0.27 vatios por metro cuadrado. Curiosamente, Neptuno emite más energía de regreso al espacio en comparación con lo que absorbe del Sol, mientras que Urano tiene una salida de energía más equilibrada.
Ambos planetas tienen períodos orbitales largos, tardando 84 años y 165 años en completar una órbita alrededor del Sol, respectivamente. Se esperan variaciones estacionales en Neptuno debido a su inclinación. En contraste, la inclinación de Urano es extrema, lo que significa que recibe más luz solar en sus polos que en su ecuador. Esta configuración única causa cambios estacionales inusuales.
Mediciones de Temperatura
Medir las temperaturas en las atmósferas de Urano y Neptuno es un reto debido a su distancia y bajos niveles de radiación infrarroja emitida. Los datos de temperatura más fiables provienen del sobrevuelo de la Voyager 2.
La sonda proporcionó perfiles de temperatura unidimensionales para Urano y Neptuno durante diferentes estaciones. A 1000 hPa, las temperaturas se midieron alrededor de 76 K para Urano y 71 K para Neptuno. Estas lecturas de temperatura fueron confirmadas por mediciones posteriores de varios observatorios espaciales.
Se observó una tropopausa particularmente fría, el límite entre la troposfera y la estratosfera, alrededor de 53 K para Urano y 52 K para Neptuno. Esta temperatura fría significativa plantea la cuestión de si el metano podría condensarse en las atmósferas de ambos planetas.
La Estratosfera de Urano y Neptuno
La estratosfera de ambos planetas también se ha investigado en términos de temperatura. Las mediciones de radioocultación de la Voyager 2 indicaron temperaturas alrededor de 80 K a 1 hPa para Urano y aproximadamente 125 K para Neptuno a la misma altura. Sin embargo, se hizo evidente que los modelos anteriores no estaban reflejando con precisión las temperaturas observadas.
Los modelos anteriores sugerían que las estratosferas deberían experimentar cambios estacionales, sin embargo, no se han observado efectos estacionales significativos en Urano. En contraste, Neptuno ha mostrado cambios de temperatura notables, particularmente relacionados con la actividad solar o las ondas inerciales-gravíticas.
El Desafío de la "Crisis Energética"
El término "crisis energética" se refiere a las discrepancias observadas entre las temperaturas observadas y las predicciones de los modelos para las atmósferas de ambos planetas. Los modelos radiativos-convectivos actuales han tenido dificultades para reproducir las temperaturas cálidas observadas.
El desafío principal radica en reconciliar las temperaturas observadas con la energía que proviene del Sol. Muchos modelos no han logrado tener en cuenta fuentes adicionales de calor necesarias para calentar adecuadamente las estratosferas.
El Papel del Modelo Radiativo-Convectivo Estacional
Para abordar la crisis energética, los científicos han desarrollado un modelo radiativo-convectivo estacional específicamente para los gigantes helados. Este modelo toma en cuenta las condiciones atmosféricas únicas de Urano y Neptuno y busca replicar su estructura térmica y variabilidad estacional.
El modelo incorpora niveles de presión y la contribución esperada de diferentes gases, incluyendo metano. En términos de variabilidad estacional, considera las diferencias significativas en la oblicuidad de los dos planetas y los efectos subsecuentes en la radiación.
Analizando las Temperaturas Estratosféricas
Usando el modelo radiativo-convectivo estacional, los investigadores han simulado perfiles de temperatura para Urano y Neptuno. Los resultados indican que las temperaturas estratosféricas difieren significativamente entre los dos planetas, siendo Neptuno generalmente más cálido a pesar de su mayor distancia del Sol.
Las abundancias de metano en la estratosfera juegan un papel crucial. Los modelos sugieren que mientras aumentar los niveles de metano podría ayudar a calentar a Urano, el mismo enfoque para Neptuno no es efectivo debido a las altas cantidades de metano presentes ya.
Investigando Aerosoles y Nubes
Además del metano, se cree que los aerosoles y las capas de nubes contribuyen al calentamiento de la estratosfera. Varios estudios han sugerido que la estructura vertical de estos aerosoles necesita estar bien definida para entender mejor sus efectos.
Para Urano, se propone que podría existir una capa ópticamente delgada de aerosoles por encima del nivel de condensación de metano. Esta capa delgada podría jugar un papel en dispersar y absorber energía solar, resultando en un efecto de calentamiento.
En Neptuno, se espera una estructura similar, aunque los detalles siguen siendo poco claros. La complejidad de las estructuras de niebla y nubes presenta desafíos para modelar con precisión sus efectos en las temperaturas atmosféricas.
Impacto de la Conductividad Termosférica
La conducción termosférica, que se relaciona con el transporte de calor desde la atmósfera superior hacia abajo, se ha evaluado como una posible fuente de calentamiento. Se encontró que las termosferas de Urano y Neptuno son más cálidas de lo esperado con base en el calentamiento solar solo.
Sin embargo, mientras que la conducción termosférica parece calentar efectivamente la estratosfera superior de Urano, su impacto en Neptuno sigue siendo menos significativo. Esto sugiere que podrían ser necesarias fuentes de calor adicionales para comprender completamente la dinámica térmica de la estratosfera de Neptuno.
Comparación con Modelos Anteriores
Múltiples modelos radiativo-convectivos han intentado predecir las estructuras térmicas de Urano y Neptuno. Sin embargo, muchos de estos modelos han luchado por lograr resultados consistentes con las observaciones.
Los modelos anteriores generalmente predecían variaciones de temperatura estacionales y no lograron capturar con precisión los perfiles de temperatura observados. En contraste, estudios recientes han utilizado observaciones de la Voyager 2 y técnicas modernas para lograr mejores resultados.
Cambios de Temperatura Estacionales y Latitudinales
En las simulaciones realizadas para ambos planetas, se observaron variaciones estacionales y latitudinales distintas. Para Urano, se predijo que las máximas diferencias de temperatura ocurrirían durante los equinoccios, mientras que Neptuno exhibió un contraste estacional mayor debido a sus niveles más altos de metano.
Curiosamente, los cambios en la temperatura en la estratosfera de Urano han permanecido relativamente invariables desde el sobrevuelo de la Voyager, mientras que Neptuno ha mostrado fluctuaciones significativas. Estas diferencias subrayan el impacto de la dinámica atmosférica en los perfiles de temperatura.
Observaciones y Estudios Futuros
Se espera que futuras observaciones del Telescopio Espacial James Webb (JWST) proporcionen más información sobre las estructuras térmicas de Urano y Neptuno. Estas observaciones probablemente se centrarán en examinar las propiedades físicas de la niebla y las nubes, y caracterizar aún más la distribución de temperatura en sus atmósferas.
Conclusión
Las atmósferas de Urano y Neptuno presentan desafíos intrigantes para los científicos que tratan de entender su dinámica térmica. A pesar de los avances en las observaciones desde la era de la Voyager 2, la crisis energética sigue siendo un tema crítico que los investigadores se esfuerzan por resolver.
Aunque las capas de aerosol y las abundancias de metano parecen jugar roles significativos en el calentamiento de estos planetas helados, son necesarios más estudios. Comprender las complejidades de la dinámica atmosférica y las fuentes de calor adicionales será clave para desentrañar los misterios de las atmósferas de Urano y Neptuno.
Título: Radiative-convective models of the atmospheres of Uranus and Neptune: heating sources and seasonal effects
Resumen: The observations made during the Voyager 2 flyby have shown that the stratosphere of Uranus and Neptune are warmer than expected by previous models. In addition, no seasonal variability of the thermal structure has been observed on Uranus since Voyager 2 era and significant subseasonal variations have been revealed on Neptune. In this paper, we evaluate different realistic heat sources that can induce sufficient heating to warm the atmosphere of these planets and we estimate the seasonal effects on the thermal structure. The seasonal radiative-convective model developed by the Laboratoire de M\'et\'eorologie Dynamique is used to reproduce the thermal structure of these planets. Three hypotheses for the heating sources are explored separately: aerosol layers, a higher methane mole fraction, and thermospheric conduction. Our modelling indicates that aerosols with plausible scattering properties can produce the requisite heating for Uranus, but not for Neptune. Alternatively, greater stratospheric methane abundances can provide the missing heating on both planets, but the large values needed are inconsistent with current observational constraints. In contrast, adding thermospheric conduction cannot warm alone the stratosphere of both planets. The combination of these heat sources is also investigated. In the upper troposphere of both planets, the meridional thermal structures produced by our model are found inconsistent with those retrieved from Voyager 2/IRIS data. Furthermore, our models predict seasonal variations should exist within the stratospheres of both planets while observations showed that Uranus seems to be invariant to meridional contrasts and only subseasonal temperature trends are visible on Neptune. However, a warm south pole is seen in our simulations of Neptune as observed since 2003.
Autores: G. Milcareck, S. Guerlet, F. Montmessin, A. Spiga, J. Leconte, E. Millour, N. Clément, L. N. Fletcher, M. T. Roman, E. Lellouch, R. Moreno, T. Cavalié, Ó. Carrión-González
Última actualización: 2024-03-20 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://arxiv.org/abs/2403.13399
Fuente PDF: https://arxiv.org/pdf/2403.13399
Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/
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