El Papel de las Prostaglandinas en el Trabajo de Parto
Las prostaglandinas juegan un papel crucial en el trabajo de parto y su manejo.
Eilidh M. Wood, Kylie K. Hornaday, Matthew Newton, Melinda Wang, Stephen L. Wood, Donna M. Slater
― 9 minilectura
Tabla de contenidos
- ¿Por qué nos importan las prostaglandinas?
- El misterio del inicio del trabajo de parto
- Lo que los investigadores querían hacer
- Encontrando participantes
- Recolección de muestras
- Análisis de niveles de prostaglandinas
- Lo que mostraron los resultados
- Maduración cervical y prostaglandinas
- ¿Y qué hay del parto prematuro?
- La imagen más grande: otros eicosanoides
- Resumiendo
- Fuente original
- Enlaces de referencia
Las Prostaglandinas son químicos pequeñitos en nuestros cuerpos que ayudan a regular diferentes procesos biológicos. Puedes pensar en ellas como ayudantes que juegan un papel importante en cosas como la reproducción, incluyendo el embarazo y el parto. Ayudan a suavizar el cuello uterino (esa es la parte del útero que se abre durante el trabajo de parto), hacen que el útero se contraiga, y hasta ayudan a romper la bolsa de agua cuando el bebé está listo para salir.
Las prostaglandinas más famosas involucradas en el parto son PGE2 y PGF2α. Los doctores han estado usando estas prostaglandinas y sus versiones sintéticas desde los años 60 para inducir el parto o hacerlo más fuerte. Es como darle un empujoncito a la naturaleza cuando no está del todo lista para comenzar el espectáculo.
Otras prostaglandinas, como PGI2 y PGD2, tienen roles diferentes. Aunque no se usan de la misma manera durante el parto, todavía son parte del juego complejo del embarazo. Todas estas prostaglandinas pertenecen a una familia más grande de sustancias similares llamadas eicosanoides. Piensa en los eicosanoides como la familia extendida de las prostaglandinas.
¿Por qué nos importan las prostaglandinas?
Entender cómo funcionan estas sustancias puede ayudar a los doctores a manejar el trabajo de parto mejor. Esto es especialmente importante en el caso del parto prematuro, que puede ser un problema serio para muchos bebés y sus papás. El parto prematuro es cuando un bebé nace antes de las 37 semanas de embarazo. Es una de las mayores razones para problemas de salud en recién nacidos.
Muchos científicos han sugerido varios indicadores o “Biomarcadores” que podrían ayudar a predecir cuándo alguien entrará en trabajo de parto prematuro, pero hasta ahora, nada ha sido lo suficientemente confiable para usar en un hospital. De hecho, alrededor de la mitad de las personas que muestran señales de parto prematuro realmente terminarán dando a luz a término. Esto hace que sea complicado para los doctores saber quién realmente necesita cuidado extra.
Si podemos medir con precisión ciertos biomarcadores, especialmente en la orina, podríamos dar ayuda específica a quienes realmente la necesitan. Aquí es donde nuestras heroínas, las prostaglandinas, vuelven a entrar en acción. Hay algunas pruebas de que los niveles de prostaglandinas en la orina de una mujer aumentan cuando comienza el trabajo de parto. Como la orina es fácil de recoger, podría ser una buena opción para los doctores que buscan identificar a mujeres que podrían entrar en trabajo de parto prematuro.
El misterio del inicio del trabajo de parto
A pesar de la importancia de las prostaglandinas, todavía no entendemos completamente cómo inician el trabajo de parto. Si lo supiéramos, haría todo mucho más fácil para todos los involucrados. Hay mucha especulación sobre qué provoca el parto prematuro, y se han hecho muchas sugerencias, pero aún no hay respuestas claras.
Algunos estudios han mostrado que cuando las mujeres están cerca de dar a luz, ciertos niveles de prostaglandinas aumentan, pero no hay garantía de que esto suceda en todas. Esto es importante porque tener un indicador confiable para el trabajo de parto podría significar la diferencia entre un parto saludable y un nacimiento prematuro.
Lo que los investigadores querían hacer
Los investigadores querían averiguar si medir prostaglandinas específicas en la orina podría ayudar a entender cuándo está a punto de comenzar el trabajo de parto, particularmente para mujeres que experimentan un parto prematuro amenazante. También querían ver si hay otros eicosanoides involucrados durante el trabajo de parto que podrían ser potencialmente útiles.
Su plan era bastante sencillo. Mirarían la orina de mujeres embarazadas en diferentes momentos—tanto las que estaban en trabajo de parto como las que no—enfocándose especialmente en aquellas en riesgo de parto prematuro. Esto incluía mujeres que mostraban signos de trabajo de parto pero que aún no habían dado a luz.
Encontrando participantes
Los investigadores obtuvieron aprobación de un comité de ética local y se aseguraron de que todos los involucrados supieran en qué se estaban metiendo. Se reclutaron mujeres de un hospital en Calgary desde mayo de 2018 hasta julio de 2020. Las participantes se dividieron en grupos según si estaban a término (37 semanas o más) o prematuro (menos de 37 semanas), y si estaban en trabajo de parto o no.
Los grupos se veían así:
- No Labor a Término (NLT) - 32 participantes
- Labor a Término (LT) - 49 participantes
- No Labor Prematuro (NLP) - 15 participantes
- Labor Prematuro Amenazante con Parto Prematuro (LPAP-PP) - 43 participantes
- Labor Prematuro Amenazante con Parto a Término (LPAP-PT) - 44 participantes
El grupo de no labor a término incluía mujeres listas para inducción o una cesárea. El grupo de labor a término consistía en mujeres cuyo trabajo de parto comenzó por sí solo y que dieron a luz entre 37 y 42 semanas.
Recolección de muestras
Una vez que las mujeres fueron reclutadas, proporcionaron muestras de orina en contenedores estériles, que luego fueron congelados para su análisis posterior. Los investigadores también recolectaron información clínica, como cuán dilatado estaba el cuello uterino, y cuánto tiempo habían estado rotas las membranas. Estos datos adicionales ayudaron a dar una visión más completa de lo que estaba pasando con cada participante.
Análisis de niveles de prostaglandinas
Para medir los niveles de prostaglandinas específicas en las muestras de orina, los investigadores utilizaron una técnica llamada ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas (ELISA). Tenían varios kits que les permitieron medir varios metabolitos de prostaglandinas, incluyendo PGFM y PGEM, entre otros.
Cuando llegaron los resultados, pudieron comparar los niveles de estas sustancias entre los diferentes grupos de mujeres. En general, las mujeres en trabajo de parto mostraron niveles más altos de ciertas prostaglandinas en comparación con las que no estaban en trabajo de parto. Esto era esperado y respaldó la idea de que las prostaglandinas juegan un papel en el proceso del trabajo de parto.
Lo que mostraron los resultados
La investigación encontró que ciertos niveles de prostaglandinas eran más altos en las mujeres que realmente estaban en trabajo de parto en comparación con las que no. Por ejemplo, los niveles de PGFM, PGEM y PGF2α estaban notablemente elevados en el grupo de trabajo de parto a término, mientras que el grupo de trabajo de parto prematuro no mostró diferencias significativas basadas en el momento del parto.
Sin embargo, los investigadores no encontraron evidencia sólida de que los niveles urinarios de prostaglandinas pudieran predecir con fiabilidad el trabajo de parto. Si bien los niveles aumentaron durante el trabajo de parto, no parecían cambiar significativamente antes, al menos no de manera consistente.
Parece que solo porque una mujer pueda tener algunos signos de trabajo de parto temprano, no hay garantía de que esto lleve a un parto prematuro. Esto es un poco desalentador para cualquiera que esperaba una forma infalible de predecir el trabajo de parto.
Maduración cervical y prostaglandinas
La maduración cervical es una parte clave del proceso del trabajo de parto. Este es el momento en que el cuello uterino se ablanda y se prepara para que el bebé sea entregado. Los investigadores encontraron que un tipo de prostaglandina, el PGEM, estaba vinculado positivamente a la maduración cervical, pero solo cuando las mujeres estaban a término. En situaciones prematuras, otras sustancias mostraron una asociación negativa, lo que fue un poco desconcertante.
A pesar de la extensa investigación que muestra que las prostaglandinas pueden ayudar con la maduración cervical, todavía no está claro si el aumento de estos químicos es lo que causa la maduración cervical o simplemente es resultado de ello. Así que, es un clásico dilema del huevo y la gallina en el mundo de la bioquímica.
¿Y qué hay del parto prematuro?
El estudio también quería ver si las prostaglandinas podrían ayudar a distinguir entre los casos de parto prematuro que se resolvieron y los que no. Algunos estudios anteriores sugirieron que ciertos niveles de prostaglandinas podrían ser más altos en mujeres que terminan dando a luz prematuramente. Pero este estudio no encontró evidencia sólida para respaldar esa idea.
Curiosamente, los investigadores sí encontraron que los niveles de PGIM eran más altos en mujeres que finalmente dieron a luz a término en comparación con aquellas que dieron a luz prematuramente. Esto sugiere que, aunque las prostaglandinas son importantes, pueden no ser la solución que estamos buscando cuando se trata de predecir el parto prematuro.
La imagen más grande: otros eicosanoides
El estudio no se detuvo solo con las prostaglandinas. Los investigadores también querían ver otros tipos de eicosanoides en la orina que podrían ser potencialmente útiles como indicadores para el trabajo de parto. Descubrieron varios eicosanoides nuevos que también podrían estar involucrados. Algunos de estos fueron detectados en al menos la mitad de las muestras analizadas.
Curiosamente, algunos estudios anteriores indicaron que ciertos eicosanoides podrían ser más efectivos para predecir el nacimiento prematuro que las prostaglandinas tradicionales. Esto abre nuevas avenidas para la investigación y podría llevar a una mejor comprensión de lo que sucede durante el trabajo de parto y el parto.
Resumiendo
Aunque las prostaglandinas juegan un papel importante en el trabajo de parto y el parto, esta investigación indica que no son la solución mágica para predecir cuándo comenzará el trabajo de parto. Todavía hay mucho que aprender sobre cómo funcionan estas sustancias, especialmente en el contexto de los nacimientos prematuros.
Los científicos tienen la esperanza de que una exploración más profunda de estos y otros eicosanoides pueda llevar al descubrimiento de biomarcadores más confiables para el trabajo de parto. Con un poco de suerte y más investigación, pronto podríamos tener una imagen más clara del trabajo de parto—ayudando a doctores y papás a prepararse para el gran día.
Así que, la próxima vez que escuches sobre prostaglandinas, recuerda que estos pequeños químicos están trabajando duro tras bambalinas, incluso si aún no han logrado averiguar el momento de la llamada al escenario.
Fuente original
Título: Urinary prostaglandin metabolites as biomarkers for human labour: Insights into future predictors
Resumen: Prostaglandins and other related molecules in the eicosanoid family have long been implicated in the process of both term and preterm labour. Although, exactly which eicosanoids are involved and whether they have utility as biomarkers for labour, remains to be shown. The objective of this study was to determine whether urinary prostaglandins and related molecules a) change with labour and/or cervical changes, at term and preterm, and/or b) are associated with timing of delivery in individuals with threatened preterm labour. Pregnant individuals were recruited into the following groups: n=32 term non-labour, n=49 term labour, n=15 preterm non-labour controls, n=43 threatened preterm labour with preterm delivery, and n=44 threatened preterm labour with term delivery. Metabolites of prostaglandins PGE2, PGF2, PGD2, and PGI2 as well as 8-isoprostane were measured by ELISA. In addition, 147 eicosanoids were measured in a small (n=24) subset of these samples using a mass-spectrometry based targeted lipidomics panel. At term labour prostaglandin PGF2 and PGE2 and PGF2 metabolites were increased compared to term non-labour. There were no changes in any prostaglandin metabolites prior to labour onset. Prostaglandin I2 metabolite was lower in individuals with threatened preterm labour who delivered preterm compared to those who went on to deliver at term. In our discovery cohort, we identified 20 additional eicosanoids as highly expressed in maternal urine, include members of the prostaglandin, hydroxyeicosatetraenoic acid (HETE), epoxyeicosatrienoic acid (EET), dihydroxy-octadecenoic acid (DiHOME), dihydroxy-eicosatrienoic acid (diHETrE), isoprostane, and nitro fatty acid eicosanoid families. In conclusion, we did not identify any prostaglandins that would have utility as predictors for term or preterm labour, however, we have identified diverse eicosanoids that have not been previously explored in the context of pregnancy and labour, highlighting novel areas for biomarker research.
Autores: Eilidh M. Wood, Kylie K. Hornaday, Matthew Newton, Melinda Wang, Stephen L. Wood, Donna M. Slater
Última actualización: 2024-11-29 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2024.11.28.24318140
Fuente PDF: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2024.11.28.24318140.full.pdf
Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/
Cambios: Este resumen se ha elaborado con la ayuda de AI y puede contener imprecisiones. Para obtener información precisa, consulte los documentos originales enlazados aquí.
Gracias a medrxiv por el uso de su interoperabilidad de acceso abierto.