Entendiendo la realidad generalizada del insomnio
Un estudio revela la prevalencia oculta del insomnio en los registros de salud.
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Tabla de contenidos
El Insomnio es un problema de sueño común que afecta a mucha gente. Puede llevar a problemas de salud graves como depresión, abuso de sustancias, demencia, diabetes y enfermedades del corazón. Además, el insomnio puede reducir la eficiencia laboral y aumentar los días que la gente falta al trabajo. Quienes sufren de insomnio también pueden experimentar más accidentes y usar más servicios de salud, lo que baja su calidad de vida en general.
¿Qué sabemos sobre el insomnio?
Estudios diferentes muestran tasas de insomnio variadas. Una revisión analizó 50 estudios de varios países y encontró que aproximadamente una de cada tres personas experimenta Síntomas de insomnio. Entre el 9% y el 15% de la gente siente los efectos del insomnio durante el día, y alrededor del 6% cumple con los criterios oficiales para un diagnóstico de insomnio. Sin embargo, muchos de estos estudios dependen de que las personas reporten sus síntomas a través de encuestas o entrevistas. Esto puede llevar a inexactitudes, ya que la gente puede no recordar bien sus problemas de sueño. Algunas encuestas también tienen tamaños de muestra pequeños, lo que puede limitar su precisión. Además, las personas que no responden a las encuestas pueden tener tasas de insomnio diferentes en comparación con las que sí lo hacen.
Recientemente, los Registros electrónicos de salud (EHR, por sus siglas en inglés) se han vuelto populares en la investigación de salud. Los EHR ofrecen tamaños de muestra más grandes, mejor información a lo largo del tiempo y menos posibilidades de errores de memoria. En países como el Reino Unido, donde la mayoría de la gente está registrada con un médico y puede verlo gratis, los EHR pueden ofrecer datos más precisos. A pesar de sus ventajas, los estudios que utilizan EHR para observar las tasas de insomnio han sido limitados.
Un estudio de Estados Unidos que cubrió 15 prácticas familiares encontró que aproximadamente el 9.4% de los pacientes habían sido diagnosticados con insomnio, y el 7.4% recibió una receta para medicación de insomnio. Curiosamente, había más mujeres diagnosticadas que hombres, y las tasas aumentaban con la edad. Otro estudio reportó que el 15% de una gran muestra de veteranos tenía recetas para medicamentos de insomnio, mientras que el 6% tenía un diagnóstico de insomnio.
Las limitaciones de los EHR
Los EHR generalmente solo incluyen a personas que han visto a un médico. Como resultado, aquellos con insomnio leve o a corto plazo pueden no estar registrados. Muchas personas que reportan síntomas de insomnio no buscan ayuda de proveedores de salud. Por ejemplo, un estudio encontró que solo el 40% de las personas que cumplían con los criterios para insomnio durante una encuesta telefónica habían visto a un médico al respecto, y solo el 12% tenía un diagnóstico documentado en su historial médico. Otro estudio del Reino Unido mostró que, aunque el 34% de los participantes reportó síntomas de insomnio, solo el 19% había visto a un médico por insomnio o problemas relacionados en el año siguiente.
El estudio del insomnio en el UK Biobank
Usando datos del UK Biobank, los investigadores se propusieron comparar los síntomas de insomnio auto-reportados con los registrados en los EHR. El estudio del UK Biobank incluyó a más de 500,000 adultos de entre 39 y 69 años que fueron reclutados en el Reino Unido entre 2006 y 2010. Entre ellos, aproximadamente el 45% tenía datos de atención primaria vinculados, lo que permitió a los investigadores analizar la información de manera más efectiva.
Del grupo inicial de más de 502,000 participantes, más de 338,000 fueron eliminados porque no tenían datos válidos de registro de atención primaria. Después de quitar a otros con información faltante, la muestra final incluyó alrededor de 163,748 participantes.
Identificando síntomas de insomnio
Se preguntó a los participantes si tenían problemas para dormir o si se despertaban en la noche. Podían elegir entre opciones como “nunca”, “a veces”, “usualmente” o “prefiero no responder”. Si elegían “usualmente”, se consideraban que tenían síntomas de insomnio auto-reportados. Para los registros de atención primaria, los investigadores buscaron códigos Diagnósticos específicos (códigos Read) que indicaban síntomas de insomnio que se registraron antes de la evaluación inicial.
Una búsqueda exhaustiva de códigos relevantes resultó en una lista refinada que incluía solo aquellos relacionados con síntomas de insomnio. Se excluyeron códigos que se registraron después de la evaluación inicial para asegurar consistencia. El estudio también definió una receta para síntomas de insomnio como cualquier receta para medicamentos para dormir.
Características de los participantes
El estudio encontró que el 45% de los participantes eran hombres, el 62% tenía 55 años o más, y el 75% reportó dormir 7 horas o más. Entre los participantes, el 29% reportó experimentar síntomas de insomnio, mientras que solo el 6% tenía un diagnóstico registrado en los datos de atención primaria.
Curiosamente, solo el 10% de aquellos que reportaron síntomas de insomnio tenían un diagnóstico de atención primaria, mientras que casi la mitad de los que tenían un diagnóstico no reportaron ningún síntoma. Esto sugiere que muchos individuos que experimentan insomnio no buscan ayuda, señalando una brecha significativa en la atención.
Comparando registros auto-reportados y de atención primaria
Al comparar las características de quienes auto-reportaron insomnio con aquellos cuyos síntomas fueron registrados en los datos de atención primaria, los investigadores encontraron muchas similitudes. Factores como ser mujer, mayor edad, tener un ingreso más bajo y estar menos saludables eran comunes en ambos grupos.
También se encontraron algunas diferencias. Por ejemplo, roncar se asoció con insomnio registrado en atención primaria, mientras que quienes no roncan eran más propensos a auto-reportar síntomas. Además, aquellos identificados a través de registros de atención primaria a menudo eran descritos como tomadores de riesgos, sugiriendo una relación más profunda entre los comportamientos de estilo de vida y el insomnio.
Análisis de sensibilidad
Para entender mejor cómo diferentes definiciones de insomnio podrían afectar los resultados, los investigadores realizaron análisis de sensibilidad. Examinaron casos definidos dentro de marcos de tiempo específicos y encontraron que el número de casos de síntomas de insomnio en atención primaria disminuyó drásticamente cuando se aplicaron definiciones más estrictas. Esto indica que la forma en que se define el insomnio puede influir significativamente en cuántas personas son identificadas con la condición.
Conclusión: Perspectivas e implicaciones
El estudio reveló que los síntomas de insomnio son comunes, con casi un tercio de los participantes auto-reportando problemas. Sin embargo, solo una pequeña fracción tenía diagnósticos registrados en atención primaria. Esta disparidad resalta que muchas personas no buscan ayuda médica para el insomnio, lo que puede llevar a subestimaciones de su prevalencia en las bases de datos de salud.
Está claro que más gente experimenta insomnio que aquellos que reciben tratamiento documentado. Esto sugiere que los representados en los registros de atención primaria pueden estar experimentando insomnio más severo. Los hallazgos subrayan la importancia de entender mejor los problemas de sueño y mejorar cómo se maneja el insomnio en los entornos de atención médica.
Al analizar grandes conjuntos de datos como el UK Biobank, los investigadores pueden obtener perspectivas valiosas sobre el insomnio y sus conexiones con diversos factores de estilo de vida y salud. Se necesita más investigación para replicar estos hallazgos en diferentes poblaciones y explorar tratamientos efectivos para el insomnio que puedan integrarse fácilmente en la atención primaria.
Título: Insomnia symptom prevalence in England: A comparison of self-reported data and primary care records in the UK Biobank
Resumen: PurposeWe aimed to use a large dataset to compare self-reported and primary care measures of insomnia symptom prevalence in England and establish whether they identify participants with similar characteristics. MethodsWe analysed data from 163,748 UK Biobank participants in England (aged 38-71 at baseline) with linked primary care electronic health records. We compared the percentage of those self-reporting usually having insomnia symptoms at UK Biobank baseline assessment (2006-2010) to those with a Read code for insomnia symptoms in their primary care records prior to baseline. We stratified prevalence in both groups by sociodemographic, lifestyle, sleep and health characteristics. ResultsWe found that 29% of the sample self-reported having insomnia symptoms, whilst only 6% had a Read code for insomnia symptoms in their primary care records. Only 10% of self-reported cases had an insomnia symptom Read code, whilst 49% of primary care cases self-reported having insomnia symptoms. In both primary care and self-reported data, prevalence of insomnia symptom cases was highest in females, older participants and those with the lowest household incomes. However, whilst snorers and risk takers were more likely to be a primary care case, they were less likely to self-report insomnia symptoms than non-snorers and non-risk takers. ConclusionsOnly a small proportion of individuals experiencing insomnia symptoms present to primary care. However, the sociodemographic characteristics of people attending primary care with insomnia were consistent with those with self-reported insomnia, thus primary care records are a valuable data source for studying risk factors for insomnia. Key PointsO_LIAround a third of the general population is thought to suffer from insomnia symptoms, but estimates are based on small samples and rely on people self-reporting their symptoms. C_LIO_LIElectronic health records (EHRs) offer a more objective means of measuring insomnia prevalence, but small-scale studies suggest they only capture a small proportion of insomnia cases. It is therefore unclear how useful EHRs are in measuring the prevalence of insomnia. C_LIO_LIIn a sample of over 160,000 UK Biobank participants in England we found that 29% of participants self-reported having insomnia symptoms, whilst only 6% had a Read code for insomnia symptoms in their primary care records. C_LIO_LICharacteristics of people attending primary care with insomnia symptoms are similar to those self-reporting insomnia symptoms, suggesting EHRs offer a valuable data source for studying risk factors for insomnia. C_LI Plain Language SummaryAround a third of the general population is thought to suffer from insomnia symptoms, but estimates are based on the responses of a small number of people and rely on them reporting their own symptoms. Peoples medical records offer a more objective way of finding out how many people have insomnia, but only capture people who go to their doctor for help. In this study we compared 160,000 peoples answers to a question on insomnia symptoms to their primary care records. We found that 29% of people reported insomnia symptoms, whereas only 6% had insomnia symptoms recorded in their medical records. However, the characteristics of those reporting insomnia and those with insomnia in their medical records were similar. This means that although medical records only capture a small proportion of those suffering from insomnia, they do still provide useful information for researchers studying risk factors for insomnia.
Autores: Melanie A de Lange, R. C. Richmond, S. V. Eastwood, N. M. Davies
Última actualización: 2023-09-08 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2023.09.07.23295191
Fuente PDF: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2023.09.07.23295191.full.pdf
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