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Carcinoma Lobular Invasivo: Una Mirada Más Cercana

Entendiendo los desafíos únicos del Carcinoma Lobular Invasivo en el cáncer de mama.

Joseph L. Sottnik, Madeleine T. Shackleford, Camryn S. Nesiba, Amanda L. Richer, Jordan M. Swartz, Carmen E. Rowland, Maggie Musick, Rui Fu, Patricia L. Opresko, Sanjana Mehrotra, Jay R. Hesselberth, Jennifer R. Diamond, Matthew J. Sikora

― 8 minilectura


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El carcinoma lobulillar invasivo (CLI) es un tipo único de cáncer de mama que surge de los lobulillos, que son las glándulas productoras de leche en el pecho. A diferencia del carcinoma ductal invasivo (CDI), que tiende a formar masas sólidas, el CLI crece de una manera distintiva, a menudo descrita como una formación en "una sola fila". Esto significa que las células cancerosas se deslizan por los tejidos de manera sigilosa, en lugar de abrirse camino como un bulldozer.

¿Por qué es diferente el CLI?

El CLI no solo es diferente en cómo crece; también tiene características únicas a nivel molecular. Por ejemplo, alrededor del 95% de los casos de CLI son positivos para el receptor de estrógeno (RE), lo que significa que dependen de la hormona estrógeno para crecer. Es un poco como tener una mascota que solo come un tipo específico de comida; tienes que asegurarte de tener eso en stock para mantenerla feliz y en crecimiento. Además, muchos tumores de CLI se clasifican como Luminal A, un subtipo que normalmente tiene un mejor pronóstico que otros tipos de cáncer de mama.

Sin embargo, aquí está el detalle: incluso con estos marcadores de “bajo riesgo”, el CLI tiende a regresar más a menudo que el CDI. Los estudios muestran que la tasa de recurrencia aumenta significativamente, sin importar si las células cancerosas son positivas para RE o no. Además, el CLI tiene la fama de esparcirse a lugares inusuales en el cuerpo, como el tracto gastrointestinal e incluso el cerebro, lo que puede complicar el tratamiento.

La importancia de mejores tratamientos

Dadas estas dificultades, los pacientes con CLI a menudo enfrentan un panorama de tratamiento complicado. Aunque las terapias anti-estrógenos, como el Tamoxifeno o los inhibidores de aromatasa, pueden ser efectivas, hay cierto debate sobre cuán bien funcionan para el CLI en comparación con el CDI. Además, la quimioterapia a menudo proporciona beneficios limitados para los pacientes con CLI, complicando aún más las estrategias de tratamiento. Hay una necesidad urgente de nuevas terapias que apunten específicamente a la biología única del CLI.

MDC1: Un jugador clave

Una de las proteínas que ha despertado interés en la investigación del CLI es el Mediador del Punto de Control de Daño de ADN 1 (MDC1). Esta proteína se ha identificado como un co-regulador crucial de la actividad del RE en las células de CLI. En términos más simples, imagina que MDC1 es un ayudante que permite que la "mascota" (células cancerosas) coma (crezca) mejor al responder al estrógeno. Sin embargo, MDC1 no tiene ningún “recetario” conocido para hacer esto; sus métodos exactos siguen siendo un misterio.

MDC1 generalmente sirve para un doble propósito: ayuda a reparar el daño en el ADN y regula los mecanismos de señalización que controlan el ciclo celular. Pero en el CLI, parece perder algunas de sus funciones de reparación de ADN, lo que plantea preguntas sobre cómo esto se entrelaza con la biología del CLI.

El rompecabezas de la Reparación del ADN

Cuando se trata de la reparación del ADN, la mayoría de los tumores de CLI no presentan los signos comunes de deficiencias en la reparación del ADN, como mutaciones en los genes BRCA1 o BRCA2. Estas mutaciones son un impulsor significativo del cáncer de mama y a menudo se asocian con una mayor probabilidad de problemas en la reparación del ADN. Sorprendentemente, solo un pequeño porcentaje de los casos de CLI tiene mutaciones en estos genes.

El CLI se ve generalmente como si tuviera genomas "tranquilos", pero curiosamente, algunos estudios sugieren que un subconjunto de los tumores de CLI puede mostrar signos de características elevadas de respuesta al daño del ADN. Es casi como si el CLI estuviera escondiendo su verdadera naturaleza detrás de una fachada amigable, mientras que, en el fondo, sigue siendo un poco más caótico.

El papel de los Inhibidores de PARP

Hemos establecido que el CLI tiene sus rarezas, pero hallazgos recientes muestran que podría ser sensible a una clase de tratamiento conocido como inhibidores de PARP. Estos medicamentos trabajan aprovechando las debilidades en los mecanismos de reparación del ADN de las células cancerosas, similar a cómo un ladrón podría aprovechar una cerradura débil para entrar. Con el CLI mostrando signos de disfunción en la reparación del ADN, hay un rayo de esperanza de que los inhibidores de PARP, como el talazoparib, podrían atacar eficazmente este tipo de cáncer.

En pruebas de laboratorio, las líneas celulares de CLI han mostrado una sorprendente sensibilidad al talazoparib. ¡Es como descubrir que tu restaurante favorito tiene un plato secreto que nunca supiste que existía! Cuando se prueba en modelos animales, el talazoparib no solo ralentizó el crecimiento del tumor, sino que lo hizo de una manera más efectiva que las terapias anti-estrógenos tradicionales.

Entendiendo las conexiones

Para investigar más estas conexiones, los investigadores han estado perfilando las interacciones de MDC1 en las células de CLI. Al usar técnicas avanzadas como la espectrometría de masas, los científicos esperan pintar un panorama más claro de cómo MDC1 colabora con varias proteínas involucradas tanto en la señalización de estrógenos como en la reparación del ADN. Imagina armar un rompecabezas sin la tapa de la caja; tienes que averiguar cómo encajan todas estas piezas para ver la imagen completa.

Los investigadores también han analizado perfiles de células individuales para entender mejor cómo ciertos genes se comportan en respuesta a los estrógenos y los procesos de reparación del ADN. Estos estudios revelan que las células de CLI operan de manera diferente a las células de CDI, especialmente en cómo manejan el daño y la reparación del ADN.

La gran imagen: CLI vs CDI

Al comparar el CLI con el CDI, las diferencias se vuelven aún más evidentes. Las células de CDI muestran una robusta respuesta de reparación del ADN, incluyendo un eficiente recambio de RAD51, una proteína crucial para reparar el ADN. Las células de CLI, por otro lado, a menudo tienen dificultades con este proceso, lo que sugiere que podrían tener una forma única de disfunción en lo que respecta a la reparación del ADN.

Esta complejidad insinúa un posible vínculo entre la biología del CLI, su respuesta única al daño del ADN y su sensibilidad a tratamientos como los inhibidores de PARP. Plantea más preguntas que respuestas: ¿Cómo puede un tipo de cáncer depender de un “ayudante” como MDC1 para crecer mientras tiene problemas con la reparación del ADN? Y ¿puede atacar esta disfunción conducir a tratamientos más efectivos?

La necesidad de ensayos clínicos

Dado los resultados prometedores de los estudios de laboratorio, hay una urgente necesidad de ensayos clínicos enfocados en la población de CLI. Aunque muchos estudios de cáncer de mama no siempre categorizan claramente los tipos de tumores, iniciativas recientes han buscado inscribir específicamente a pacientes con CLI. Este enfoque dirigido puede ayudar a los investigadores a recopilar datos valiosos para adaptar mejor los tratamientos a este tipo único de cáncer.

Conclusión: Hacia mejores estrategias

El CLI presenta un desafío distinto en el mundo del cáncer de mama, pero con investigaciones en curso y una mejor comprensión de su biología única, la esperanza de terapias más efectivas está en el horizonte. Con un enfoque en descubrir las verdades de la disfunción en la reparación del ADN del CLI y el papel de proteínas como MDC1, la comunidad médica está lista para avanzar en la mejora de los resultados para los pacientes que enfrentan esta compleja forma de cáncer de mama.

Ya sea a través del desarrollo de medicamentos innovadores o ensayos clínicos dirigidos, el futuro se ve prometedor. Solo recuerda, incluso si el camino es complicado, los investigadores están trabajando arduamente para encontrar las mejores rutas, ¡así que la "mascota" no tiene que depender siempre de la misma comida!

Fuente original

Título: Co-regulator activity of Mediator of DNA Damage Checkpoint 1 (MDC1) is associated with DNA repair dysfunction and PARP inhibitor sensitivity in lobular carcinoma of the breast

Resumen: Invasive lobular carcinoma of the breast (ILC) are typically estrogen receptor (ER)-positive and present with biomarkers of anti-estrogen sensitive disease, yet patients with ILC face uniquely poor long-term outcomes with increased recurrence risk, suggesting endocrine response and ER function are unique in ILC. We previously found specifically in ILC cells that ER is co-regulated by the DNA repair protein Mediator of DNA Damage Checkpoint 1 (MDC1). This novel MDC1 activity, however, was associated with dysfunction in the canonical DNA repair activity of MDC1, but absent typical features of DNA repair deficiency. To understand reciprocal activities of MDC1, we profiled the MDC1 interactome and found MDC1-associated proteins in ILC cells mirror a "BRCA-like" state lacking key homologous recombination (HR) proteins, consistent with HR dysfunction but distinct from classic "BRCAness". HR dysfunction in ILC cells was mirrored in single-cell transcriptome and DNA repair activity analyses, along with DNA repair signaling and functional data, showing dysfunctional HR induction and resolution. In parallel, ILC tumor data are consistent with a distinct form of HR dysfunction via impaired HR resolution, lacking BRCA-like genomic scarring but with elevated signatures of PARP inhibitor sensitivity. We tested whether this HR dysfunction could indeed be exploited using PARP inhibition and found that talazoparib treatment produced a durable growth suppression in vitro and in multiple ILC xenografts in vivo. ILC-specific ER:MDC1 activity creates a new context for ER and MDC1 function in ILC, at the cost of a DNA repair dysfunction that is therapeutically targetable. SignificanceILC are rarely associated with biomarkers of HR deficiency, and as such patients are rarely eligible for treatment with PARP inhibitors. Our work suggests ILC present with a previously unappreciated form of HR dysfunction, linked to ILC-specific genomic activity of ER and MDC1, which imparts sensitivity to PARP inhibition.

Autores: Joseph L. Sottnik, Madeleine T. Shackleford, Camryn S. Nesiba, Amanda L. Richer, Jordan M. Swartz, Carmen E. Rowland, Maggie Musick, Rui Fu, Patricia L. Opresko, Sanjana Mehrotra, Jay R. Hesselberth, Jennifer R. Diamond, Matthew J. Sikora

Última actualización: 2024-12-06 00:00:00

Idioma: English

Fuente URL: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2023.10.29.564555

Fuente PDF: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2023.10.29.564555.full.pdf

Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/

Cambios: Este resumen se ha elaborado con la ayuda de AI y puede contener imprecisiones. Para obtener información precisa, consulte los documentos originales enlazados aquí.

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