Actividad Física y Salud del Hígado: Una Nueva Mirada
La investigación muestra que los niveles de actividad afectan el riesgo de enfermedad del hígado graso no alcohólico.
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Tabla de contenidos
- La importancia de la actividad física
- Detalles del estudio
- Cómo se midió la actividad física
- Identificación de casos de EHGNA
- Hallazgos clave sobre el conteo de pasos y la EHGNA
- El papel del peso y otros factores de salud
- Examinando diferentes métodos para identificar la EHGNA
- Fortalezas y limitaciones del estudio
- Conclusión e implicaciones
- Fuente original
La enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) es un problemón de salud común que afecta al hígado y no es causado por el consumo de alcohol. Se estima que alrededor del 30% de la gente en el mundo tiene esta condición. La EHGNA puede llevar a problemas graves como cirrosis hepática y falla hepática, y muchos expertos predicen que será la principal razón por la que la gente necesitará trasplantes de hígado en un futuro cercano. El aumento de casos de EHGNA se debe principalmente a cambios en el estilo de vida, como comer mal y no hacer ejercicio.
Una forma de ayudar a prevenir la EHGNA es a través de cambios en el estilo de vida, especialmente siendo más activos. La investigación muestra que las personas que hacen más Actividad Física pueden tener un menor riesgo de desarrollar EHGNA. Algunos estudios incluso han encontrado que el ejercicio puede ayudar a reducir la grasa en el hígado.
La importancia de la actividad física
La actividad física es clave para mantener una buena salud en general. Sin embargo, muchos de los estudios anteriores sobre este tema se basaron en que la gente reportara sus niveles de actividad. Este método puede ser inexacto porque las personas a veces no recuerdan bien o pueden subestimar o sobreestimar su actividad. Además, los datos autoinformados no capturan qué tan activos son en un día a día.
También, otros factores pueden influir en la relación entre la actividad física y la EHGNA, como la grasa corporal, la presión arterial, medicamentos y diabetes. Muchos estudios anteriores se centraron solo en estos factores como posibles causas, sin reconocer que también podrían actuar como enlaces entre la actividad física y el riesgo de EHGNA.
Detalles del estudio
Para entender mejor cómo la actividad física afecta la EHGNA, los investigadores usaron datos de un gran estudio en el Reino Unido que involucró a unas 500,000 personas adultas. Los participantes tenían entre 40 y 69 años y vivían a cierta distancia de un centro de estudio. Dieron su consentimiento y compartieron información sobre su demografía, estilo de vida y salud durante una visita inicial.
Para el análisis principal, los investigadores incluyeron solo a quienes tenían datos válidos sobre su actividad física y no tenían enfermedades hepáticas preexistentes. Se les pidió a los participantes que llevaran un dispositivo que mide el movimiento (un acelerómetro) en la muñeca durante una semana. Este dispositivo ayuda a recoger datos precisos sobre el número de pasos que dan cada día.
Cómo se midió la actividad física
De los numerosos participantes, se seleccionó un grupo al azar para usar un acelerómetro. Alrededor del 45% de los seleccionados aceptó participar. El acelerómetro recogió datos de movimiento de manera continua durante siete días. Se les indicó a los participantes que lo llevaran durante sus actividades diarias, sin interrupción.
Con los datos registrados, los investigadores contaron los pasos dados cada día. Miraron el número promedio de pasos diarios y organizaron a los participantes en cuatro grupos según su nivel de actividad. También consideraron el ritmo de caminata, con un número específico de pasos por minuto definido como actividad moderada.
Además, los investigadores utilizaron un cuestionario para evaluar la actividad física autoinformada entre todos los participantes. Este cuestionario preguntó cuántos días los participantes realizaron diferentes tipos de actividades físicas, como caminar y hacer ejercicio. Las respuestas se usaron para estimar los niveles totales de actividad en términos de energía gastada.
Identificación de casos de EHGNA
Para determinar quién tenía EHGNA, los investigadores usaron registros de salud y códigos de salud oficiales. Esto les permitió identificar ingresos hospitalarios relacionados con la EHGNA así como muertes donde la EHGNA fue un factor contribuyente. Algunos participantes también se sometieron a una resonancia magnética (MRI), lo que ayudó a identificar más casos de EHGNA basándose en mediciones específicas de grasa hepática.
En el estudio, se monitoreó a los participantes a lo largo del tiempo hasta que se les diagnosticó EHGNA, fallecieron, decidieron retirarse del estudio o alcanzaron el final del período de seguimiento.
Hallazgos clave sobre el conteo de pasos y la EHGNA
Los investigadores querían ver si había una conexión entre el número de pasos dados diariamente y el riesgo de desarrollar EHGNA. Después de seguir a los participantes durante un promedio de 7.9 años, encontraron 762 nuevos casos de EHGNA. Entre aquellos con los conteos más altos de pasos diarios, el riesgo de EHGNA era considerablemente más bajo en comparación con los que tenían los conteos más bajos.
Por cada 1,000 pasos adicionales dados (lo que equivale a unos diez minutos más de caminata), el riesgo de desarrollar EHGNA disminuyó en un 12%. Esto sugiere un fuerte vínculo entre estar activo y reducir las posibilidades de acumulación de grasa en el hígado.
El papel del peso y otros factores de salud
Aunque la actividad física se asoció con un menor riesgo de EHGNA, otros factores como el peso corporal jugaron un papel importante. Cuando los investigadores incluyeron el Índice de Masa Corporal (IMC) en su análisis, el vínculo entre el conteo de pasos y el riesgo de EHGNA se debilitó. Esto indica que estar pasado de peso puede influir en cómo la actividad física afecta el riesgo de EHGNA.
Otros factores de salud como la presión arterial alta, el uso de medicamentos y la diabetes también moderaron esta relación hasta cierto punto. Esto significa que aunque estar activo puede ayudar a reducir el riesgo de EHGNA, aquellos que están pasados de peso o tienen otras condiciones de salud pueden no experimentar el mismo beneficio.
Examinando diferentes métodos para identificar la EHGNA
Los investigadores también examinaron el efecto de usar resonancias magnéticas para identificar casos de EHGNA en lugar de depender solo de Registros Hospitalarios. Encontraron que la conexión entre los niveles de actividad y el riesgo de EHGNA era menos pronunciada al identificar casos a través de MRI. Esto podría deberse a que la MRI detecta casos menos severos o que se han desarrollado antes de lo que normalmente revelan los ingresos hospitalarios.
En resumen, los hallazgos mostraron una relación consistente pero ligeramente más débil entre el conteo de pasos y la EHGNA al usar datos de MRI en comparación con registros hospitalarios. Sin embargo, ambos métodos apoyaron la conclusión general de que la actividad es beneficiosa para la salud del hígado.
Fortalezas y limitaciones del estudio
Esta investigación tuvo varias fortalezas, incluyendo un gran número de participantes, el uso de mediciones objetivas para la actividad física y una consideración exhaustiva de varios factores que podrían afectar los resultados. Sin embargo, hubo limitaciones. Los participantes del estudio no fueron muy diversos en términos de etnicidad y provenían de un solo área geográfica.
Además, la dependencia de registros hospitalarios podría resultar en casos perdidos, especialmente aquellos que no son lo suficientemente severos como para requerir hospitalización. Aunque los investigadores tomaron en cuenta posibles sesgos y factores confusos, aún podrían haber influencias no medidas que afecten los resultados.
Conclusión e implicaciones
Este estudio destaca que medir la actividad física con un dispositivo proporciona una imagen más clara de su vínculo con el riesgo de EHGNA que depender de datos autoinformados. También muestra que mantener un estilo de vida activo puede ayudar significativamente a reducir el riesgo de EHGNA, especialmente en la población general.
Dado el aumento de casos de EHGNA, fomentar la actividad física es esencial para la salud pública. Se necesita más investigación para confirmar estos hallazgos en diferentes poblaciones y entornos. Los resultados enfatizan la importancia de mantenerse activo para la salud del hígado y pueden guiar esfuerzos futuros en la prevención de la EHGNA.
Título: Association of daily steps with incident non-alcoholic fatty liver disease: Evidence from the UK Biobank cohort
Resumen: BackgroundLow physical activity (PA) has been shown to be associated with higher risk of non-alcoholic fatty liver disease (NAFLD). However, the strength and shape of this association are currently uncertain due to a reliance on self-reported PA measures. This report aims to investigate the relationship of PA with NAFLD using accelerometer-derived step count from a large prospective cohort study. MethodsThe wrist-worn accelerometer sub-study of the UK Biobank (N=[~]100,000) was used to characterise median daily step count over a seven-day period. NAFLD cases were ascertained via record linkage with hospital inpatient data and death registers or by using a measure of liver fat from imaging. Cox proportional hazards models were employed to assess the association between step count and NAFLD, adjusting for age, sociodemographic, and lifestyle factors. Mediation analyses were conducted. ResultsAmong 91,031 participants (709,440 person-years of follow-up), there were 762 incident NAFLD cases. Higher step count was log-linearly and inversely associated with risk of NAFLD. A 1000 step increase (representing 10 minutes of walking) was associated with a 12% (95% CI: 10%-14%) lower hazard of NAFLD. When using imaging to identify NAFLD, a 1,000-step increase was associated with a 6% (95% CI: 6%-7%) lower risk. There was evidence for some mediation by adiposity. ConclusionPhysical activity, a modifiable risk factor, is log-linearly and inversely associated with NAFLD. This association was only partially explained by adiposity. These findings from a large cohort study may have important implications for strategies to lower NAFLD risk.
Autores: Aiden Doherty, E. S. Fulda, L. Portas, C. Harper, D. Preiss, D. Bennett
Última actualización: 2024-05-17 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2024.05.17.24307527
Fuente PDF: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2024.05.17.24307527.full.pdf
Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/
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