El camino complicado hacia la conservación de la vida salvaje en África
Una visión general de los desafíos históricos y actuales en la conservación de la vida silvestre en África.
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Tabla de contenidos
La biodiversidad, la variedad de vida en la Tierra, está disminuyendo rápidamente. Este declive se debe a varias actividades humanas, como el crecimiento poblacional, la pérdida de hábitats naturales y especies de plantas invasoras. En muchas partes de África, la caza ha sido una tradición durante miles de años. Sin embargo, a medida que crecían las economías de mercado y aumentaba la población, muchos animales salvajes enfrentaban amenazas serias.
Contexto Histórico
En el sur y este de África, la caza se remonta a las primeras civilizaciones humanas. Los europeos que viajaron a África la describieron como una tierra rica llena de animales salvajes. La mayoría de los relatos históricos fueron escritos por europeos, dándonos una perspectiva limitada, ya que las voces indígenas africanas a menudo no se escucharon. Para muchas comunidades africanas, los animales salvajes tenían significados especiales. Productos valiosos, como pieles de leopardo y marfil, eran reservados para los líderes, mientras que la caza era principalmente para sobrevivir.
En las décadas de 1830 y 1840, los colonos holandeses conocidos como los Voortrekkers se trasladaron al interior en busca de independencia del dominio británico. Su forma de vida dependía en gran medida de la caza y la cría de animales. Este cambio, junto con las expediciones de caza europeas y el comercio de marfil, llevó a un drástico declive de la vida silvestre. Este problema no era exclusivo de África; los bisontes salvajes en América del Norte también enfrentaban amenazas similares.
Durante principios del siglo XX, la vida silvestre en el sur y este de África a menudo se veía como una molestia que había que eliminar para dar paso a la agricultura y la ganadería. Por ejemplo, en Kenia, el gobierno incluso pagaba a los colonos para matar ciertos animales salvajes. La Vida salvaje a menudo era vista como un competidor directo de los esfuerzos agrícolas, lo que llevó a políticas que buscaban exterminar muchas especies.
El control de enfermedades también jugó un papel importante en el declive de la vida silvestre. Los animales salvajes fueron identificados erróneamente como los principales portadores de enfermedades como la peste bovina, lo que llevó a esfuerzos masivos de culling. Entre 1919 y 1958, más de 660,000 animales fueron asesinados en nombre del control de enfermedades en regiones como el Valle del Zambeze.
A finales de 1800, quedó claro que la continua caza de vida silvestre no podía seguir sin consecuencias graves. Las prácticas tradicionales africanas en torno a la caza fueron cada vez más controladas por potencias coloniales, lo que llevó a restricciones que beneficiaban a los terratenientes pero perjudicaban a las comunidades locales.
El Auge de la Conservación
Tan pronto como a finales de 1800, la gente comenzó a reconocer la necesidad de la protección de la vida silvestre en África. Los conservacionistas y figuras influyentes presionaron para establecer Áreas Protegidas para salvaguardar la vida silvestre para las futuras generaciones. Este cambio de mentalidad llevó a la creación de áreas protegidas como la Reserva de Caza Sabi, que luego se convirtió en el Parque Nacional Kruger en Sudáfrica.
A finales del siglo XIX y principios del XX, surgieron diferentes motivos para el establecimiento de áreas protegidas. Inicialmente, se crearon para mantener las poblaciones de vida silvestre para la caza y el ocio. Con el tiempo, estas intenciones comenzaron a cambiar y se crearon parques para proteger la biodiversidad y monitorear especies en peligro de extinción.
En los primeros años del 1900, se tomaron tres decisiones políticas vitales en Sudáfrica que moldearon la conservación de la vida silvestre: creación de áreas protegidas por el estado, limitación del uso comercial de la vida silvestre y centralización de la propiedad de la vida silvestre. Estas decisiones marginaron a los propietarios de tierras locales y crearon un sistema donde el estado asumió la responsabilidad de gestionar la vida silvestre.
El interés global en la conservación de la vida silvestre comenzó a crecer, especialmente entre los países europeos. Las conferencias centradas en la protección de la vida salvaje africana llevaron a políticas que impactaron severamente las prácticas tradicionales de caza de las comunidades locales.
A pesar de estos esfuerzos, surgieron muchos desafíos en la gestión de áreas protegidas. Problemas políticos, financiamiento insuficiente y falta de personal calificado contribuyeron a muchos fracasos en la conservación. En áreas como África Oriental y Occidental, las poblaciones de vida silvestre cayeron debido a actividades humanas y malas prácticas de gestión.
Cambios a lo Largo del Tiempo
Con el tiempo, el establecimiento de áreas protegidas en el sur y este de África pasó por tres fases distintas.
Período 1: Primeras Áreas Protegidas
La primera fase consistió en crear áreas protegidas principalmente para mantener los animales salvajes a salvo para futuros cazadores deportivos. Ejemplos incluyen el Parque Nacional Kruger, creado en 1926 para proteger la vida silvestre restante. Sin embargo, estas grandes áreas eran a menudo remotas, lo que dificultaba su gestión. Se establecieron con poco respecto a la población local, lo que llevó a sentimientos de injusticia y resentimiento entre las comunidades.
Período 2: Tierras Marginales
La segunda fase implicó establecer áreas protegidas en tierras que no eran aptas para la agricultura. Estas áreas eran a menudo menos pobladas pero aún tenían poblaciones de vida silvestre. Ejemplos incluyen la Reserva de Caza St Lucia, fundada en 1895. Aunque estas regiones eran más fáciles de gestionar, a menudo enfrentaban problemas relacionados con la gestión intensiva de la vida silvestre, como el control de especies invasoras y el equilibrio con las necesidades de la Comunidad.
Período 3: Enfoque Ecológico
La tercera fase surgió cuando los objetivos de conservación cambiaron significativamente. Tras la creación de la Ley de Parques Nacionales en Sudáfrica, se dio énfasis a la protección de la vida salvaje y los ecosistemas naturales basados en principios Ecológicos y culturales. Ejemplos de este tiempo incluyen el Parque Nacional Bontebok, establecido para proteger especies específicas.
Desafíos Actuales
Los desafíos que enfrentan las áreas protegidas hoy provienen de sus raíces históricas. Muchas áreas establecidas en los primeros años luchan con la gestión debido a su tamaño y ubicaciones remotas. Las prácticas de gestión actuales difieren entre los tres períodos.
En el Período 1, las áreas a menudo se gestionan con un enfoque de no intervención, lo que significa que hay poca gestión activa. Si bien esto puede permitir que los procesos naturales se desarrollen, también puede llevar a problemas como la caza furtiva o la degradación del hábitat. Muchas áreas protegidas en esta fase dependen en gran medida de fondos turísticos, lo que puede ser inconsistente.
En el Período 2, las áreas son a menudo más pequeñas y tienen interacciones humanas aumentadas. Esto puede llevar a conflictos entre las comunidades locales y los esfuerzos de conservación. Los gerentes pueden verse obligados a hacer ajustes intensivos tanto a la vegetación como a las poblaciones de vida silvestre para asegurar un ecosistema saludable. Estas áreas a menudo dependen del turismo como fuente principal de ingresos.
Las áreas protegidas del Período 3 suelen estar más planificadas estratégicamente y se enfocan en la protección de especies y hábitats. La gestión intensiva a menudo es necesaria debido a su importancia ecológica. A pesar de un enfoque más estructurado, estas áreas aún enfrentan desafíos sobre la participación de la comunidad y las presiones continuas de los crecientes poblaciones humanas.
La Importancia de la Participación Comunitaria
A medida que la población humana sigue creciendo, las presiones sobre la vida silvestre y las áreas naturales se están volviendo más serias. Por ejemplo, en el sur de África, la población aumentó de 48 millones en 1960 a más de 212 millones en 2020; África Oriental vio un crecimiento similar. Este rápido aumento está llevando a la competencia por tierras y recursos, y impacta directamente los esfuerzos de conservación.
La conservación efectiva hoy requiere la participación de las comunidades locales. Durante años, las prácticas tradicionales de caza se consideraron amenazas a la vida silvestre, lo que llevó a restricciones severas sobre los derechos de las personas locales. Sin embargo, entender que las comunidades pueden ser aliadas en los esfuerzos de conservación es crucial. La conservación exitosa debe asegurar que las poblaciones locales se beneficien de las áreas protegidas.
Conclusión
El camino hacia una conservación efectiva en el sur y este de África ha sido largo y complejo, arraigado en prácticas históricas que han moldeado los desafíos actuales. Los patrones de establecimiento en tres períodos distintos muestran cómo han evolucionado las motivaciones y estrategias de gestión a lo largo del tiempo.
El futuro de la conservación depende de abordar las necesidades tanto de la vida silvestre como de las poblaciones humanas. Involucrar a las comunidades locales como socios en la conservación, asegurando que se beneficien de las áreas protegidas, y adaptándose a los desafíos continuos puede crear soluciones más sostenibles. A medida que buscamos proteger la vida silvestre en este mundo en constante cambio, entender el pasado nos guiará hacia un mejor futuro tanto para los humanos como para la naturaleza.
Título: Protected area establishment in Southern and Eastern Africa: Consequences for management today
Resumen: To understand the complexities of managing protected areas, it is important to understand the causes for their established. We summarized the motives for establishing protected areas in Southern and Eastern Africa, and the possible consequences for management of these areas today. We scrutinised documents for 48 randomly selected protected areas and investigated, (1) when and why each of the protected areas was established? (2) what the management implications were of the reasons for incorporation for these areas? and (3) how/if the original management still impacts conservation in these areas today? First, we learnt that the establishment of protected areas occurred in three periods, namely, Period 1 when area protection was started to protect wild animals from decimation; Period 2 during which areas considered marginal for agriculture, prone to disease or sickness and considered uninhabitable for humans were set aside; and Period 3 when areas were proclaimed protected because of ecological or cultural importance. Second, we showed that the establishment of protected areas has ramifications for management of these areas today, which for Period 1 were remote logistics and tourism, anti-poaching difficulties, large size logistics and human wildlife conflict. Period 2 has consequences for community-land issues and intensive management, with Period 3 having intensive management to meet the objectives of these parks. Our insights have consequences for management of protected areas today, with Period 1 protected areas generally being managed on a laissez-faire approach and Period 2 and 3 protected areas being managed on a more intensive management basis.
Autores: Bradley Schroder, F. Van Langevelde, H. H. T. Prins
Última actualización: 2024-01-24 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2024.01.20.576490
Fuente PDF: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2024.01.20.576490.full.pdf
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