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# Ciencias de la Salud# Epidemiología

Evaluando la Inmunidad al Sarampión en Poblaciones Vulnerables

La revisión de los datos de seroprevalencia revela huecos importantes en la inmunidad al sarampión.

― 7 minilectura


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El Sarampión sigue siendo un gran problema en el mundo, causando muchas enfermedades y muertes, sobre todo en países de bajos y medianos ingresos. A pesar de que hay una vacuna segura y efectiva, más del 99% de los casos y muertes de sarampión ocurren en esas áreas. Una de las principales razones por las que el sarampión sigue propagándose es que no hay suficientes personas vacunadas. Para que una comunidad esté a salvo del sarampión, un gran porcentaje de su población necesita ser inmune a la enfermedad, lo que se llama Inmunidad colectiva.

Para hacer buenos planes para los programas de inmunización y averiguar el riesgo de brotes de sarampión, es crucial saber cuántas personas en una comunidad aún están en riesgo de la enfermedad. Sin embargo, obtener una imagen clara puede ser complicado. Varios factores dificultan determinar qué tan inmune es una comunidad. Estos incluyen cuándo la gente se vacuna, si la vacuna se almacena correctamente, si ciertos grupos (como las personas que viven con VIH) responden bien a la vacuna, y qué tan buena es la vigilancia sanitaria local. Todos estos desafíos dificultan entender la inmunidad general al sarampión solo mirando las tasas de Vacunación y los casos reportados.

Una forma de obtener información sobre la inmunidad de una comunidad es a través de seroprevenciones. Estas encuestas chequean la presencia de anticuerpos en la sangre de las personas para ver cuántos están protegidos contra el sarampión. Estos datos ayudan a guiar decisiones para mejorar los esfuerzos de vacunación, informan modelos que predicen la propagación de la enfermedad y proporcionan información sobre qué tan bien está funcionando la vacuna en la vida real.

Sin embargo, interpretar datos de seroprevalencia tiene sus propios desafíos. Sesgos pueden afectar los resultados de diferentes maneras, como si las pruebas utilizadas no son muy sensibles o si las muestras recogidas no son representativas de toda la población. Si las pruebas no se realizan correctamente o los métodos no están bien explicados, surgen preguntas sobre la precisión de los hallazgos. Además, encuestas que seleccionan a los participantes de una manera que no cubre a toda la comunidad también pueden distorsionar los resultados.

Al usar datos de seroprevenciones, es importante pensar en cómo se reportan los resultados. Esto incluye saber qué nivel de anticuerpos indica protección contra el sarampión y cómo cada prueba maneja los resultados inciertos. Para utilizar e interpretar correctamente estos datos en la toma de decisiones o en modelos, es vital reconocer y discutir estas complicaciones con claridad.

Tener más conocimiento sobre los datos de seroprevalencia disponibles en diferentes regiones y tiempos puede ayudar a usar esta información para crear mejores modelos para las estrategias de vacunación. Esto es especialmente importante en países de bajos y medianos ingresos, donde el sarampión sigue siendo una preocupación urgente. Para recopilar información relevante, se realizó una revisión exhaustiva de investigaciones anteriores sobre la seroprevalencia del sarampión, enfocándose en estudios publicados hasta 2021. Se extrajo información como detalles del estudio y métodos de laboratorio para su análisis.

El proceso siguió pautas específicas y consistió en buscar investigaciones publicadas que informaran sobre la inmunidad al sarampión en países de bajos y medianos ingresos. Como resultado, miles de estudios fueron examinados, muchos excluidos por no cumplir con criterios específicos. Al final, solo una fracción de los estudios fue elegida para su revisión, abarcando un período de 1953 a 2019.

Con casi 183,000 personas muestreadas en los estudios, la seroprevalencia promedio del sarampión fue de alrededor del 78%, mostrando una variación significativa según la región. Los datos de diferentes partes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacaron dónde se llevaron a cabo los estudios y los niveles generales de inmunidad en esos lugares. Algunos estudios se realizaron hace décadas, mientras que muchos más fueron recolectados recientemente, reflejando una mezcla de edades y demografías.

Después de recopilar esta amplia gama de datos, se creó una herramienta de evaluación para evaluar el sesgo en cada estudio. Esta herramienta examinó múltiples aspectos del diseño del estudio, incluyendo cómo se seleccionaron los participantes, los métodos de prueba utilizados y cómo se reportaron los resultados. Los investigadores clasificaron estos aspectos como bajo, moderado, severo o crítico según ciertos indicadores. La mayoría de los estudios cayeron en la categoría de sesgo moderado, indicando que había un margen significativo para mejorar cómo se llevó a cabo y se reportó la investigación.

Al observar cómo se eligieron a los participantes para los estudios, se descubrió que muchos de ellos se basaron en muestras no representativas en lugar de usar métodos de muestreo aleatorio. Esto puede llevar a resultados distorsionados que no reflejan con precisión la situación real de la población.

La evaluación de los métodos de prueba también generó preocupaciones, ya que muchos estudios carecían de detalles claros sobre los ensayos utilizados. Algunos estudios informaron sobre sus protocolos de prueba, mientras que otros no mencionaron información vital, lo que llevó a preguntas sobre la precisión de las mediciones. Ciertos tipos de ensayos, como las pruebas de inhibición de hemaglutinación, se usaron más comúnmente, pero se sabe que son menos sensibles en comparación con otros métodos.

Al analizar cómo se reportaron los resultados, muchos estudios lucharon con el sesgo de reporte. Mientras que la mayoría de los estudios proporcionaron un umbral específico para lo que constituía inmunidad, un número significativo no proporcionó suficiente contexto sobre cómo se manejaron los resultados inciertos. Esta falta de claridad puede afectar la confiabilidad de los hallazgos, dificultando tomar decisiones completamente informadas basadas en los datos.

A lo largo de los años, los niveles medianos crudos de inmunidad variaron por región y marco temporal. Los países con mejor cobertura de vacunación mostraron generalmente una protección más consistente contra el sarampión, mientras que las áreas con menor cobertura enfrentaron desafíos de salud pública más severos. Se notó una tendencia donde los estudios de décadas anteriores tenían un sesgo más crítico en comparación con los años más recientes, lo que puede reflejar mejoras en el diseño y ejecución del estudio.

Para entender mejor cómo los datos de seroprevalencia pueden informar los esfuerzos de vacunación, es esencial comparar los hallazgos con la cobertura de vacunación y la incidencia de la enfermedad. Los estudios realizados en áreas con mayor incidencia de sarampión y tasas de vacunación más bajas a menudo tenían más sesgo, resaltando las dificultades enfrentadas al realizar investigaciones en entornos desafiantes.

Los hallazgos de esta revisión buscan iluminar el estado de la investigación sobre la inmunidad al sarampión y el sesgo en países de bajos y medianos ingresos. A medida que los programas de vacunación continúan evolucionando, entender cómo cambian los niveles de inmunidad con el tiempo es crucial para planificar estrategias efectivas de salud pública. Aunque el número de estudios de seroprevalencia disponibles ha aumentado, aún se necesitan mejoras en la calidad y transparencia de los reportes de estos estudios para asegurar los mejores resultados posibles para futuras intervenciones de salud pública.

En conclusión, el sarampión sigue siendo un desafío de salud global significativo, particularmente en países de bajos y medianos ingresos donde la enfermedad continúa circulando ampliamente. Al mejorar cómo se realizan y se reportan los estudios de seroprevalencia, los esfuerzos de salud pública pueden evaluar mejor los niveles de inmunidad y las brechas en la cobertura de vacunas. Este trabajo puede llevar, en última instancia, a estrategias más efectivas para reducir la morbilidad y mortalidad por sarampión en todo el mundo.

Fuente original

Título: Evaluating scope and bias of population-level measles serosurveys: a systematic review and bias assessment

Resumen: BackgroundMeasles seroprevalence data has potential to be a useful tool for understanding transmission dynamics and for decision making efforts to strengthen immunization programs. In this study, we conducted a systematic review and bias assessment of all primary data on measles seroprevalence in low- and middle-income countries published from 1962 to 2021. MethodsOn March 9, 2022, we searched PubMed for all available data. We included studies containing primary data on measles seroprevalence and excluded studies if they were clinical trials or brief reports, from only health care workers, suspected measles cases, or only vaccinated persons. We extracted all available information on measles seroprevalence, study design, and seroassay protocol. We conducted a bias assessment based on multiple categories and classified each study as having low, moderate, severe, or critical bias. This review was registered with PROSPERO (CRD42022326075). FindingsWe identified 221 relevant studies across all World Health Organization regions, decades and unique age ranges. The overall crude mean seroprevalence across all studies was 78.00% (SD: 19.29%) and median seroprevalence was 84.00% (IQR: 72.75 - 91.66%). We classified 80 (36.2%) studies to have severe or critical overall bias. Studies from country-years with lower measles vaccine coverage or higher measles incidence had higher overall bias. InterpretationWhile many studies have underlying bias, many studies provide data that can be used to inform modelling efforts to examine measles dynamics and programmatic decisions to reduce measles susceptibility. FundingBill & Melinda Gates Foundation; Gavi, the Vaccine Alliance; US National Institutes of Health Research in ContextO_ST_ABSEvidence before this studyC_ST_ABSOn August 20, 2023, we searched PubMed for systematic reviews published from January 1, 1980 to August 20, 2023 using the search terms "measles" AND "sero*". We included studies if they were a systematic review of measles seroprevalence data and excluded studies that did not contain information on measles seroprevalence, were not systematic reviews, only included data from persons within a subpopulation (e.g., pregnant people or healthcare workers), or were of head-to-head laboratory comparisons of assay methodology. We identified one previous systematic review, by Thompson and Odahowski, published in 2016 and including data through mid-2014. That review identified 220 measles and/or rubella seroprevalence studies from all countries globally. Study authors published a descriptive summary of seroprevalence trends by age in a five select countries and a narrative summary of high-level epidemiologic trends in the underlying data, including information available on maternal antibody waning. Beyond these select summary findings, that study did not separately report seroprevalence from each study identified in the analysis, nor did it include any information on study design or population-representativeness. While study authors noted general limitations related to the different methods used across studies, they did not include any specific information on assay type, selection biases or other characteristics that could influence the accuracy of results or include data in a tabular format, which limits the utility of this study for subsequent analyses. Added value of this studyOur study builds upon the known body of data on measles seroprevalence from low- and middle-income countries in multiple ways. First, we included data published up to December 31, 2021 and from non-English language studies. Second, we extracted all available relevant information on study design characteristics and assay protocol used in each study to measure seroprevalence. Then, we constructed a bias assessment framework and conducted a bias assessment across multiple categories (study selection of participants, measurement tool and classification of immunity, and reporting of results) to classify the underlying bias in each study. Finally, we compared seroprevalence estimates across regions and bias levels, and bias levels among various study location characteristics. Implications of all the available evidenceAccounting for study design and seroassay protocol used in serosurveys can influence interpretation of population-level seroprevalence estimates. Our systematic review and bias assessment provides an updated landscape of serological studies and highlights key biases in the current literature. It provides a repository of measles seroprevalence data, along with corresponding critical information on factors that influence population-representativeness and overall sensitivity of the measurement assay used in each study, that can be used to inform measles susceptibility estimates useful for planning targeted vaccination efforts.

Autores: Alyssa N Sbarra, F. T. Cutts, H. Fu, I. Poudyal, D. A. Rhoda, J. F. Mosser, M. Jit

Última actualización: 2023-08-29 00:00:00

Idioma: English

Fuente URL: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2023.08.29.23294789

Fuente PDF: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2023.08.29.23294789.full.pdf

Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/

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