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# Biología# Biología del desarrollo

Nuevas perspectivas sobre el desarrollo de los vasos sanguíneos

La investigación revela cómo cambian los vasos sanguíneos en los embriones de pez cebra.

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Dinámica de los vasosDinámica de los vasossanguíneos en los pecescebradesarrollo vascular.Un estudio revela cambios clave en el
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El sistema de vasos sanguíneos cambia a lo largo de la vida. En el desarrollo temprano y en adultos, los vasos sanguíneos se remodelan para asegurar que los tejidos reciban suficientes nutrientes y que la presión arterial se mantenga estable. Las células que recubren los vasos sanguíneos, conocidas como Células Endoteliales (CEs), pueden detectar cambios en el flujo sanguíneo a lo largo de diferentes escalas de tiempo. Estos cambios llevan a varios comportamientos en estas células, incluyendo cambiar de forma, moverse, crecer y a veces incluso morir. Esta actividad celular resulta en la formación de nuevos vasos sanguíneos, el encogimiento de los viejos o débiles y ajustes en el ancho de los vasos, todo lo cual es parte de un proceso llamado remodelación vascular. Es importante estudiar cómo se comportan las CEs durante esta remodelación, ya que problemas en cómo responden al flujo sanguíneo pueden llevar a enfermedades como la aterosclerosis u otros problemas vasculares.

Estudiando la Remodelación Vascular en Peces Cebra

Los embriones de pez cebra son un modelo excelente para estudiar la remodelación de los vasos sanguíneos porque son transparentes y se desarrollan fuera de la madre. Esto permite a los investigadores observar cómo cambian los vasos en tiempo real sin necesidad de hacer cortes. Los científicos utilizan marcadores especiales para iluminar las CEs, facilitando su visualización y análisis. La aorta dorsal (AD) es la arteria principal en los peces cebra y sufre cambios significativos durante el desarrollo temprano. Entre 48 y 72 horas después de la fertilización, las células endoteliales en la AD se estiran en la dirección del flujo sanguíneo. Esto hace que el vaso sea más largo pero más estrecho. La investigación ha mostrado que una proteína llamada Endoglina es crucial para este proceso de remodelación. En embriones que carecen de Endoglina, las células se estiran pero crecen demasiado, haciendo que el vaso se ensanche en lugar de mantener su forma adecuada.

Analizando Cambios en la Aorta Dorsal

Para entender realmente cómo cambian la forma de la AD y las CEs juntas, es vital medir con precisión tanto la forma del vaso como la superficie de las CEs en el mismo embrión. Algunas mediciones, como el diámetro del vaso y el perímetro de las CEs, se pueden realizar directamente a partir de imágenes 3D, pero mediciones más complejas requieren modelos matemáticos. Para averiguar cómo surgen las diferencias en el ancho del vaso a partir de cambios en la forma de las CEs, los investigadores han creado representaciones bidimensionales de las CEs a partir de sus imágenes tridimensionales. Estiman la forma de cada CE y luego aplanan esta forma para analizarla más a fondo.

Los métodos que se han utilizado hasta ahora no han capturado con precisión la forma del vaso. Por ejemplo, los métodos anteriores creaban cilindros en función de la forma de las CEs, pero esto podía pasar por alto variaciones importantes a lo largo de la longitud de las células y entre diferentes células que forman juntas el vaso. También ha habido métodos que intentan analizar la geometría de la AD pero que aún no capturan toda su complejidad.

Desarrollando un Nuevo Modelo

Para solucionar estos problemas, se ha desarrollado un nuevo modelo matemático. Este modelo considera tanto la forma del vaso sanguíneo como la superficie de las CEs, lo que lleva a datos más precisos. El nuevo modelo tiene en cuenta el aplanamiento observado en la parte superior (lado dorsal) de la AD mientras se mide. Después de reconstruir la superficie del vaso, los investigadores pueden medir la geometría de la AD y las superficies de las CEs dentro de los mismos embriones. Al usar este nuevo método, encontraron resultados consistentes al compararlos con estudios anteriores y pudieron identificar diferencias que no se habían notado antes.

Adquisición y Análisis de Datos

Los investigadores recopilaron datos examinando siete embriones de pez cebra tipo salvaje y seis embriones que carecían de Endoglina en las etapas de desarrollo de 48 y 72 horas después de la fertilización. Usaron imágenes para rastrear los contornos de las CEs y analizaron cómo se veían afectados por la ausencia de Endoglina. Se aseguraron de que las anotaciones sobre las formas de las CEs fueran confiables y repitieron estas anotaciones para medir cualquier incertidumbre.

El manejo de los peces cebra se realizó cuidadosamente para cumplir con las leyes sobre investigación animal y se hizo de una manera que asegurara que los embriones fueran tratados humanamente. Se mantuvieron cepas específicas de peces cebra para facilitar la visualización de las CEs utilizando varias etiquetas fluorescentes. El método permitió a los investigadores observar de cerca cómo estaban formadas las CEs y cómo esa forma cambiaba durante el desarrollo.

Técnicas de Imagen

Para la imagen, los embriones se trataban para reducir la pigmentación y luego se colocaban en un medio especial para su visualización. Los investigadores inyectaban un tinte fluorescente en los embriones para visualizar los vasos sanguíneos. Esto les permitió capturar imágenes de alta calidad sobre cómo estaba estructurada la AD tanto a las 48 como a las 72 horas después de la fertilización.

Al usar un microscopio confocal, que proporciona imágenes detalladas de estructuras en tres dimensiones, pudieron ver vasos sanguíneos individuales y analizar sus formas a lo largo del tiempo. Después de la imagen, los embriones fueron genotipados para asegurarse de que se identificaron correctamente como tipo salvaje o deficientes en Endoglina.

Preprocesamiento de las Imágenes

El análisis comenzó delineando manualmente los contornos de las CEs dentro de la AD. Este delineado se realizó con cuidado para garantizar precisión y se tomó cuidado para evitar incluir células pequeñas innecesarias que podrían interferir con el análisis. Se verificaron los puntos donde se dibujaron las líneas para asegurarse de que estaban en el centro de las señales fluorescentes obtenidas de las imágenes.

Para refinar aún más los datos del contorno, los investigadores enriquecieron cada contorno agregando puntos de las células vecinas. Esto ayudó a crear una representación más precisa de las CEs tal como se visualizaban en las imágenes. La representación final de la forma de cada célula se suavizó para reducir cualquier cambio abrupto que no representara a las células con precisión.

Reconstrucción de la Superficie del Vaso

Después de obtener los contornos de las CEs, los investigadores estimaron las secciones transversales de la AD a lo largo de su longitud. Tuvieron en cuenta las formas naturales del vaso en diferentes puntos y desarrollaron un modelo que podía predecir estas formas de manera efectiva. Este modelo utilizó un tipo llamado superelipse, que puede adaptarse entre formas elípticas y rectangulares basándose en los datos observados.

El método empleado permitió calcular múltiples formas transversales en diferentes longitudes a lo largo del vaso sin depender únicamente de una sola forma. Esto se volvió crítico para modelar con precisión las diversas curvas y aplanamientos observados en la AD.

Triangulación de Superficies de CEs

Tras la reconstrucción de la superficie del vaso, los investigadores proyectaron los contornos de las CEs sobre la cuadrícula de la superficie del vaso. Esto proporcionó una forma más precisa de visualizar cómo están posicionadas las CEs en relación con el vaso. Al triangular estas proyecciones, los investigadores pudieron crear una superficie suave para cada CE, permitiendo un análisis detallado de sus formas y tamaños.

Medición de la Geometría del Vaso y la Morfología de las CEs

El paso final en el proceso fue analizar la geometría de la AD y la morfología de las CEs. Los investigadores se centraron en varias mediciones clave. Para la AD, estimaron el área de las secciones transversales y la distancia máxima a través de las secciones transversales, proporcionando información sobre el tamaño y la forma general del vaso.

Para las CEs, midieron el área de superficie, el perímetro y cuán compactas o alargadas estaban las células. Este análisis exhaustivo proporcionó una imagen más clara de cómo cambiaron las CEs en forma y qué diferencias existían entre los embriones tipo salvaje y deficientes en Endoglina.

Resultados y Conclusiones

Los investigadores encontraron diferencias significativas en el área luminal de la AD entre los dos tipos de embriones a las 48 y 72 horas después de la fertilización. Los embriones tipo salvaje tenían áreas más pequeñas en el momento anterior en comparación con los embriones deficientes en Endoglina, pero lo opuesto fue cierto en el momento posterior, lo que indica que la falta de Endoglina llevó a cambios notables en la estructura del vaso sanguíneo con el tiempo.

Además, el análisis de la morfología de las CEs reveló que los embriones tipo salvaje tenían áreas de superficie medianas más pequeñas en comparación con sus contrapartes deficientes en Endoglina a las 48 horas. Sin embargo, a las 72 horas, las áreas de superficie en los embriones deficientes en Endoglina aumentaron significativamente. Los cambios en la forma de las CEs variaron ampliamente entre embriones individuales, sugiriendo una relación compleja entre los antecedentes genéticos individuales y el desarrollo de los vasos sanguíneos.

Asimetría Dorsal-Ventral

Uno de los hallazgos más emocionantes fue el descubrimiento de una asimetría dorsal-ventral en la morfología de las CEs. Los investigadores observaron que las CEs en el lado dorsal de la AD eran diferentes de las del lado ventral, particularmente en cuanto a tamaño y forma. En general, las CEs dorsales eran más grandes, más compactas y menos alargadas que sus contrapartes ventrales.

Este hallazgo fue consistente en ambos embriones, tipo salvaje y deficientes en Endoglina, sugiriendo que factores ambientales y tensiones mecánicas podrían influir en cómo las CEs se desarrollan y adaptan su morfología en relación con su posición en el vaso.

Implicaciones para Futuras Investigaciones

Los resultados de este estudio resaltan mecanismos importantes en la biología vascular y sugieren direcciones futuras para la investigación. Explorar cómo las diferencias observadas en la morfología de las CEs se relacionan con el flujo sanguíneo y el estrés cortante podría proporcionar información sobre cómo surgen anomalías vasculares como las malformaciones arteriovenosas, especialmente en el contexto de mutaciones que afectan proteínas como la Endoglina.

Entender la relación entre la forma de las CEs y la geometría del vaso también podría informar estrategias para abordar enfermedades vasculares y guiar el desarrollo de enfoques biomédicos para apoyar una función vascular saludable.

Conclusión

El desarrollo de un nuevo modelo matemático para analizar la estructura y función de los vasos sanguíneos marca un paso significativo en la comprensión de la biología vascular. Este método no solo proporciona medidas precisas de la morfología de los vasos y las células endoteliales, sino que también ofrece una forma de explorar cómo estas características interactúan a lo largo del desarrollo.

Al concentrarse en la dinámica compleja de la aorta dorsal en los embriones de pez cebra, los investigadores han abierto nuevas avenidas para explorar la salud y enfermedad vascular, enfatizando la importancia de la investigación continua en esta área vital de la biología.

Fuente original

Título: Novel mathematical morphology model identifies dorsal-ventral asymmetry of endothelial cell morphology in dorsal aorta of wild-type and Endoglin-deficient zebrafish embryos

Resumen: Endothelial cells, which line the lumen of blood vessels, locally sense and respond to blood flow. In response to altered blood flow dynamics during early embryonic development, these cells undergo shape changes that directly affect vessel geometry: In the dorsal aorta of zebrafish embryos, elongation of endothelial cells in the direction of flow between 48 and 72 hours post fertilization (hpf) reduces the vessels diameter. This remodeling process requires Endoglin; excessive endothelial cell growth in the proteins absence results in vessel diameter increases. To understand how these changes in vessel geometry emerge from morphological changes of individual endothelial cells, we developed a novel mathematical model of the dorsal aortas apico-luminal surface that allows simultaneous quantification of vessel geometry and endothelial cell morphology. Based on fluorescently marked endothelial cell contours, we inferred cross-sections of the dorsal aorta that accounted for dorsal flattening of the vessel. By projection of endothelial cell contours onto the estimated cross-sections and subsequent triangulation, we finally reconstructed 3D surfaces of the individual cells. By simultaneously reconstructing vessel cross-sections and cell surfaces, we found that cell morphology varied between endothelial cells located in different sectors of the dorsal aorta in both wild-type and Endoglin-deficient zebrafish embryos: In wild-types, ventral endothelial cells were smaller and more elongated in flow direction than dorsal endothelial cells at both 48 hpf and 72 hpf. Although dorsal and ventral endothelial cells in Endoglin-deficient embryos had similar sizes at 48 hpf, dorsal endothelial cells were much larger at 72 hpf. In Endoglin-deficient embryos, elongation in flow direction increased between 48 hpf and 72 hpf in ventral endothelial cells but hardly changed in dorsal endothelial cells. Hereby, we provide evidence that dorsal endothelial cells contribute most to the disparate changes in dorsal aorta diameter in wild-type and Endoglin-deficient embryos between 48 hpf and 72 hpf. Author summaryEndothelial cells, which form the innermost layer of each blood vessel, sense and respond to blood flow. During early embryonic development in zebrafish, endothelial cells of the dorsal aorta elongate in the direction of blood flow and hereby decrease the vessels diameter. To understand how these changes in vessel geometry emerge from morphological changes of individual endothelial cells, it is critical to precisely quantify both vessel geometry and cell morphology. To this end, we developed a 3D mathematical model of the dorsal aorta. Leveraging information from fluorescently marked endothelial cell contours allowed us to reconstruct the vessels surface. We applied this method to wild-type and mutant zebrafish embryos lacking functional Endoglin that is required for the physiological vessel diameter decrease. By quantifying vessel geometry and cell morphology in these embryos, we found that cell size and elongation in the direction of blood flow varied between endothelial cells located in different vessel sectors. Notably, we determined a subgroup of endothelial cells that contributed most to the vessel diameter increases in the absence of Endoglin. Future studies can investigate whether variability in endothelial cell behavior also contributes to the onset of human vascular malformations occurring due to a loss of Endoglin.

Autores: Wilhelm Huisinga, D. Seeler, N. Grdseloff, C. J. Rodel, C. Kloft, S. Abdelilah-Seyfried

Última actualización: 2024-02-21 00:00:00

Idioma: English

Fuente URL: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2024.02.19.580931

Fuente PDF: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2024.02.19.580931.full.pdf

Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/

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