¿Pueden las intervenciones rápidas de alcohol realmente ayudar?
Explorando la efectividad de intervenciones breves para reducir el consumo de alcohol peligroso.
Ryuhei So, Kazuya Kariyama, Shunsuke Oyamada, Sachio Matsushita, Hiroki Nishimura, Yukio Tezuka, Takashi Sunami, Toshi A. Furukawa, Ethan Sahker, Mitsuhiko Kawaguchi, Haruhiko Kobashi, Sohji Nishina, Yuki Otsuka, Yasushi Tsujimoto, Yoshinori Horie, Hitoshi Yoshiji, Takefumi Yuzuriha, Kazuhiro Nouso
― 8 minilectura
Tabla de contenidos
- El desafío del consumo peligroso
- Intervenciones breves: una solución propuesta
- Efectividad: ¿Qué dicen los estudios?
- La necesidad de más evidencia
- Un nuevo estudio: El estudio EASY
- Cómo se llevó a cabo el estudio
- Manteniendo el seguimiento de los participantes
- Lo que encontraron
- El juego de números
- ¿Por qué no funcionó?
- ¿Qué sigue?
- Conclusión
- Fuente original
- Enlaces de referencia
El uso perjudicial del alcohol es un problemón a nivel mundial, relacionado con millones de muertes y un montón de problemas de salud. Alrededor de 3 millones de personas mueren cada año por causas relacionadas con el alcohol, lo que lo convierte en una gran preocupación para la salud pública. En atención primaria, cerca del 20% de los pacientes consumen alcohol de forma peligrosa, poniendo en riesgo su salud física y mental. Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto?
Una de las formas más aceptadas para combatir el consumo excesivo de alcohol son las intervenciones breves (IBs). Estas implican evaluaciones rápidas y sesiones cortas de asesoramiento dirigidas a reducir el Consumo de alcohol. A menudo se ven como una solución práctica y efectiva para entornos de atención médica ocupados. Pero, ¿realmente funcionan? Vamos a indagar.
El desafío del consumo peligroso
El consumo peligroso se define como un patrón de uso de alcohol que pone a las personas en riesgo de efectos negativos. En atención primaria, aproximadamente el 20% de los pacientes se encuentran en esta categoría. Estas personas pueden enfrentar varios problemas, desde problemas de salud física hasta luchas de salud mental y desafíos sociales.
Dada la magnitud del problema, identificar y reducir el consumo peligroso es clave. Todos saben que demasiado de algo bueno puede ser malo. Y cuando se trata de alcohol, ¡los efectos pueden ser desastrosos!
Intervenciones breves: una solución propuesta
Para abordar el abuso de alcohol, los Proveedores de salud han adoptado intervenciones breves. Estas suelen incluir:
- Evaluar a los pacientes por problemas relacionados con el uso de alcohol
- Ofrecer consejos y apoyo rápidos
El objetivo es animar a los pacientes a reducir su consumo. La belleza de las IBs es que se pueden ajustar a las apretadas agendas de los proveedores de salud. ¿Quién no quiere soluciones efectivas que no lleven mucho tiempo?
Efectividad: ¿Qué dicen los estudios?
Las investigaciones recientes se han centrado en comparar diferentes tipos de IBs. Por ejemplo, algunos estudios examinaron una intervención ultracorta (Ultra-IB), que consiste solo en un folleto con comentarios sobre los resultados de la evaluación de un paciente. Sorprendentemente, este método mostró reducciones similares en el consumo peligroso de alcohol que las intervenciones más completas.
A los responsables de políticas les pareció atractivo porque es más simple y barato. Pero la pregunta del millón sigue en pie: ¿realmente estas intervenciones ultracortas son efectivas en comparación con los métodos tradicionales?
La necesidad de más evidencia
A pesar de la naturaleza atractiva de las intervenciones rápidas, la investigación sobre su efectividad sigue siendo mixta. Algunos ensayos han mostrado beneficios, mientras que otros no. En algunos casos, el tiempo dedicado a intervenciones más tradicionales generó mejores resultados. Parece que estamos rascándonos la cabeza, tratando de averiguar cuál es el mejor enfoque.
Un nuevo estudio: El estudio EASY
Para abordar esta cuestión directamente, los investigadores llevaron a cabo un gran estudio en centros de atención primaria en Japón. Compararon la efectividad de una intervención ultracorta con un control simplificado solo de evaluación. Los Participantes eran todos pacientes que dieron positivo en la evaluación de consumo peligroso de alcohol.
El objetivo del estudio era claro: evaluar si la intervención ultracorta podía reducir el consumo de alcohol con el tiempo. Para hacerlo, querían ver los efectos después de 12 semanas y nuevamente a las 24 semanas.
Cómo se llevó a cabo el estudio
En este estudio, clínicas de atención primaria en Japón participaron invitando a pacientes elegibles. Los investigadores recopilaron datos sobre los hábitos de consumo de los pacientes, su historial médico e incluso su disposición a cambiar su comportamiento de consumo. Ya sabes, por si algunos pacientes se sentían motivados.
Los pacientes que consumieron alcohol de manera peligrosa recibieron ya sea la intervención ultracorta o solo una evaluación simplificada. En el grupo de intervención, recibieron un folleto lleno de información útil sobre el alcohol. Mientras tanto, el otro grupo solo llenó un cuestionario.
Manteniendo el seguimiento de los participantes
Los investigadores siguieron a los pacientes a través de encuestas a las 12 semanas y 24 semanas después de la evaluación inicial. Querían saber cuánto alcohol estaban consumiendo los participantes y si sus actitudes hacia el consumo habían cambiado.
Se utilizaron diferentes métodos para incentivar a los participantes a responder. Se les dieron opciones para completar las encuestas en persona o en línea, lo que es un poco como darles un buffet de opciones. Después de todo, ¿quién quiere ir tras de la gente para que llene un formulario?
Lo que encontraron
Después de recopilar y analizar todos los datos, los resultados fueron... bueno, un poco decepcionantes. La intervención ultracorta no mostró una reducción significativa en el consumo de alcohol en comparación con el grupo de solo evaluación simplificada. En términos sencillos, no fue un gran éxito.
Sin embargo, los investigadores encontraron que aquellos que recibieron la intervención ultracorta estaban más abiertos a cambiar sus hábitos de consumo. Es similar a cuando alguien te ofrece un bocadillo más saludable en lugar de papas fritas: puede que no elijas las zanahorias de inmediato, pero al menos te pasa por la cabeza.
El juego de números
El estudio involucró a más de 3,500 participantes, lo que equivale a todo un vecindario decidiendo dar un paseo. A pesar del gran número, la diferencia en el consumo de alcohol entre los dos grupos fue mínima. Es como pedir una doble bola de helado y terminar con solo un poco de chispas de chocolate. ¡Te quedas con ganas de más!
Curiosamente, aunque la intervención ultracorta no cambió drásticamente los hábitos de consumo, sí generó una disposición para considerar un cambio. Esto sugiere que, si bien los niveles de consumo pueden no haber cambiado, la mentalidad ciertamente podría.
¿Por qué no funcionó?
Los resultados decepcionantes llevaron a una reflexión seria. Los investigadores consideraron varias razones para esto:
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Entrenamiento y confianza: Los proveedores de salud recibieron una capacitación mínima, lo que puede haber impactado su capacidad para involucrar a los pacientes de manera efectiva. A veces, menos no es más cuando se trata de armar a los profesionales con las herramientas adecuadas.
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Diferencias iniciales: Hubo ligeras diferencias en los niveles de consumo inicial entre los dos grupos, lo que puede haber sesgado los resultados.
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Expectativas: El simple acto de evaluar podría producir algunos cambios de comportamiento por sí solo. Esto significa que la efectividad de las intervenciones podría haber sido enmascarada.
Cuando algo no sale como se planeó, es natural preguntarse qué salió mal. Los investigadores están reflexionando y analizando cada detalle.
¿Qué sigue?
Los hallazgos, aunque no fueron lo que esperaban, brindan información valiosa sobre la aplicación de intervenciones breves en atención primaria. Resalta la necesidad de repensar cómo entregamos mensajes de salud y involucramos a los pacientes, especialmente en contextos culturales diversos como Japón.
Los estudios futuros podrían explorar nuevos métodos, incluidos herramientas digitales y apoyo. Después de todo, ¿no es hora de dejar que la tecnología se encargue de este problema? Quién sabe, tal vez una aplicación inteligente podría sugerir cuándo beber menos, justo como ese amigo molesto que siempre te recuerda hidratarte.
Conclusión
La lucha contra el consumo peligroso de alcohol sigue siendo una gran batalla de salud pública. Aunque las intervenciones breves como la intervención ultracorta ofrecen potencial, los resultados de este estudio cuestionan su efectividad en la práctica.
Sin embargo, un rayo de esperanza es la mayor disposición para cambiar los hábitos de consumo, lo que podría ser un paso hacia cambios a largo plazo. Como se dice, cada gran cambio comienza con un pequeño paso, incluso si ese paso es un poco menos impresionante de lo que nos gustaría.
Al final, los hallazgos nos recuerdan que cuando se trata de abordar el uso de alcohol, la simplicidad puede no siempre ser la solución. Pero no te preocupes; en la búsqueda de hábitos más saludables, siempre hay espacio para más investigaciones y quizás algunas zanahorias por el camino.
Fuente original
Título: Effectiveness of screening and ultra-brief alcohol intervention in primary care: a pragmatic cluster randomised controlled trial
Resumen: ObjectiveTo evaluate the effectiveness of screening and ultra-brief intervention (Ultra-BI) delivered by primary care physicians in less than 1 minute compared to simplified assessment only (SAO) for reducing alcohol consumption among patients with hazardous drinking. DesignPragmatic, cluster randomised, parallel-group, superiority trial. We used a computer-generated random sequence to allocate clusters. Only participants and personnel who collected participant-reported outcomes remained blinded. Setting40 primary care clinics in Japan, which did not provide routine screening and brief intervention for hazardous drinking, treatment, or self-help groups for alcohol dependence. Participants1,133 outpatients aged 20-74 years with hazardous drinking (scores of Alcohol Use Disorders Identification Test-Consumption [AUDIT-C] [≥]5 for men and [≥]4 for women). Patients who were pregnant or suspected of having COVID-19-like symptoms were excluded. InterventionsClusters were randomised to Ultra-BI (21 clusters, n=531) or SAO (19 clusters, n=602) groups. Ultra-BI comprised screening with AUDIT, brief oral advice, and an alcohol information leaflet. SAO involved only simplified assessment with AUDIT-C. Main outcome measuresThe primary outcome was total alcohol consumption in the preceding 4 weeks (TAC) at 24 weeks post-randomisation. Secondary outcomes included TAC at 12 weeks and readiness to change drinking habits at 12 and 24 weeks. ResultsAt 24 weeks, the difference in TAC between Ultra-BI (1046.9g/4 weeks, 95% confidence interval [CI] 918.3-1175.4) and SAO (1019.0g/4 weeks, 95% CI 893.5-1144.6) groups was 27.8g/4 weeks (95% CI -149.7 to 205.4). Bayes factor analysis (0.08{+/-}0.25) strongly supported the null hypothesis for TAC at 24 weeks. Ultra-BI group showed higher readiness to change drinking habits at both 12 (difference 0.30 [95% CI 0.10 to 0.40]; Hedges g 0.21 [95% CI 0.10 to 0.33]) and 24 weeks (difference 0.20 [95% CI 0.10 to 0.30]; Hedges g 0.16 [95% CI 0.05 to 0.28]). ConclusionsThis trial did not support the effectiveness of Ultra-BI for alcohol consumption compared to SAO, but did improve readiness to change compared to SAO. These findings call for developing effective, low-cost interventions in primary care settings. Trial registrationUMIN000051388 What is already known on this topicO_LIBrief interventions (BIs) for hazardous drinking have been widely recommended in primary care settings, but implementation rates remain low due to various barriers. C_LIO_LIUltra-brief interventions (Ultra-BIs) have shown mixed results in different settings, with some studies suggesting they can be as effective as longer advice or counselling. C_LIO_LINo randomised controlled trial has directly investigated the effectiveness of Ultra-BIs over assessment-only control in primary care settings. C_LI What this study addsO_LIThis large-scale pragmatic cluster randomised controlled trial did not support the effectiveness of Ultra-BI on alcohol consumption at 12 and 24 weeks compared to simplified assessment only (SAO) in Japanese primary care settings. C_LIO_LIUltra-BI showed higher readiness to change drinking habits at both 12 and 24 weeks compared to SAO, despite not reducing alcohol consumption. C_LIO_LIThese findings challenge current recommendations for screening and brief interventions in primary care and suggest a need for re-evaluation of these practices. C_LI
Autores: Ryuhei So, Kazuya Kariyama, Shunsuke Oyamada, Sachio Matsushita, Hiroki Nishimura, Yukio Tezuka, Takashi Sunami, Toshi A. Furukawa, Ethan Sahker, Mitsuhiko Kawaguchi, Haruhiko Kobashi, Sohji Nishina, Yuki Otsuka, Yasushi Tsujimoto, Yoshinori Horie, Hitoshi Yoshiji, Takefumi Yuzuriha, Kazuhiro Nouso
Última actualización: 2024-12-29 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2024.12.27.24319613
Fuente PDF: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2024.12.27.24319613.full.pdf
Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/
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