Impacto de Nuevas Estrategias de Pruebas en las Escuelas Durante COVID-19
Estudio analiza nuevos protocolos de rastreo de contactos y pruebas en escuelas en medio del COVID-19.
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Tabla de contenidos
Cuando empezó la pandemia de COVID-19, muchos países decidieron cerrar las escuelas para controlar la propagación del virus. La meta era evitar que los estudiantes se infectaran y luego pasaran el virus a sus familias en casa. La gente estaba preocupada porque los niños podían transmitir el virus, ya que a menudo tienen síntomas leves o ninguno.
Las investigaciones mostraron que cuando las escuelas reabrieron, no hubo un aumento significativo en los casos de COVID-19 en la población general. De hecho, las infecciones en las escuelas solían ser más bajas que en otros lugares. Sin embargo, seguía habiendo preocupación sobre el riesgo potencial de propagación del virus dentro de las escuelas, por lo que era importante tener medidas de seguridad para el aprendizaje en persona. Después de la vacunación masiva, controlar el COVID-19 entre los niños en edad escolar se volvió aún más crucial, especialmente con la llegada de nuevas variantes como Omicron, que se propagaban más fácilmente.
Importancia de la Reportación Rápida y el Rastreo de Contactos
Para que las escuelas reabrieran de manera segura, era esencial reportar los casos de COVID-19 a las autoridades de salud rápidamente. Esto incluía hacer Pruebas a aquellos que habían estado en contacto cercano con casos positivos, rastrear contactos y aislar a cualquiera que diera positivo. Con el tiempo, las recomendaciones para el rastreo de contactos cambiaron según nuevas evidencias y la disponibilidad de vacunas.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) sugerían que la gente se hiciera la prueba de COVID-19 al menos cinco días después de haber estado en contacto cercano con una persona infectada. Por otro lado, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) aconsejaba hacer pruebas a todos los contactos de alto riesgo lo antes posible para facilitar un rastreo de contactos más exhaustivo.
Se reconoció ampliamente que aislar a los contactos era más efectivo cuando se hacía pronto después de que se confirmara un caso inicial. Las demoras en el aislamiento de contactos podían aumentar el riesgo de transmisión adicional.
Nuevas Estrategias de Rastreo de Contactos
En respuesta a situaciones cambiantes, se introdujeron métodos mejorados de rastreo de contactos, como el rastreo hacia atrás. Este enfoque se centraba en identificar la fuente original de infección que llevó al caso índice. Al entender de dónde venía el virus, las autoridades de salud podían controlar mejor su propagación.
Las proyecciones sugerían que los casos primarios podían llevar a un número significativo de infecciones adicionales. Muchos de estos casos podían pasar desapercibidos, especialmente en entornos escolares, donde los casos asintomáticos podrían no estar vinculados a investigaciones.
En Reggio Emilia, Italia, se implementó un nuevo protocolo para el rastreo de contactos a partir de finales de noviembre de 2020. La autoridad de salud local decidió hacer pruebas a todos los contactos-tuvieran síntomas o no-al inicio de su periodo de cuarentena. Este cambio buscaba identificar cualquier fuente potencial de infección más temprano. Antes de esta intervención, los contactos solo se testeaban al final de su cuarentena, lo que podía llevar a una identificación tardía o perdida de los casos asintomáticos.
Estudio del Nuevo Protocolo de Rastreo
El estudio tuvo como objetivo estimar cómo esta nueva estrategia de pruebas impactó la propagación del COVID-19 en las escuelas. Los investigadores analizaron datos de una variedad de casos y rastrearon cuántos casos secundarios surgieron en las clases después de que se introdujo el nuevo protocolo.
En Reggio Emilia, alrededor de 95,000 niños y adolescentes estaban inscritos en diversas instituciones educativas. El estudio analizó datos de casos confirmados de COVID-19 y rastreó cualquier infección relacionada en las escuelas.
Durante el periodo del estudio, las tasas de infección en la población fluctuaron, llevando a cierres y cambios en las políticas escolares. Este contexto hizo que fuera complicado evaluar el verdadero impacto de la nueva estrategia de rastreo de contactos.
Investigando los Resultados
Los investigadores examinaron 1,884 clases, con un total de 1,604 casos confirmados de COVID-19. Identificaron 1,705 casos secundarios entre estudiantes y profesores vinculados a estos casos iniciales. La tasa general de infecciones secundarias fue de aproximadamente 3.9%.
Después de implementar la estrategia de pruebas inmediatas, el número mediano de casos secundarios se mantuvo similar, sin cambios significativos. El porcentaje de clases que experimentaron transmisión secundaria también se mantuvo constante antes y después de la intervención.
Sin embargo, la proporción de Casos Índice sintomáticos disminuyó, y hubo una notable reducción en el tiempo tomado para rastrear contactos después de la intervención. Los casos con una fuente de infección conocida aumentaron, lo que indica un mejor rendimiento en el rastreo.
Analizando el Impacto del Rastreo de Contactos
Para evaluar el vínculo entre la nueva estrategia de rastreo de contactos y el número de casos secundarios, los investigadores analizaron factores potenciales que pudieron haber influido en estos resultados. Descubrieron que tanto la rapidez del rastreo de contactos como la identificación de fuentes conocidas de infección mejoraron después de la introducción del nuevo protocolo.
A pesar de estas mejoras, no hubo una reducción significativa en los casos secundarios directamente vinculados a la demora en el rastreo. Esto podría deberse a que, antes de la intervención, todos los compañeros de clase eran considerados contactos cercanos, lo que llevaba a una cuarentena inmediata sin importar los patrones de transmisión.
El estudio mostró que conocer la fuente de infección redujo significativamente los casos secundarios. Una mejor identificación de fuentes durante el nuevo proceso de rastreo condujo a menos infecciones en las escuelas, creando un ambiente más seguro para estudiantes y personal.
Limitaciones del Estudio
Si bien la nueva estrategia de rastreo de contactos mostró promesas, el estudio tenía limitaciones. No pudo afirmar de manera definitiva que los cambios en las tasas de infección fueron únicamente debido al nuevo protocolo. Varios factores, como los niveles de transmisión comunitaria y otras medidas de seguridad, pudieron haber influido en los resultados observados.
Además, el estudio se centró únicamente en las escuelas de una región en particular, lo que significa que los resultados podrían no aplicar a otros contextos o regiones, especialmente donde había variantes o reglas diferentes.
Conclusiones
El cambio hacia pruebas inmediatas para los contactos en las escuelas fue un paso significativo para controlar la transmisión del COVID-19. Las mejoras en el rendimiento del rastreo estaban vinculadas a menos casos secundarios, mostrando que la identificación oportuna de los casos es crucial en la gestión de brotes.
Este estudio destaca la importancia de adaptar las estrategias de salud pública para responder de manera efectiva a las circunstancias cambiantes. Al enfocarse en pruebas y rastreo rápidos, las escuelas pueden ayudar a asegurar un ambiente más seguro para el aprendizaje en persona, lo cual es vital para la educación y el bienestar de los estudiantes.
A medida que las escuelas continúan enfrentando desafíos durante la pandemia, es necesario evaluar continuamente las estrategias para proteger a los estudiantes y al personal mientras se mantienen las actividades educativas.
Título: Effect of an enhanced public health contact tracing intervention on the secondary transmission of SARS-CoV-2 in educational settings: the four-way decomposition analysis
Resumen: BackgroundWe assessed the impact of testing contacts immediately instead of at the end of quarantine on the transmission of SARS-CoV-2 in schools in Reggio Emilia Province. MethodsWe analysed surveillance data on notification of COVID-19 cases in schools between 1 September 2020 and 4 April 2021. ResultsMedian tracing delay decreased from 7 to 3.1 days and the percentage of the known infection source increased from 34% to 54.8% (IRR 1.61 1.40-1.86). Implementation of prompt contact tracing was associated with a 10% decrease in the number of secondary cases (excess relative risk, EER -0.1 95%CI -0.35 to 0.15). Knowing the source of infection of the index case led to a decrease in secondary transmission (IRR 0.75 95% CI 0.63-0.91) while the decrease in tracing delay was associated with decreased risk of secondary cases (1/IRR 0.97 95%CI 0.94-1.01 per one day of delay). The direct effect of the intervention accounted for the 29% decrease in the number of secondary cases (EER -0.29 95% -0.61 to 0.03). ConclusionsPrompt contact testing in the community seems to reduce the time of contact tracing and increases the ability to identify the source of infection in school outbreaks. Yet, observed differences can be also due to differences in the force of infection and to other control measures put in place. FundingThis project was carried out with the technical and financial support of the Italian Ministry of Health - CCM 2020 and Ricerca Corrente Annual Program 2023.
Autores: Olivera Djuric, E. Larosa, M. Cassinadri, S. Cilloni, E. Bisaccia, D. Pepe, L. Bonvicini, M. Vicentini, F. Venturelli, P. Giorgi Rossi, P. Pezzotti, A. Mateo Urdiales, E. Bedeschi
Última actualización: 2023-03-27 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2023.03.27.23287795
Fuente PDF: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2023.03.27.23287795.full.pdf
Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/
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