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# Biología# Microbiología

Tailocinas: Una Nueva Esperanza Contra las Infecciones Bacterianas

Los tailocinas ofrecen una alternativa prometedora para combatir el aumento de la resistencia a los antibióticos.

Dorien Dams, Célia Pas, Agnieszka Latka, Zuzanna Drulis-Kawa, Lars Fieseler, Yves Briers

― 6 minilectura


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Las infecciones bacterianas están volviendo a ser un gran problema para nuestra salud en este siglo. Con las bacterias propagándose por todo el mundo y mejorando en resistir los antibióticos, los científicos están sintiendo la presión de encontrar nuevas formas de tratar estas infecciones. Una de las ideas emocionantes es usar algo llamado bacteriocinas similares a colas de fagos, o tailocinas para abreviar.

¿Qué son las tailocinas?

Las tailocinas son paquetes de proteínas únicos que se parecen un poco a los virus que infectan bacterias (llamados bacteriófagos), pero no tienen la capacidad de reproducirse. Imagina un complejo de proteínas gigante en un traje pero sin sombrero ni maletín. ¡Son como los chicos populares de la escuela que no necesitan replicarse para causar impacto!

Cuando las bacterias se estresan, producen estas tailocinas, que luego salen a atacar a otras bacterias competidoras en su comunidad. Esto le da una ventaja a las bacterias productoras. Las tailocinas vienen en dos variedades: tipo R y Tipo F.

Tailocinas tipo R

Las tailocinas tipo R tienen un diseño similar a un tipo específico de bacteriófago llamado fago T-even. Tienen una parte tubular interna envuelta en una vaina. Para matar una bacteria objetivo, se adhieren a ella, provocan algunos cambios en su estructura y luego la perforan como una aguja. Esto resulta en una fuga desagradable de iones que lleva a la muerte de la bacteria.

Tailocinas tipo F

Las tailocinas tipo F son un poco diferentes. Se parecen a otro bacteriófago llamado lambda y tienen su propia forma de matar bacterias, pero los científicos aún no están del todo seguros de cómo funciona. Algunas bacterias, como Pseudomonas aeruginosa, pueden producir ambos tipos de tailocinas, ¡lo cual es bastante impresionante!

¿Cómo funcionan las tailocinas?

La forma en que las tailocinas identifican su objetivo es a través de proteínas especiales llamadas proteínas de unión a receptores (RBPs). Piensa en estas como el GPS de la tailocina, guiándolas hacia sus objetivos bacterianos. Cada tailocina tiene su RBP única que se ajusta a receptores específicos encontrados en la superficie de ciertas bacterias. ¿Lo mejor? Estas RBPs son como llaves personalizables: ¡se pueden ajustar para abrir diferentes puertas!

Para hacer que sean más adecuadas para bacterias específicas, los científicos están trabajando en remodelar estas RBPs. Al mezclar y combinar diferentes partes, esperan crear toda una gama de tailocinas que puedan atacar varias cepas bacterianas de manera efectiva.

La necesidad de variedad

Usar tailocinas que apunten a bacterias específicas se está volviendo más atractivo porque dejan a nuestras buenas bacterias fuera del juego, ayudando a mantener nuestro microbioma equilibrado. Hay un interés creciente en desarrollar una biblioteca de estas tailocinas especialmente diseñadas, pero el desafío es que actualmente, las tailocinas solo se encuentran en unas pocas especies de bacterias.

Ingeniería de nuevas RBPs

Gracias a los avances en tecnología de ingeniería, ahora es posible ajustar el rango de huéspedes de las tailocinas. Al intercambiar partes de las RBPs de diferentes fuentes, los científicos pueden crear nuevas combinaciones que pueden apuntar a un rango más amplio de bacterias. La estructura más estudiada para esto es la tailocina R2 de Pseudomonas aeruginosa.

La técnica VersaTile

Aquí es donde entra la técnica VersaTile, actuando como un conjunto de bloques de LEGO para construir estas RBPs. Permite a los científicos crear rápidamente una colección de diferentes RBPs y ensamblarlas en un proceso de un solo paso. La flexibilidad de este método significa que es más fácil crear muchas nuevas tailocinas rápidamente.

Comprobando el concepto

Como prueba, los investigadores lograron tomar RBPs diseñadas para atacar el O-antígeno (un componente que se encuentra en la superficie de ciertas bacterias) y injertarlas en la estructura de la tailocina R2. Descubrieron que estas tailocinas ingenierizadas podían atacar eficazmente a las bacterias con O-antígenos específicos, e incluso a aquellas que antes no habían sido afectadas.

La línea de producción

El proceso implica crear una biblioteca de tiles compuesta de diferentes componentes, ensamblar estos según sea necesario y luego producir las tailocinas personalizadas en bacterias que están especialmente diseñadas para esta tarea. Los resultados de estas pruebas son prometedores, indicando que la capacidad de la tailocina para atacar bacterias deseadas es posible.

Probando efectividad

En el laboratorio, los científicos han probado la efectividad de las tailocinas originales y las ingenierizadas. Hicieron esto a través de varios métodos, incluyendo ensayos de supervivencia para ver cuántas bacterias fueron eliminadas a diferentes concentraciones de la tailocina.

Resultados

Descubrieron que la tailocina R2 nativa era muy efectiva, capaz de matar a bajas concentraciones, mientras que las versiones ingenierizadas a veces eran menos potentes pero aún mostraron promesas. Esto sugiere que, aunque modificar estas proteínas puede llevar a resultados interesantes, conseguir la ingeniería correcta es crucial para mantener o mejorar su efectividad.

El futuro de las tailocinas

La investigación sigue avanzando los límites de lo que podemos hacer con estas tailocinas. El objetivo no es solo crear más de ellas, sino hacerlas capaces de atacar de manera efectiva una amplia variedad de bacterias perjudiciales. Con mejoras y estudios en curso, estas opciones de tailocinas personalizadas podrían convertirse en una alternativa viable a los antibióticos tradicionales.

Más allá de las bacterias

Curiosamente, las tailocinas y las RBPs no solo tienen propiedades antibacterianas. Pueden ayudar en diagnósticos para identificar cepas bacterianas, ofreciendo una alternativa ingeniosa a usar antibióticos en algunas situaciones. Su precisión podría incluso hacerlas mejores candidatas para ciertas aplicaciones médicas que los fagos tradicionales.

Tailocinas vs fagos

Es importante notar las diferencias entre tailocinas y fagos. Mientras que los fagos se multiplican y pueden adaptarse con el tiempo, las tailocinas permanecen constantes. Esto significa que podrían ser una opción más estable a la hora de diseñar tratamientos.

La conclusión

En resumen, el desarrollo de tailocinas y la ingeniería de RBPs es un campo emocionante. Aunque los científicos aún están trabajando en perfeccionar estas herramientas en el laboratorio, el potencial de combatir infecciones bacterianas sin alterar nuestro microbioma saludable es una luz al final de un túnel muy oscuro. Si hemos aprendido algo de este viaje, es que la resistencia bacteriana ha llegado para quedarse, pero también hay mentes creativas listas para enfrentarlo. Con las tailocinas abriendo el camino, hay esperanza para un futuro con pacientes más saludables y menos infecciones.

Fuente original

Título: A VersaTile approach to reprogram the specificity of the R2-type tailocin towards different serotypes of Escherichia coli and Klebsiella pneumoniae

Resumen: Phage tail-like bacteriocins, or tailocins, provide a competitive advantage to producer cells by killing closely related bacteria. Morphologically similar to headless phages, their narrow target specificity is determined by receptor-binding proteins (RBPs). While RBP engineering has been used to alter the host range of a selected R2 tailocin from Pseudomonas aeruginosa, the process is labor-intensive, limiting broader application. We introduce a VersaTile-driven R2 tailocin engineering platform to scale up RBP grafting. This platform achieved three key milestones: (1) engineering R2 tailocins specific to Escherichia coli serogroups O26, O103, O104, O111, O145, O146 and O157; (2) reprogramming R2 tailocins to target for the first time capsule and a new species, specifically the capsular serotype K1 of E. coli and K11 and K63 of Klebsiella pneumoniae; (3) creating the first bivalent tailocin with a branched RBP and cross-species activity, effective against both E. coli K1 and K. pneumoniae K11. Over 90% of engineered tailocins were effective, with clear pathways for further optimization identified. ImportanceWhile tailocin engineering is a proven and promising concept, the current engineering approach lacks scalability, limiting a vast exploration. This study advances tailocin engineering by increasing its throughput. Implementing a scaled up approach, we have shown the flexibility of the R2 tailocin scaffold to accommodate diverse receptor-binding domains, expanding its functionality to target a new type of receptor (capsule) and a previously untargeted species. In addition, functional tailocins with branched receptor-binding proteins portraying dual, cross-genus activity were produced. This work lays the groundwork for a scalable platform for the development of engineered tailocins, marking an important step towards making R2 tailocins a practical therapeutic tool for targeted bacterial infections.

Autores: Dorien Dams, Célia Pas, Agnieszka Latka, Zuzanna Drulis-Kawa, Lars Fieseler, Yves Briers

Última actualización: 2024-10-31 00:00:00

Idioma: English

Fuente URL: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2024.10.29.620980

Fuente PDF: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2024.10.29.620980.full.pdf

Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/

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