Nuevas perspectivas sobre las vacunas contra la gripe y la inmunidad
Un estudio revela respuestas inmunitarias complejas en las vacunas contra la gripe y la infección.
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Tabla de contenidos
Las vacunas juegan un papel clave en prevenir virus respiratorios como la influenza. Sin embargo, las vacunas actuales tienen limitaciones. A menudo no brindan una protección fuerte debido a que el virus cambia con el tiempo y la inmunidad en las personas se debilita. Muchas personas, especialmente las de alto riesgo, aún se enferman incluso después de vacunarse. Los investigadores están tratando urgentemente de crear vacunas que duren más y que puedan proteger contra una gama más amplia de virus.
Tradicionalmente, las vacunas contra la gripe se enfocan en crear una respuesta Inmune a una proteína clave del virus llamada hemaglutinina (HA). La efectividad de una vacuna se mide a menudo por la cantidad de Anticuerpos en la sangre que luchan contra HA. Las autoridades de salud tienen estándares específicos sobre lo que cuenta como niveles de anticuerpos protectores. A pesar de depender de los anticuerpos de HA, los estudios muestran que las respuestas a otras partes del virus, como la neuraminidasa (NA), también son importantes.
Hay una larga historia de estudio sobre cómo funciona la inmunidad en las superficies mucosas, como la nariz, durante las infecciones por influenza. Hallazgos recientes sugieren que un tipo de anticuerpo encontrado en la nariz, llamado IgA, juega un papel importante en la protección contra virus respiratorios. Estas respuestas mucosas pueden ayudar a detener la propagación del virus, algo que las vacunas tradicionales administradas por inyección pueden no lograr de manera efectiva.
Algunos estudios recientes han explorado cómo administrar una vacuna viva pero debilitada a través de la nariz ofrece mejor protección que una inyección. Sin embargo, la cantidad y el tipo correctos de anticuerpos mucosos necesarios para proteger contra la influenza aún no están claros.
Este estudio fue diseñado para investigar tanto las respuestas inmunitarias mucosas como sistémicas tras la vacunación y la infección por gripe en un entorno controlado. El informe resume las respuestas inmunitarias observadas en los participantes, examina cómo la inmunidad mucosa y sistémica se relacionan entre sí, e investiga la conexión entre las respuestas inmunitarias y los resultados clínicos.
Población del Estudio
Un total de 80 personas participaron en el estudio, divididas en dos grupos: uno recibió la vacuna contra la gripe mediante inyección, mientras que el otro grupo no se vacunó. Algunos participantes se retiraron antes del desafío viral, dejando 74 individuos para el análisis final. La edad promedio de los involucrados fue de 34 años, y ambos grupos tenían características similares en cuanto a edad, raza, género y etnia.
Resultados Clínicos
Los resultados de los desafíos virales para ambos grupos mostraron diferencias notables. El grupo vacunado tuvo una probabilidad significativamente menor de mostrar Síntomas de gripe en comparación con el grupo no vacunado. También hubo una tendencia que indicaba que los participantes Vacunados tenían una duración más corta de síntomas y menos síntomas en general. Aunque la eliminación viral fue menos común en los vacunados, la diferencia no fue estadísticamente significativa.
Las mediciones que indican la gravedad de los síntomas fueron más bajas en el grupo vacunado, confirmando que la vacunación ofreció cierta protección contra la enfermedad gripal. Sin embargo, estaba claro que aunque la vacunación tuvo un efecto, no previno completamente la infección.
Respuestas Inmunitarias
Se midieron los niveles de anticuerpos en la sangre y en las secreciones nasales antes y después del desafío viral. El grupo vacunado mostró aumentos significativos en los anticuerpos contra HA en su sangre tras la vacunación, aunque no se observaron cambios significativos para los anticuerpos contra NA. En términos de anticuerpos nasales, no se observaron cambios significativos en el grupo vacunado después de recibir la vacuna.
Curiosamente, después de estar expuestos al virus, tanto los grupos vacunados como no vacunados mostraron aumentos en los anticuerpos nasales. Cabe destacar que el grupo vacunado tuvo niveles más altos de anticuerpos específicos en su sangre en comparación con el grupo no vacunado en varias etapas del estudio.
Correlación de Respuestas Inmunitarias
El estudio también examinó cómo los niveles de anticuerpos se correlacionaron entre sí. Se observaron correlaciones fuertes entre varios anticuerpos en la sangre, pero no entre los anticuerpos en sangre y los encontrados en las secreciones nasales. Esto sugiere que, aunque ambos tipos de anticuerpos juegan un papel en la lucha contra los virus, pueden hacerlo a través de diferentes mecanismos y no necesariamente influyen entre sí directamente.
Estado de Eliminación y Resultados Clínicos
Los participantes fueron agrupados según cuánto tiempo eliminaron el virus después de la infección. Aquellos que no eliminaron el virus tuvieron los niveles más altos de anticuerpos, mientras que los que eliminaron durante períodos más largos tuvieron los niveles más bajos. Hubo diferencias significativas en los niveles de anticuerpos entre estos grupos, lo que indica que los niveles de anticuerpos pueden actuar como marcadores de protección contra el virus.
A pesar de las diferencias en síntomas y eliminación entre los grupos, las variaciones no fueron estadísticamente significativas cuando se ajustaron por múltiples comparaciones.
Evaluación de Protección
El estudio empleó varios modelos estadísticos para examinar la relación entre los niveles de anticuerpos antes del desafío y los resultados clínicos. Se encontró que niveles más altos de anticuerpos antes del desafío estaban vinculados a mejores resultados respecto a los síntomas de gripe y duración de la eliminación viral. Sin embargo, en el grupo no vacunado, no se encontraron medidas inmunológicas específicas que predijeran resultados.
Estos hallazgos refuerzan la idea de que, aunque la vacunación mejora los resultados, la respuesta inmune que genera es compleja y no se puede reducir a simples mediciones de anticuerpos.
Limitaciones
El estudio enfrentó varias limitaciones. El pequeño número de participantes restringió la capacidad de detectar diferencias más pequeñas en los datos. Además, el estudio no fue ciego, lo que podría haber llevado a sesgos en cómo se reportaron los síntomas. Los participantes en el grupo no vacunado tenían niveles de anticuerpos basales más bajos, lo que podría haber influido en los resultados.
La falta de ciertas pruebas funcionales para los anticuerpos mucosos también puede debilitar los hallazgos relacionados con la inmunidad mucosa. Las mediciones para la inmunidad celular no fueron parte de este estudio, pero se planean para futuras investigaciones.
Conclusión
El estudio ilustra que la respuesta inmune a la influenza es compleja y va más allá de solo medir anticuerpos en la sangre o nariz. Los hallazgos muestran la necesidad de profundizar en la relación entre la inmunidad mucosa y sistémica para crear mejores vacunas. Explorar estas relaciones más a fondo ayudará en el diseño de vacunas de nueva generación que puedan ofrecer una mejor protección contra virus respiratorios como la influenza.
Los futuros estudios serán vitales para entender cómo diferentes tipos de respuestas inmunitarias trabajan juntas para combatir infecciones y cómo estos conocimientos pueden utilizarse para mejorar las estrategias de vacunación.
Título: Mucosal Correlates of Protection after Influenza Viral Challenge of Vaccinated and Unvaccinated Healthy Volunteers
Resumen: Induction of systemic antibody titers against hemagglutinin has long been the main focus of influenza vaccination strategies, but mucosal immunity has also been shown to play a key role in protection against respiratory viruses. By vaccinating and challenging healthy volunteers, we demonstrated that inactivated influenza vaccine (IIV) modestly reduced the rate of influenza while predominantly boosting serum antibody titers against hemagglutinin (HA) and HA stalk, a consequence of the low neuraminidase (NA) content of IIV and the intramuscular route of administration. Not surprisingly, viral challenge induced nasal and serum responses against both HA and NA. Correlations between mucosal IgA and serum IgG against specific antigens were low, whether before or after challenge, suggesting a compartmentalization of immune responses. Even so, volunteers who developed viral shedding for multiple days had lower baseline titers across both systemic and mucosal compartments as compared to those with no shedding or a single day of shedding. Regression analysis showed that pre-challenge HA inhibition titers were the most consistent correlate of protection across clinical outcomes combining shedding and symptoms, with NA inhibition titers and HA IgG levels only predicting the duration of shedding. Despite the inclusion of data from multiple binding and functional antibody assays against HA and NA performed on both serum and nasal samples, multivariate models were unable to account for the variability in outcomes, emphasizing our imperfect understanding of immune correlates in influenza and the importance of refining models with assessments of innate and cellular immune responses. ImportanceThe devastating potential of influenza has been well known for over 100 years. Despite the development of vaccines since the middle of the twentieth century, influenza continues to be responsible for substantial global morbidity and mortality. To develop next-generation vaccines with enhanced effectiveness, we must synthesize our understanding of the complex immune mechanisms culminating in protection. Our study outlines the differences in immune responses to influenza vaccine and influenza infection, identifying potential gaps in vaccine-induced immunity, particularly at the level of the nasal mucosa. Furthermore, this research underscores the need to refine our imperfect models while recognizing potential pitfalls in past and future attempts to identify and measure correlates of protection.
Autores: Luca T Giurgea, R. Bean, A. Han, L. Czajkowski, A. Cervantes-Medina, M. Gouzoulis, A. Mateja, S. Hunsberger, S. Reed, R. Athota, H. A. Baus, J. C. Kash, J. Park, J. K. Taubenberger, M. J. Memoli
Última actualización: 2023-10-05 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2023.09.27.23296227
Fuente PDF: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2023.09.27.23296227.full.pdf
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