Ratas Urbanas y COVID-19: No se Encontró Amenaza
Un estudio revela que los ratas salvajes no propagan SARS-CoV-2 en zonas urbanas.
Kevyn Beissat, Virginie Lattard, Evelyne Picard-Meyer, Ambre Fafournoux, Sionfoungo Daouda Soro, Alexandre Servat, Françoise Vincent-Hubert, Franck Boué, Nolan Chatron, Elodie Monchâtre-Leroy, Marine Wasniewski
― 7 minilectura
Tabla de contenidos
A finales de 2019, apareció un nuevo virus llamado SARS-CoV-2, causando una crisis de salud mundial conocida como COVID-19. Este virus se originó en Wuhan, China, y se propagó rápidamente por todo el mundo, llevando a millones de enfermedades y muertes. Tras el inicio de la pandemia, se reportaron casos de animales, incluidos mascotas y fauna salvaje, infectados con el virus. Esto planteó preguntas sobre si esos animales podrían contribuir a la propagación continua del virus o potencialmente crear nuevas cepas más peligrosas.
Animales y SARS-CoV-2
Se han encontrado varios animales infectados con SARS-CoV-2, especialmente mascotas como gatos y perros, así como animales de granja como visones. Los zoológicos reportaron que grandes felinos, como tigres y leones, también contrajeron el virus. Incluso algunos animales salvajes, como ciervos y nutrias, también tenían el virus. Esta situación es preocupante porque podría permitir que el virus mutara y creara nuevas versiones, posiblemente más dañinas, que podrían saltar de nuevo a los humanos.
Curiosamente, algunos roedores pequeños, como ratones y ratas, se creían inicialmente resistentes a la cepa original del virus. Sin embargo, nuevas variantes como Alpha y Delta mostraron signos de poder infectar a estos roedores. A lo largo del camino, los investigadores encontraron rastros de SARS-CoV-2 en lugares como aguas residuales, donde a menudo deambulan ratas urbanas. Esto generó una creciente preocupación de que estas ratas urbanas podrían convertirse en un nuevo anfitrión del virus y, por lo tanto, un riesgo para los humanos.
Propósito del estudio
Este estudio tenía como objetivo investigar el papel de las ratas salvajes en la transmisión de SARS-CoV-2. Los investigadores querían observar las poblaciones de ratas urbanas en varias ciudades francesas y ver si estas ratas estaban portando o transmitiendo el virus. Esto incluía atrapar ratas, chequear su salud y realizar pruebas de laboratorio para averiguar si tenían Anticuerpos contra el virus o si estaban infectadas.
Monitoreo en campo
En el estudio, los investigadores recolectaron un total de 401 ratas salvajes de seis grandes ciudades en Francia, incluyendo Lyon y Burdeos. Los lugares de captura incluían alcantarillas, patios de viviendas sociales (donde la gente vive en apartamentos compartidos) y parques urbanos. Encontraron que la mayoría de las ratas eran machos y pesaban un promedio de unos 267 gramos, que es más o menos el peso de un sándwich grande (más o menos un pepinillo).
A pesar de estar en áreas con rastros conocidos del virus, ninguna de las ratas mostró signos de Infección. Los investigadores probaron los pulmones de las ratas y no encontraron ARN de SARS-CoV-2, lo que sugiere que las ratas no estaban enfermas incluso si el virus estaba flotando en su entorno. Esto fue un poco sorprendente y parecía indicar que estas ratas no estaban actuando como anfitriones del virus.
Además, buscaron anticuerpos contra el virus entre las ratas atrapadas. Los anticuerpos son como pequeños soldados en el cuerpo que combaten infecciones. Descubrieron que ninguna de las ratas produjo anticuerpos contra el virus, y solo tres fueron consideradas inconclusivas. Así que parecía que no había mucha batalla ocurriendo en estas ratas.
Experimentación con ratas
Para explorar más los problemas, los científicos realizaron experimentos infectando deliberadamente tanto a ratas salvajes como a ratas de laboratorio con la variante Omicron de SARS-CoV-2. Querían ver si estas ratas mostrarían síntomas o signos de enfermedad después de la exposición. ¿Los resultados? No se observaron cambios importantes. Las ratas no parecían notar que algo estaba mal, y continuaron picoteando su comida como si nada.
Los investigadores notaron que, aunque se detectó ARN viral (el material genético del virus) en las vías respiratorias superiores de algunas ratas, no se encontró virus infeccioso real. Esto significaba que el virus no se estaba multiplicando ni propagándose dentro de las ratas, lo que llevó a los científicos a sospechar que las ratas simplemente no eran susceptibles a una infección de manera significativa.
Además, el estudio indicó que los sistemas inmunológicos de las ratas podrían ser diferentes a los de las ratas de laboratorio. Las ratas salvajes enfrentan diversas presiones ambientales que afectan cómo responden a las infecciones, lo que podría explicar su falta de una respuesta de anticuerpos fuerte en comparación con sus contrapartes de laboratorio. Es como si sus sistemas inmunológicos dijeran: "¡Ya tenemos suficientes problemas aquí afuera!"
Modelado molecular
Los investigadores no se detuvieron en las pruebas de laboratorio; también se sumergieron en el mundo molecular. Al examinar la interacción entre el virus y los receptores celulares de las ratas, descubrieron que el virus no se adhería a las células de las ratas tan bien como lo hacía a las células humanas. Esta menor afinidad podría explicar por qué el virus tiene dificultades para infectar ratas: es como intentar encajar una pieza redonda en un agujero cuadrado.
Descubrieron que la proteína espiga del virus, que el virus utiliza para entrar en las células, tenía dificultades para agarrarse al receptor ACE2 en las ratas. En términos más simples, el virus parece estar mucho mejor adaptado para infectar humanos que para infectar a nuestros amigos peludos.
Conclusiones
Los hallazgos generales del estudio sugieren que las ratas salvajes, al menos las capturadas en estas ciudades francesas, no representan un riesgo significativo como portadoras de SARS-CoV-2. No han mostrado síntomas y no han estado infectadas a pesar de haber estado expuestas al virus en su entorno.
Esto deja a los científicos con un pensamiento relativamente reconfortante: las ratas urbanas no son un jugador activo en el drama continuo del COVID-19. Pueden correr por las calles, pero estas pequeñas criaturas no están propagando el virus a los humanos.
Aunque la situación con el virus está en constante cambio, los resultados hasta ahora refuerzan que las ratas salvajes no se están convirtiendo en los nuevos superhéroes de la saga de SARS-CoV-2. Sin embargo, los investigadores señalan la importancia de seguir monitoreando. Con nuevas variantes surgiendo, es prudente mantener un ojo en nuestros vecinos roedores por si deciden asociarse con el virus en el futuro.
Direcciones futuras
Los próximos pasos involucran una investigación más a fondo. Los científicos están ansiosos por monitorear cómo sigue evolucionando el virus y si los roedores urbanos podrían eventualmente desarrollar susceptibilidad. Además, aunque las ratas parecen estar a salvo por ahora, el estudio continuo de otros animales y su interacción con el virus sigue siendo crucial.
Los investigadores sugieren que futuros estudios podrían utilizar el modelado molecular como un primer paso antes de entrar en trabajos experimentales con animales, permitiéndoles evaluar riesgos sin estrés innecesario en las criaturas vivas.
En resumen, mientras que las ratas urbanas no se consideran actualmente un factor de riesgo importante para la transmisión de COVID-19, los científicos están recordando a todos que la vigilancia es clave. Solo porque estas pequeñas criaturas estén pasando desapercibidas hoy no significa que no asumirán un papel protagónico en la historia de salud del mañana. Después de todo, en el mundo de los virus, ¡cualquier cosa es posible!
Referencias
- Observación personal de la pandemia y su alcance.
- Varios estudios publicados que han llegado antes, aunque no citados aquí.
- Conocimiento general de la investigación continua sobre la salud de la vida silvestre.
Fuente original
Título: Infectious potential and circulation of SARS-CoV-2 in wild rats
Resumen: Since the beginning of the severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 (SARS-CoV-2) pandemic, a wide range of animal species (pets, mink...) have been naturally infected with this betacoronavirus. The emergence of new variants has increased the ability of SARS-CoV-2 to infect species that were not susceptible to the "original" SARS-CoV-2, such as mice and rats. This work attempted to evaluate the role of urban rats in the SARS-CoV-2 transmission by combining surveillance studies of rat populations in urban environments, in vivo experimental inoculation of SARS-CoV-2 and comparative viral-receptor interaction in silico analyses. We studied the circulation of SARS-CoV-2 in wild Rattus norvegicus (n=401) captured in urban areas and sewage systems of several French cities. Except for 3 inconclusive samples (2/75 from Bordeaux and 1/261 from Lyon) none of the 353 sera tested showed anti-SARS-CoV-2 antibodies by microsphere immunoassay. However, the 3 inconclusive sera samples were negative by virus neutralisation assay. No SARS-CoV-2 viral RNA was detected in all lungs collected from the 401 captured urban brown rats. In complement, four rat groups (two wild-type colonies, Rattus norvegicus and Rattus rattus, and two laboratory strains, Sprague-Dawley and Wistar) were inoculated with the SARS-CoV-2 Omicron BA.5. At 4 days post-inoculation, no infectious viral particles were detected in the lungs and upper respiratory tract (URT) while viral RNA was detected at a low level only in the URT of all groups. In addition, seroconversion was observed 14 days after inoculation in the four groups. By molecular modelling, the Omicron BA.5 receptor binding domain (RBD) had lower affinities for Rattus norvegicus and Rattus rattus ACE2 than Homo sapiens ACE2. Based on these results the SARS-CoV-2 Omicron BA.5 was unable to infect laboratory and wild type rats. In addition, Rattus norvegicus collected for this study in different areas of France were not infected with SARS-CoV-2.
Autores: Kevyn Beissat, Virginie Lattard, Evelyne Picard-Meyer, Ambre Fafournoux, Sionfoungo Daouda Soro, Alexandre Servat, Françoise Vincent-Hubert, Franck Boué, Nolan Chatron, Elodie Monchâtre-Leroy, Marine Wasniewski
Última actualización: 2024-12-20 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2024.12.19.629569
Fuente PDF: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2024.12.19.629569.full.pdf
Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/
Cambios: Este resumen se ha elaborado con la ayuda de AI y puede contener imprecisiones. Para obtener información precisa, consulte los documentos originales enlazados aquí.
Gracias a biorxiv por el uso de su interoperabilidad de acceso abierto.