El papel de la leche materna en la salud intestinal del bebé
Un nuevo estudio explora cómo la leche materna moldea el microbioma intestinal del bebé.
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El microbioma intestinal está compuesto por millones de bacterias que viven en nuestros intestinos. Juega un papel importante en nuestra salud, especialmente en nuestro sistema inmune y en cómo digerimos la comida. En los bebés, el microbioma intestinal empieza a desarrollarse desde el nacimiento, influenciado por varias fuentes, incluyendo a la madre. Aunque los científicos han estudiado cómo los diferentes microbios de la madre afectan el intestino del bebé, aún queda mucho por aprender sobre las bacterias únicas presentes en la Leche materna.
Importancia de la Leche Materna
La leche materna es la principal fuente de nutrición para los bebés en los primeros meses de vida. No se ha estudiado tanto como otras fuentes de microbiomas, representando solo una pequeña fracción de todas las muestras analizadas. La leche materna proporciona nutrientes esenciales, células inmunitarias, anticuerpos y bacterias que pueden influir en el microbioma intestinal del bebé. La presencia de ciertos genes de resistencia en las bacterias encontradas en la leche también podría afectar la salud del bebé.
Investigación Limitada sobre el Microbioma de la Leche
A pesar de su importancia, ha habido relativamente poca investigación sobre el microbioma de la leche materna en comparación con otros sitios del cuerpo. Esto se debe en parte a que la leche materna tiene muchas células humanas y grasa, lo que hace difícil estudiarla con los métodos estándar. La mayoría de los estudios que se han centrado en la leche han analizado muy pocas muestras o no las han comparado con muestras de bebés. Además, los métodos comunes de secuenciación usados no brindan información precisa sobre las cepas de los microorganismos presentes.
Un Nuevo Estudio sobre Leche y Microbioma Intestinal del Bebé
Para llenar este vacío, se llevó a cabo un estudio para examinar la relación entre el microbioma de la leche materna y el microbioma intestinal del bebé. Los investigadores recolectaron muestras de leche materna y heces de bebés durante los primeros seis meses después del nacimiento de un grupo de madres y sus bebés que fueron alimentados exclusivamente con leche materna.
Este estudio utilizó técnicas avanzadas de secuenciación para entender las diferentes especies presentes y cómo cambiaron con el tiempo. También investigaron cómo podría haber intercambio de bacterias entre madres e hijos, y compararon los roles funcionales de las bacterias encontradas tanto en muestras de leche como de heces.
Hallazgos sobre Bacterias en la Leche Materna y el Intestino del Bebé
El estudio encontró que el microbioma de la leche estaba compuesto mayormente por Bifidobacteria, específicamente Bifidobacterium longum, Bifidobacterium breve y Bifidobacterium bifidum. Otras bacterias encontradas en la leche incluían aquellas asociadas con la piel y la boca, como especies de Staphylococcus y Streptococcus.
En el intestino del bebé, a un mes de edad, las bacterias dominantes incluían E. coli, B. longum y varias otras, incluyendo algunas típicamente encontradas en la boca. Con el tiempo, Bifidobacteria siguió siendo el tipo más común de bacteria encontrado tanto en la leche como en el intestino del bebé, mostrando un importante solapamiento entre los dos. La presencia de B. longum fue especialmente fuerte en ambas, la leche y el intestino.
Cambios a lo Largo del Tiempo
A medida que los bebés crecían, se observaron cambios en la composición microbiana. El microbioma intestinal del bebé mostró un aumento en un tipo de bacteria llamada Enterobacteriaceae con el tiempo, mientras que Bifidobacteria disminuyó. Las muestras pudieron agruparse según qué especie de Bifidobacterium dominaba, sugiriendo que diferentes especies de Bifidobacteria tenían distintos niveles de presencia en el intestino.
Al comparar la diversidad de bacterias, se encontró que el microbioma de la leche tenía menos tipos que el intestino del bebé. El microbioma intestinal se volvió más diverso a medida que los bebés crecían, mientras que los cambios en el microbioma de la leche eran menos pronunciados.
Estabilidad de Bifidobacterium longum
El estudio mostró que las muestras dominadas por B. longum tanto en la leche materna como en las heces del bebé tenían la comunidad microbiana más estable a lo largo del tiempo. Esto sugiere que B. longum juega un papel crucial en mantener la salud intestinal de los bebés. En cambio, las muestras de leche dominadas por otras Bifidobacteria no eran tan estables, indicando comportamientos e interacciones diferentes entre estas bacterias.
Compartición de Cepas: Un Análisis Más Cercano
El estudio también analizó la compartición de cepas, donde se encuentran cepas idénticas de bacterias en las madres y sus bebés. Encontraron un par de casos de esto, con B. longum siendo compartido entre una madre y su bebé, y otro caso involucrando a la potencialmente dañina K. pneumoniae.
Curiosamente, el estudio notó que la compartición era más común entre bebés nacidos en el mismo hospital, sugiriendo que el ambiente hospitalario podría jugar un papel en la formación del microbioma intestinal de un bebé.
Potencial Funcional de los Microbiomas
Los investigadores examinaron las vías metabólicas en las bacterias para entender sus funciones potenciales. Descubrieron que tanto la leche materna como el intestino del bebé estaban ricos en vías para producir aminoácidos esenciales, que son cruciales para el crecimiento y desarrollo. Hubo una diferencia notable en las vías encontradas, con algunas siendo más prevalentes en la leche mientras que otras eran más comunes en el intestino del bebé.
Genes de Resistencia Antimicrobiana
Una parte importante del estudio se centró en los genes de resistencia antimicrobiana, que son genes que ayudan a las bacterias a sobrevivir ante tratamientos como los antibióticos. Se encontró que tanto en muestras de leche materna como en heces de bebés había varios genes de resistencia, principalmente para las clases de tetraciclina y macrólidos. La presencia de estos genes es preocupante, ya que pueden impactar cómo responden los bebés a las infecciones.
El estudio indicó que los bebés cuyas muestras de heces tenían niveles más altos de Bifidobacteria tenían menos genes de resistencia, sugiriendo un posible efecto protector de estas bacterias beneficiosas.
Conclusión: La Importancia de la Leche Materna
En resumen, la investigación proporcionó nuevos conocimientos sobre el papel de la leche materna en la formación del microbioma intestinal de un bebé y su salud. Destacó la importancia de las especies de Bifidobacterium, especialmente B. longum, tanto en la leche como en las heces del bebé. Los hallazgos enfatizaron que la leche materna no es solo una fuente de alimento, sino que también juega un papel vital en el establecimiento y la salud del microbioma intestinal del bebé.
El estudio subrayó la necesidad de más investigación para entender mejor estas interacciones y cómo pueden informar las recomendaciones dietéticas para nuevas madres, así como estrategias para promover la salud infantil a través de la lactancia.
Título: Assembly, stability, and dynamics of the infant gut microbiome are linked to bacterial strains and functions in mother's milk
Resumen: The establishment of the gut microbiome in early life is critical for healthy infant development. Although human milk is recommended as the sole source of nutrition for the human infant, little is known about how variation in milk composition, and especially the milk microbiome, shapes the microbial communities in the infant gut. Here, we quantified the similarity between the maternal milk and the infant gut microbiome using 507 metagenomic samples collected from 195 mother-infant pairs at one, three, and six months postpartum. We found that the microbial taxonomic overlap between milk and the infant gut was driven by bifidobacteria, in particular by B. longum. Infant stool samples dominated by B. longum also showed higher temporal stability compared to samples dominated by other species. We identified two instances of strain sharing between maternal milk and the infant gut, one involving a commensal (B. longum) and one a pathobiont (K. pneumoniae). In addition, strain sharing between unrelated infants was higher among infants born at the same hospital compared to infants born in different hospitals, suggesting a potential role of the hospital environment in shaping the infant gut microbiome composition. The infant gut microbiome at one month compared to six months of age was enriched in metabolic pathways associated with de-novo molecule biosynthesis, suggesting that early colonisers might be more versatile and metabolically independent compared to later colonizers. Lastly, we found a significant overlap in antimicrobial resistance genes carriage between the mothers milk and their infants gut microbiome. Taken together, our results suggest that the human milk microbiome has an important role in the assembly, composition, and stability of the infant gut microbiome.
Autores: Ran Blekhman, M. Allert, P. Ferretti, K. Johnson, T. Heisel, S. Gonia, D. Knights, D. A. Fields, F. W. Albert, E. W. Demerath, C. A. Gale
Última actualización: 2024-01-28 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2024.01.28.577594
Fuente PDF: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2024.01.28.577594.full.pdf
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