Fibras prebióticas y su efecto en el comportamiento alimentario
Un estudio revela cómo las fibras prebióticas influyen en las respuestas del cerebro y las bacterias intestinales.
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Tabla de contenidos
Una dieta que se centra en alimentos de origen vegetal ha sido reconocida como beneficiosa tanto para la salud individual como para la salud de nuestro planeta. La investigación muestra que estas dietas son mejores para la salud del corazón y del cerebro que las típicas dietas occidentales llenas de alimentos procesados. Los alimentos de origen vegetal tienden a tener menos calorías y pueden afectar positivamente cómo funcionan nuestros Cerebros, incluyendo cómo sentimos hambre y satisfacción, gracias a sus efectos en las bacterias intestinales.
Conexión entre Bacterias Intestinales y el Cerebro
La comida que comemos afecta las bacterias en nuestro intestino, que a su vez pueden influir en nuestro cerebro. Algunos nutrientes de los alimentos de origen vegetal, como la fibra, llevan a la producción de sustancias llamadas ácidos grasos de cadena corta (AGCC). Estas sustancias pueden entrar al torrente sanguíneo y llegar al cerebro, afectando cómo nuestro cuerpo señala el hambre. Estudios han demostrado que consumir AGCC puede llevar a la Pérdida de peso y mejorar las funciones cerebrales relacionadas con la obesidad.
Por ejemplo, algunos estudios han encontrado que tomar un AGCC específico llamado butirato ayudó a reducir el peso corporal en humanos y mejoró las funciones cerebrales en ratones con sobrepeso. En otro estudio, administrar AGCC directamente en los colones de las personas cambió su respuesta al estrés. Además, devolver bacterias intestinales de personas que habían perdido peso les ayudó a mantener su peso.
Efectos de las Fibras Prebióticas en Comportamientos Alimentarios
Investigaciones anteriores han mostrado que agregar fibras prebióticas, como la inulina, a la dieta puede reducir la sensación de hambre y mejorar cómo nuestros cuerpos regulan el apetito al cambiar ciertas hormonas relacionadas con la alimentación. En ensayos clínicos con personas con sobrepeso, consumir inulina resultó en más pérdida de peso en comparación con aquellos que no la tomaron. Algunos de estos estudios también sugirieron cambios en el estado de ánimo basados en las bacterias intestinales presentes en los participantes.
A pesar de los resultados prometedores, todavía hay poca investigación que utilice técnicas avanzadas de imagen cerebral para ver cómo estos cambios en la dieta impactan directamente las decisiones alimentarias. Las elecciones de comida están influenciadas por una mezcla de señales de nuestro cuerpo sobre hambre y placer, que involucran numerosas áreas del cerebro. Estudios previos han indicado que mirar alimentos atractivos activa áreas del cerebro que manejan el placer y la recompensa de manera diferente a las Comidas menos atractivas, pero igualmente calóricas.
El Estudio: Probar Fibras Prebióticas
Para investigar si una dosis alta de fibra prebiótica cambia cómo pensamos sobre la comida y cómo reacciona nuestro cerebro a ella, los investigadores realizaron un ensayo con adultos sanos en riesgo de ganar peso. A los participantes se les dio inulina o un placebo (una sustancia sin ingredientes activos) durante dos semanas en un orden aleatorio. Se realizaron escaneos cerebrales antes y después de la intervención para ver cómo reaccionaban sus cerebros a la comida en comparación con el arte.
Los participantes proporcionaron muestras de heces y sangre a lo largo del estudio. El objetivo era observar cualquier cambio en sus bacterias intestinales y en las sustancias en su sangre que podrían afectar la función cerebral respecto a los antojos de comida.
Estructura del Estudio y Selección de Participantes
El estudio utilizó un diseño donde cada participante probó tanto la fibra prebiótica como el placebo para ver cómo respondían a cada uno. Los voluntarios fueron cuidadosamente seleccionados para asegurar que cumplían con criterios de salud específicos. Un total de 59 participantes participaron, incluyendo hombres y mujeres, con el objetivo de ver cómo su dieta podría cambiar su actividad cerebral relacionada con los antojos de comida.
Se obtuvieron todas las aprobaciones necesarias antes de comenzar el estudio, y se compensó a los participantes por su tiempo. Importante, tanto los participantes como los investigadores no sabían qué tratamiento estaba recibiendo cada participante para asegurar resultados imparciales.
Técnicas de Imagen Cerebral
El estudio utilizó un tipo de escaneo cerebral rápido y potente llamado fMRI para observar la actividad cerebral. Los participantes vieron imágenes de comida y arte mientras respondían cuánto querían cada artículo. Así, los investigadores pudieron comparar sus respuestas a ambos tipos de estímulos. Se recopilaron una variedad de evaluaciones, incluyendo sentimientos sobre hambre y satisfacción antes y después de los tratamientos.
Hallazgos del Estudio
Los resultados mostraron que cuando se mostraron imágenes de comida a los participantes, sus puntuaciones de deseo eran generalmente más altas que para las imágenes de arte. Áreas específicas del cerebro asociadas con el procesamiento de recompensas estaban más activas cuando los participantes veían comida.
Sin embargo, no hubo cambios significativos en cuánto deseaban comida después de tomar la fibra prebiótica en comparación con el placebo. En algunos análisis exploratorios, parecía que el deseo de los participantes por ciertos tipos de comida cambió ligeramente.
Cambios en la Activación Cerebral
Aunque las puntuaciones de deseo en general no difirieron mucho entre prebióticos y placebo, se notó una disminución en la actividad cerebral en regiones vinculadas a la anticipación de recompensas después de tomar la fibra prebiótica. Esto sugiere que la fibra pudo haber hecho que los participantes se sintieran menos impulsados por la recompensa potencial de alimentos de alta caloría.
Efectos en Mediciones Corporales y Marcadores Sanguíneos
Curiosamente, aunque el conteo de calorías en ambos tratamientos era el mismo, los participantes mostraron cambios en la grasa corporal después del tratamiento con placebo pero no después de la intervención con prebióticos. Las medidas de lípidos en sangre también mostraron mejoras tras el placebo, indicando que el placebo pudo haber afectado el metabolismo de manera diferente.
Cambios en las Bacterias Intestinales
El estudio también examinó cómo cambiaron las bacterias intestinales debido a la suplementación de fibra. Los resultados indicaron que tomar prebióticos llevó a visitas más frecuentes al baño y una reducción en ciertos tipos de diversidad bacteriana intestinal. Diferentes cepas de bacterias, que son importantes para producir sustancias que influyen en la salud, aumentaron después de tomar el prebiótico.
Vínculos Entre Cambios en el Cerebro e Intestino
El estudio intentó conectar los cambios en las bacterias intestinales con cambios en la función cerebral y comportamiento. Algunas disminuciones en poblaciones bacterianas específicas se asociaron con una menor activación en áreas del cerebro relacionadas con antojos de comidas altamente calóricas. Esto resalta los posibles vínculos entre lo que comemos, la salud de nuestras bacterias intestinales y cómo nuestros cerebros responden a la comida.
Conclusión
El estudio presenta evidencia interesante de que dosis altas de prebióticos pueden cambiar cómo responden nuestros cerebros a la comida, incluso si no se tradujo en cambios notables en el deseo de comida. Los cambios en las bacterias intestinales y las vías metabólicas asociadas indican que las dietas ricas en fibra podrían jugar un papel en el manejo de comportamientos alimentarios, aunque se necesita más investigación para entender completamente estas conexiones.
A medida que miramos hacia adelante, esta investigación enfatiza el potencial de los cambios dietéticos, especialmente aquellos que mejoran la salud intestinal, para apoyar hábitos alimentarios más saludables y potencialmente mejorar el bienestar individual con el tiempo. Esto podría llevar a nuevas estrategias para manejar el peso y prevenir problemas de salud relacionados con la dieta.
Título: A prebiotic diet changes neural correlates of food decision- making in overweight adults: a randomized controlled within-subject cross-over trial
Resumen: ObjectiveAnimal studies suggest that prebiotic, plant-derived nutrients could improve homeostatic and hedonic brain functions through improvements in microbiome-gut-brain communication. However, little is known if these results are applicable to humans. Therefore, we tested the effects of high-dosed prebiotic fiber on reward-related food decision-making in a randomized controlled within-subject cross-over study and assayed potential microbial and metabolic markers. Design59 overweight young adults (19 females, 18-42 years, body mass index 25-30 kg/m2) underwent functional task MRI before and after 14 days of supplementary intake of 30 g/d of inulin (prebiotics) and equicaloric placebo, respectively. Short chain fatty acids (SCFA), gastrointestinal hormones, glucose/lipid and inflammatory markers were assayed in fasting blood. Gut microbiota and SCFA were measured in stool. ResultsCompared to placebo, participants showed decreased brain activation towards high-caloric wanted food stimuli in the ventral tegmental area and right orbitofrontal cortex after prebiotics (pre-registered, pFWE < 0.05). While fasting blood levels remained largely unchanged, 16S-rRNA sequencing showed significant shifts in the microbiome towards increased occurrence of, among others, SCFA-producing Bifidobacteriacea, and changes in >90 predicted functional signaling pathways after prebiotic intake. Changes in brain activation correlated with changes in Actinobacteria microbial abundance and associated activity linked with SCFA production, such as ABC transporter metabolism. ConclusionsIn this proof-of-concept study, a prebiotic intervention attenuated reward-related brain activation during food-decision making, paralleled by shifts in gut microbiota indicative of higher SCFA production.
Autores: Veronica Witte, E. Medawar, F. Beyer, R. Thieleking, S.-B. Haange, U. Rolle-Kampczyk, M. Reinicke, R. Chakaroun, M. von Bergen, M. Stumvoll, A. Villringer
Última actualización: 2023-06-03 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2023.05.30.23290707
Fuente PDF: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2023.05.30.23290707.full.pdf
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