Estudio Revela el Impacto de la Tercera Dosis de Vacuna en Nueva Zelanda
Las investigaciones muestran una fuerte respuesta inmune después de la tercera dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech.
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Tabla de contenidos
- La llegada de Omicron
- Esfuerzos de Vacunación
- Estudio sobre respuestas inmunitarias
- Detalles del estudio
- Aprobación ética
- Información demográfica
- Pruebas de laboratorio
- Seguimiento de participantes
- Hallazgos sobre niveles de anticuerpos
- Respuesta entre grupos étnicos
- Impacto del índice de masa corporal
- Diabetes y respuesta a la vacuna
- Pruebas de anticuerpos neutralizantes
- Representación visual de hallazgos
- La edad como factor
- Conclusión
- Fuente original
A principios de 2020, un nuevo virus conocido como SARS-CoV-2 comenzó a propagarse por todo el mundo después de haber sido identificado por primera vez en Wuhan, China. Este virus causa la enfermedad COVID-19. Para combatir la propagación, Nueva Zelanda impuso estrictas reglas de salud pública a partir de marzo de 2020. Estas medidas fueron efectivas para evitar que el virus se propagara ampliamente en la comunidad antes de que las vacunas estuvieran disponibles a principios de 2021. Como resultado, las infecciones por COVID-19 eran raras en Nueva Zelanda, creando la oportunidad de estudiar las respuestas a las vacunas en una población que no había estado expuesta al virus.
La llegada de Omicron
En enero de 2022, Nueva Zelanda vio llegar la variante Omicron, una cepa del virus altamente contagiosa. Antes de eso, el país había registrado muy pocos casos, con infecciones que eran menos del 0.3% de la población. Aunque la variante Delta había causado algunos brotes en Auckland, la mayoría de la gente en Nueva Zelanda no había estado infectada con COVID-19. Después de la llegada de Omicron, los patrones de enfermedad y muerte por COVID-19 en Nueva Zelanda comenzaron a reflejar tendencias vistas en otros países. La edad avanzada se convirtió en un factor de riesgo significativo para la enfermedad grave y la muerte, y ciertos grupos étnicos, particularmente los Māori y los pueblos del Pacífico, enfrentaron mayores riesgos de mortalidad.
Esfuerzos de Vacunación
Nueva Zelanda comenzó su programa nacional de vacunación en febrero de 2021, distribuyendo vacunas según la elegibilidad. Para julio de 2021, la mayoría de los neozelandeses eran elegibles para la vacunación. La vacuna Pfizer-BioNTech fue la principal utilizada, representando casi todas las dosis administradas. A finales de 2021, el gobierno recomendó una tercera dosis de la vacuna, sugiriendo inicialmente que se administrara seis meses después de las dos primeras dosis. Sin embargo, debido al aumento de casos a principios de 2022, este intervalo se redujo a tres meses.
A pesar de un buen inicio en las vacunaciones, la aceptación de la tercera dosis fue menor que la de las dos dosis iniciales, con alrededor del 73.2% de los adultos recibiéndola.
Estudio sobre respuestas inmunitarias
Este artículo presenta hallazgos de un estudio llamado Ka Mātau, Ka Ora, que examina las respuestas inmunitarias después de las vacunaciones con la vacuna Pfizer-BioNTech en Nueva Zelanda. Los participantes incluían a aquellos en mayor riesgo de COVID-19 grave, como adultos mayores y personas con diversas condiciones de salud. Hallazgos anteriores indicaron que, después de dos dosis, muchas personas no mostraron respuestas inmunitarias fuertes contra la variante Omicron.
El estudio actual se centró en cómo cambiaron los Niveles de Anticuerpos después de dos dosis y cómo una tercera dosis influyó en esos niveles. Las respuestas de los participantes se analizaron en relación con la edad, la etnicidad y las condiciones de salud.
Detalles del estudio
Un total de 298 participantes adultos estuvieron involucrados en este estudio en curso, que comenzó en junio de 2021. El grupo incluía a aquellos con mayor riesgo de COVID-19 grave, incluidos los Māori y los pueblos del Pacífico. Los participantes recibieron dos dosis principales y una tercera dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech entre junio de 2021 y abril de 2022. Se tomaron muestras de sangre en intervalos establecidos para medir las respuestas inmunitarias después de la vacunación.
Aprobación ética
El Comité de Ética en Salud y Discapacidad de Nueva Zelanda aprobó el estudio, permitiendo al equipo de investigación recopilar y analizar datos según lo planeado.
Información demográfica
Los factores demográficos clave examinados en el estudio fueron la edad, el género, la etnicidad, el índice de masa corporal (IMC) y las condiciones de salud existentes, incluyendo la Diabetes. Los participantes informaron sobre sus antecedentes étnicos, siguiendo las pautas de Nueva Zelanda. La población del estudio fue diversa, con Māori y pueblos del Pacífico constituyendo una parte significativa, e incluyó un rango de edades y estados de salud.
Pruebas de laboratorio
Se probaron las muestras de sangre en busca de anticuerpos específicos relacionados con el SARS-CoV-2. Se realizaron diferentes pruebas para evaluar si los participantes habían estado previamente infectados y qué tan bien respondieron sus sistemas inmunitarios a la vacuna. Los niveles de anticuerpos se midieron antes y después de la tercera dosis de la vacuna, y se utilizaron diferentes pruebas para medir la fuerza de la respuesta inmunitaria.
Seguimiento de participantes
De los participantes iniciales examinados, 298 fueron inscritos en el estudio. Hubo algunas pérdidas en el seguimiento, pero la mayoría de los participantes fueron evaluados varias veces para sus respuestas inmunitarias. El tiempo promedio desde la inscripción hasta la recolección de muestras de sangre para la tercera dosis fue de aproximadamente 238 días.
Hallazgos sobre niveles de anticuerpos
El estudio reveló cambios significativos en los niveles de anticuerpos después de las vacunaciones. Después de dos dosis de la vacuna, los niveles de anticuerpos eran altos, pero disminuyeron significativamente después de seis meses. Sin embargo, después de recibir la tercera dosis, los niveles de anticuerpos de los participantes aumentaron drásticamente, casi duplicándose, lo que indica una fuerte respuesta inmunitaria a la vacuna.
Para los diferentes grupos de edad, los participantes mayores mostraron la mejora más considerable después de la tercera dosis, sugiriendo que la vacuna efectivamente aumentó la inmunidad en aquellos en mayor riesgo.
Respuesta entre grupos étnicos
El estudio también analizó cómo respondieron diferentes grupos étnicos a la vacuna. Tanto los Māori como los pueblos del Pacífico mostraron fuertes aumentos en los niveles de anticuerpos después de la tercera dosis. Sin embargo, no hubo diferencias significativas en los niveles de anticuerpos entre diferentes etnicidades tras recibir la dosis de refuerzo.
Impacto del índice de masa corporal
El IMC de los participantes no parece haber afectado en gran medida el resultado de los niveles de anticuerpos tras las segunda o tercera dosis de la vacuna. Todos, independientemente del IMC, vieron aumentos significativos en los niveles de anticuerpos después de la tercera dosis.
Diabetes y respuesta a la vacuna
Curiosamente, los participantes diabéticos inicialmente tenían niveles de anticuerpos más bajos en comparación con los no diabéticos después de dos dosis. Sin embargo, tras la tercera dosis, esta diferencia desapareció, y ambos grupos mostraron aumentos significativos en los niveles de anticuerpos. Este hallazgo resalta la importancia de una tercera dosis para las personas con diabetes.
Pruebas de anticuerpos neutralizantes
El estudio evaluó qué tan bien podían los sistemas inmunitarios de los participantes neutralizar el virus. Después de la segunda dosis, los participantes tenían una menor capacidad para neutralizar el virus con el tiempo. Lo más notable es que pocos participantes mostraron la capacidad de neutralizar la variante Omicron después de dos dosis. Sin embargo, después de la tercera dosis, la mayoría de los participantes tuvieron una fuerte respuesta contra Omicron, reflejando la efectividad de la vacuna.
Representación visual de hallazgos
Los investigadores crearon mapas para visualizar la efectividad de diferentes vacunas en la neutralización de varias variantes de COVID-19. Después de la tercera dosis, los participantes mostraron respuestas mejoradas a varias variantes, indicando una mejor protección contra el virus.
La edad como factor
Los grupos de edad más jóvenes mostraron respuestas más fuertes a la variante Omicron en comparación con los grupos mayores después de tres dosis. Esto destaca la necesidad de continuar monitoreando cómo diferentes grupos de edad responden a las vacunas.
Conclusión
Este estudio enfatiza la fuerte respuesta inmunitaria generada por una tercera dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech en la población mayormente naive de infecciones de Nueva Zelanda. Los hallazgos sugieren que todos los grupos demográficos se benefician significativamente de la dosis de refuerzo. Además, los resultados indican que los adultos mayores y aquellos con diabetes también se benefician de la dosis adicional, lo que ayuda a fortalecer su inmunidad contra COVID-19.
A medida que el estudio continúa, explorará más sobre cómo se desarrolla la inmunidad híbrida en respuesta al virus a medida que surgen más variantes. Esta investigación es vital para futuras estrategias de vacunación y políticas de salud pública.
Título: Robust immunogenicity of a third BNT162b2 vaccination against SARS-CoV-2 Omicron variant in a naive New Zealand cohort
Resumen: The ability of a third dose of the Pfizer-BioNTech BNT162b2 SARS-CoV-2 vaccine to stimulate immune responses against subvariants, including Omicron BA.1, has not been assessed in New Zealand populations. Unlike many overseas populations, New Zealanders were largely infection naive at the time they were boosted. This adult cohort of 298 participants, oversampled for at-risk populations, was composed of 29% M[a]ori and 28% Pacific peoples, with 40% of the population aged 55+. A significant proportion of the cohort was obese and presented with at least one comorbidity. Sera were collected 28 days and 6 months post second vaccination and 28 days post third vaccination. SARS-CoV-2 anti-S IgG titres and neutralising capacity using surrogate viral neutralisation assays against variants of concern, including Omicron BA.1, were investigated. The incidence of SARS-CoV-2 infection, within our cohort, prior to third vaccination was very low (
Autores: Brittany Lavender, C. Hooker, C. Frampton, M. Williams, S. Carson, A. Paterson, R. McGregor, N. J. Moreland, K. Gell, F. H. Priddy, K. Wiig, G. Le Gros, J. E. Ussher, M. Brewerton
Última actualización: 2023-03-31 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2023.03.30.23287981
Fuente PDF: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2023.03.30.23287981.full.pdf
Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/
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