Efectividad de la Vacunación de Refuerzo contra el COVID-19 Otoño 2022
Estudio examina el impacto de la vacuna de refuerzo en personas no clínicamente vulnerables de 50 años.
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Tabla de contenidos
Las vacunas contra el COVID-19 han demostrado ser efectivas para evitar que la gente se enferme gravemente, tenga que ir al hospital o muera por COVID-19. Sin embargo, con el tiempo, parece que su efectividad disminuye, por lo que se recomiendan dosis de Refuerzo. Recibir una dosis de refuerzo ayuda a reducir las posibilidades de enfermedad severa, pero esta protección también puede desvanecerse y puede no ser tan efectiva contra nuevas variantes del virus.
En el Reino Unido, después de las dos primeras dosis de la vacuna, la primera dosis de refuerzo se ofreció a partir del otoño de 2021 para grupos de alto riesgo y personas mayores de 50 años. Una segunda dosis de refuerzo estuvo disponible en la primavera de 2022 para personas de 75 años o más, así como para aquellos considerados clínicamente vulnerables. Para el otoño de 2022, se ofreció un nuevo refuerzo empezando en septiembre para grupos de alto riesgo, incluyendo a mayores de 65 años, residentes en hogares de cuidado y personas con sistemas inmunitarios debilitados. El 15 de octubre de 2022, también se permitió a las personas de 50 a 64 años que no fueran vistas como de alto riesgo recibir una dosis de refuerzo. Esta fecha coincidió con el lanzamiento de la vacuna contra la gripe, que también estaba disponible para las personas que cumplían 50 años en marzo de 2023.
Objetivos del estudio y participantes
El objetivo de este estudio era ver cuán efectiva fue la campaña de Vacunación de refuerzo contra el COVID-19 de otoño de 2022, combinada con la campaña de vacunación contra la gripe, para reducir los casos graves de COVID-19 entre personas de 50 años que no eran consideradas clínicamente vulnerables en Inglaterra. Este grupo ya había recibido al menos dos dosis de la vacuna contra el COVID-19 y se volvió elegible para ambas vacunas el 15 de octubre de 2022. Otro objetivo era entender cuán bien funcionó el refuerzo para aquellos que realmente fueron vacunados cuando se hicieron elegibles.
El estudio incluyó adultos de 45 a 54 años que estaban registrados en una práctica general al menos 90 días antes del 3 de septiembre de 2022 y que tenían datos completos sobre edad y sexo. Las personas consideradas de alto riesgo o clínicamente vulnerables no formaron parte de este estudio. Esto incluía trabajadores de la salud, residentes de hogares de ancianos, personas con enfermedades crónicas, aquellas que son inmunocomprometidas o cualquier persona que había recibido una tercera dosis de la vacuna.
También se excluyó a aquellos que no eran elegibles para el refuerzo o poco probables de vacunarse, como individuos que recibieron otra vacuna dentro de los 90 días posteriores al 15 de octubre, no recibieron sus dos primeras dosis de la vacuna, estaban confinados en casa o estaban recibiendo cuidados paliativos.
Recolección de datos
Todos los datos utilizados en este estudio fueron vinculados y analizados de manera segura a través de la plataforma OpenSAFELY. Los registros fueron obtenidos con el permiso de NHS England y vinculados a diversas fuentes de datos de salud, lo que permitió a los investigadores rastrear el historial de vacunación, visitas a departamentos de emergencia, Hospitalizaciones y registros de fallecimientos. Este contexto proporcionó un amplio conjunto de datos de aproximadamente 24 millones de personas actualmente registradas en consultas de médicos de cabecera.
Resultados medidos
El resultado principal analizado fue una combinación de estancias hospitalarias no planificadas relacionadas con COVID-19, visitas a departamentos de emergencia o muertes que ocurrieron seis semanas después del inicio de la campaña de vacunación. Para las hospitalizaciones, un diagnóstico de COVID-19 podría ser una causa primaria o contribuyente. Solo se contaron las admisiones no planificadas ya que son más propensas a estar relacionadas con nuevas infecciones de COVID-19.
Además, los investigadores también incluyeron casos de admisiones o muertes no planificadas relacionadas con problemas respiratorios, junto con cualquier admisión no planificada y cualquier muerte.
El estudio siguió a individuos de 50 años o más al comienzo del período de seguimiento, marcando el inicio de la campaña de refuerzo de otoño de 2022. Categorizaron la edad en intervalos de tres meses para un mejor análisis. La recepción del refuerzo se registró cuando alguien recibió su tercera o cuarta vacuna contra el COVID-19 después del 5 de septiembre de 2022.
Diseño del estudio
Para evaluar la efectividad de la vacunación de refuerzo, los investigadores utilizaron un método llamado regresión de discontinuidad, que ayuda a comparar grupos justo por encima y por debajo del umbral de edad para la elegibilidad de vacunación. Este método asume que, sin la vacunación, el riesgo de resultados severos cambiaría de manera uniforme a través del umbral de edad.
Se realizaron varias verificaciones para asegurar que ambos grupos (los que estaban justo por debajo y justo por encima de los 50 años) fueran similares en términos de factores demográficos clave. El análisis examinó variables como género, estatus socioeconómico, etnicidad y dosis de vacunas previas.
Hallazgos sobre la cobertura de vacunación
En la población del estudio, solo una pequeña fracción recibió el refuerzo antes de que estuviera disponible públicamente. Después del 15 de octubre, hubo un aumento rápido en la cobertura, que se estabilizó a finales de noviembre. Para el 26 de noviembre, la cobertura de refuerzo oscilaba entre el 6.1% para quienes acababan de cumplir 45 años y el 51.8% para quienes estaban cerca de los 55.
Notablemente, se observó un salto significativo en las tasas de vacunación justo en la marca de los 50 años, con muchas más personas de 50 años recibiendo el refuerzo en comparación con quienes eran un poco más jóvenes.
Resultados del estudio
El estudio encontró que los resultados severos de COVID-19 (hospitalizaciones, visitas a departamentos de emergencia o muertes) eran relativamente raros en ambos grupos. El riesgo de COVID-19 severo para quienes tenían entre 45 y 49 años era de 12.7 por cada 100,000, y para quienes tenían entre 50 y 54 años, era de 14.4 por cada 100,000. Los investigadores también analizaron el riesgo de problemas respiratorios y otros tipos de admisiones hospitalarias, sugiriendo que estos riesgos también eran bajos.
Al analizar el impacto del refuerzo para los de 50 años, los investigadores encontraron muy poco efecto en los riesgos asociados con resultados severos de COVID-19. Lo mismo se aplicó a los resultados respiratorios y cualquier forma de admisión no planificada. De hecho, los números indicaron que, aunque el refuerzo podría tener algunos beneficios, no eran lo suficientemente fuertes como para mostrar cambios significativos en los resultados generales para la población estudiada.
Comprendiendo el contexto más amplio
Diferentes estudios alrededor del mundo han demostrado que las dosis de refuerzo pueden ayudar a reducir las posibilidades de infección o resultados severos, especialmente cuando se involucran nuevas variantes. Sin embargo, muchos de estos estudios se centraron en adultos mayores, lo que hace que las comparaciones específicas sean desafiantes.
Durante el tiempo de este estudio, había una cantidad significativa de inmunidad existente en la población, ya que muchos ya habían sido vacunados o habían contraído previamente SARS-CoV-2 durante olas anteriores. Esta inmunidad previa puede haber reducido la necesidad de protección adicional del refuerzo.
La campaña de refuerzo de otoño de 2022 se diseñó para preparar a la población para un posible aumento de COVID-19 en invierno. Sin embargo, los investigadores encontraron que el riesgo real de enfermedad severa por COVID-19 en ese momento era bajo, particularmente para aquellos de 50 años que no eran considerados clínicamente vulnerables.
Implicaciones para futuras campañas
Los hallazgos sugieren que las campañas de vacunación deben considerar varios factores, incluyendo la naturaleza cambiante del virus, la velocidad de infecciones previas y cuántas personas deciden vacunarse. Este estudio mostró que, para un grupo poblacional que ya estaba en un menor riesgo de COVID-19 severo, los beneficios inmediatos de una dosis de refuerzo eran menos claros.
Si bien las dosis de refuerzo son generalmente seguras, es esencial sopesar los riesgos contra los beneficios. A medida que nuevos datos continúan surgiendo, las estrategias para la elegibilidad de vacunación pueden necesitar adaptarse, especialmente a medida que surjan nuevas variantes de COVID-19 e influyan en las decisiones de salud pública.
En resumen, la campaña de refuerzo contra el COVID-19 de otoño de 2022 en Inglaterra no mostró evidencia sólida de reducción de resultados severos de COVID-19 entre individuos no clínicamente vulnerables de 50 años. Si bien estos hallazgos pueden cambiar con diferentes condiciones, subraya la necesidad de un monitoreo y evaluación continuos de las estrategias de vacunación a medida que avanza la pandemia.
Título: Effect of the 2022 COVID-19 booster vaccination campaign in 50 year olds in England: regression discontinuity analysis in OpenSAFELY
Resumen: BackgroundSARS-CoV-2 vaccines are highly effective in preventing severe COVID-19 but require boosting to maintain protection. Changes to circulating variants and prevalent natural immunity may impact on real-world effectiveness of boosters in different time periods and in different populations. MethodsWith NHS England approval, we used linked routine clinical data from >24 million patients to evaluate the effectiveness of the 2022 combined COVID-19 autumn booster and influenza vaccine campaign in non-clinically vulnerable 50-year-olds in England using a regression discontinuity design. Our primary outcome was a composite of 6-week COVID-19 emergency attendance, COVID-19 unplanned hospitalisation, or death. The secondary outcomes were: respiratory hospitalisations or death; any unplanned hospitalisation; and any death. ResultsOur study included 1,917,375 people aged 45-54 years with no evidence of being in a high-risk group prioritised for vaccination. By 26 November 2022, booster vaccine coverage was 11.1% at age 49.75 years increasing to 39.7% at age 50.25 years. The estimated effect of the campaign on the risk of the primary outcome in 50-year-olds during weeks 7-12 after the campaign start was -0.4 per 100,000 (95% CI -7.8, 7.1). For the secondary outcomes the estimated effects were: -0.6 per 100,000 (95%CI -13.5, 12.3) for respiratory outcomes; 5.0 per 100,000 (95%CI -40.7, 50.8) for unplanned hospitalisations; and 3.0 per 100,000 (95%CI -2.7, 8.6) for any death. The results were similar when using different follow-up start dates, different bandwidths, or when estimating the effect of vaccination (rather than the campaign). ConclusionThis study found little evidence that the autumn 2022 vaccination campaign in England was associated with a reduction in severe COVID-19-related outcomes among non-clinically vulnerable 50-year-olds. Possible explanations include the low risk of severe outcomes due to substantial pre-existing vaccine- and infection-induced immunity. Modest booster coverage reduced the precision with which we could estimate effectiveness. The booster campaign may have had effects beyond those estimated, including reducing virus transmission and incidence of mild or moderate COVID-19.
Autores: Andrea L Schaffer, W. J. Hulme, E. M. F. Horne, E. P. K. Parker, V. Walker, C. Stables, A. Mehrkar, S. C. J. Bacon, C. Bates, B. Goldacre, A. J. Walker, The OpenSAFELY Collaborative, M. A. Hernan, J. A. C. Sterne
Última actualización: 2023-09-08 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2023.09.07.23295194
Fuente PDF: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2023.09.07.23295194.full.pdf
Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/
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