IMC y Mortalidad: Nuevas Perspectivas de Estudios Recientes
La investigación aclara la compleja relación del IMC con el riesgo de mortalidad.
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Tabla de contenidos
El Índice de Masa Corporal (IMC) es una forma sencilla de evaluar si una persona está en un peso saludable. Los investigadores han indagado sobre cómo el IMC se relaciona con el riesgo de morir, y los resultados pueden ser complicados. Algunos estudios sugieren que el riesgo de muerte es más bajo para las personas que están en un peso normal o ligeramente sobrepeso, mientras que los que están bajo peso pueden enfrentar mayores riesgos. Sin embargo, estas observaciones pueden no mostrar con precisión los efectos reales del IMC en la salud debido a otros factores que pueden confundir los resultados.
Para obtener una imagen más clara, los científicos usan un método llamado aleatorización mendeliana. Este método ayuda a evitar la confusión de otros factores al observar diferencias genéticas que afectan el IMC, en lugar de medir directamente el IMC. Como los rasgos genéticos se establecen al nacer y no son influenciados por otros factores más adelante en la vida, este enfoque puede ayudar a los investigadores a entender cómo el IMC realmente afecta la Mortalidad.
También hay un método más nuevo llamado aleatorización mendeliana no lineal, que examina cómo la relación entre el IMC y la mortalidad cambia en diferentes niveles de IMC. Este método ayuda a los científicos a determinar si estar en un peso determinado influye en el riesgo de morir más que estar en otro peso.
Un desafío con esta investigación es agrupar correctamente a las personas por su IMC mientras se asegura que los factores genéticos aún se apliquen en cada grupo. Si los grupos se organizan según los niveles de IMC, puede distorsionar los resultados, haciéndolo parecer que hay un vínculo entre el IMC y otros factores cuando no lo hay. Para abordar esto, los investigadores han comenzado a usar un método llamado método doblemente clasificado, que puede ajustar estos problemas mientras examina la relación con más precisión.
En estudios anteriores que usaron el método residual, se vio una relación en forma de J entre el IMC y la mortalidad. Esto significa que niveles de IMC muy bajos o muy altos estaban asociados con un mayor riesgo de morir en comparación con niveles de IMC normales o ligeramente superiores. Sin embargo, usar el método doblemente clasificado puede producir resultados diferentes. De hecho, el análisis de dos grandes estudios de salud mostró que, aunque existe evidencia de una relación en forma de J, los resultados eran menos claros en niveles más bajos de IMC, revelando más incertidumbre.
Los Estudios de Salud
Se usaron dos estudios de salud importantes para recopilar datos: el estudio HUNT en Noruega y el Biobanco del Reino Unido. El estudio HUNT incluyó a más de 65,000 personas, rastreando su salud y muertes durante muchos años. El Biobanco del Reino Unido tuvo alrededor de 500,000 participantes, siguiendo su salud durante un período similar. Ambos estudios proporcionaron un gran pool de información para que los científicos analizaran.
Los investigadores observaron marcadores genéticos conocidos como polimorfismos de un solo nucleótido (SNPs) para evaluar el IMC. Estos marcadores genéticos pueden predecir cuánto puede diferir el IMC de una persona según su composición genética. Al comparar estos factores genéticos con datos de mortalidad, los investigadores pudieron entender mejor el impacto real del IMC en la salud.
El Proceso de Análisis
Los científicos utilizaron el método doblemente clasificado para dividir a los participantes en grupos según su IMC genéticamente predicho. Luego analizaron cómo el IMC se relacionaba con la mortalidad por todas las causas, lo que significa muerte por cualquier causa. El objetivo era ver si diferentes niveles de IMC llevaban a diferentes riesgos de morir.
En su análisis, encontraron que los resultados variaban según el método utilizado. Cuando observaron los datos con el método residual, había una conexión en forma de J más obvia. Sin embargo, usar el método doblemente clasificado mostró menos certeza, especialmente en niveles más bajos de IMC. Esto destaca que a medida que el IMC de los individuos aumenta más allá de los niveles normales (alrededor de 25 kg/m2), los riesgos de mortalidad parecían aumentar.
Diferencias Según Género
La investigación también analizó el impacto del IMC en hombres y mujeres por separado. En general, había algo de evidencia de un vínculo en forma de J en ambos géneros, pero los investigadores observaron que los riesgos asociados con altos niveles de IMC eran más fuertes para las mujeres en comparación con los hombres. Se notaron las mismas tendencias en diferentes tipos de mortalidad, como enfermedades del corazón y cáncer.
Mortalidad Específica por Causa
Los científicos también examinaron cómo el IMC afectaba la muerte por causas específicas. La asociación entre el IMC y la mortalidad por enfermedades del corazón fue más pronunciada que para otras causas, pero nuevamente, los resultados eran menos fuertes para niveles más bajos de IMC.
Conclusión
En resumen, la investigación sugiere que aunque el aumento del IMC parece elevar el riesgo de mortalidad, la evidencia de efectos dañinos del IMC bajo no es muy fuerte y solo aparece en ciertos casos, típicamente en niveles muy bajos. Esto contrasta con hallazgos anteriores, que sugerían un vínculo más significativo entre el IMC bajo y la mortalidad.
El uso de diferentes métodos de análisis, particularmente el método doblemente clasificado, proporcionó perspectivas más precisas sobre estas relaciones. Si bien la investigación destaca conexiones importantes entre el IMC y la mortalidad, también enfatiza la necesidad de precaución al interpretar estos hallazgos. Los riesgos individuales pueden variar ampliamente, y lo que es verdad a nivel poblacional puede no aplicarse para cada individuo.
En general, entender cómo el IMC se relaciona con la mortalidad puede informar estrategias de salud pública y ayudar a las personas a tomar mejores decisiones de salud, reconociendo que se necesita más investigación para aclarar estas relaciones complicadas.
Título: Body mass index and all-cause mortality in HUNT and UK Biobank studies: revised non-linear Mendelian randomization analyses
Resumen: ObjectivesTo estimate the shape of the causal relationship between body mass index (BMI) and mortality risk in a Mendelian randomization framework. DesignMendelian randomization analyses of two prospective population-based cohorts. SettingIndividuals of European ancestries living in Norway or the United Kingdom. Participants56,150 participants from the Trondelag Health Study (HUNT) in Norway and 366,385 participants from UK Biobank recruited by postal invitation. OutcomesAll-cause mortality and cause-specific mortality (cardiovascular, cancer, non-cardiovascular non-cancer). ResultsA previously published non-linear Mendelian randomization analysis of these data using the residual stratification method suggested a J-shaped association between genetically-predicted BMI and mortality outcomes with the lowest mortality risk at a BMI of around 25 kg/m2. However, the "constant genetic effect" assumption required by this method is violated. The re-analysis of these data using the more reliable doubly-ranked stratification method still indicated a J-shaped relationship, but with less precision in estimates at the lower end of the BMI distribution. Evidence for a harmful effect of reducing BMI at low BMI levels was only present in some analyses, and where present, only below 20 kg/m2. A harmful effect of increasing BMI for all-cause mortality was evident above 25 kg/m2, for cardiovascular mortality above 24 kg/m2, for non-cardiovascular non-cancer mortality above 26 kg/m2, and for cancer mortality above 30 kg/m2. In UK Biobank, the association between genetically-predicted BMI and mortality at high BMI levels was stronger in women than in men. ConclusionThis research challenges findings from previous conventional observational epidemiology and Mendelian randomization investigations that the lowest level of mortality risk is at a BMI level of around 25 kg/m2. Our results provide evidence that reductions in BMI will only increase mortality risk for a small proportion of the population, and increases in BMI will increase mortality risk for those with BMI above 25 kg/m2. Strengths and limitations of the studyO_LIMendelian randomization design minimizes bias due to confounding and reverse causation C_LIO_LILarge sample sizes enable powerful analyses even in low BMI individuals C_LIO_LIValidity of the genetic variants as instrumental variables cannot be verified C_LIO_LIBias due to selection could be non-negligible and could vary across strata C_LIO_LIAll estimates are averaged across a stratum of the population; individual effects of raising or lowering BMI may vary between individuals C_LI
Autores: Stephen Burgess, Y.-Q. Sun, A. Zhou, C. Buck, A. M. Mason, X.-M. Mai
Última actualización: 2023-10-31 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2023.10.31.23297612
Fuente PDF: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2023.10.31.23297612.full.pdf
Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/
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