Actividad Física y Salud Cognitiva en Adultos Mayores
Examinando cómo la actividad física afecta la función cognitiva a medida que la gente envejece.
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Tabla de contenidos
La disminución cognitiva es un tema importante, sobre todo a medida que la gente envejece, ya que aumenta el riesgo de diferentes tipos de demencia. La demencia puede afectar seriamente la vida de los adultos mayores, causando discapacidades y afectando su calidad de vida. A medida que la población envejece, encontrar formas de reducir la disminución cognitiva, y por ende el riesgo de demencia, se vuelve cada vez más crucial. En el Reino Unido, actualmente no hay tratamientos efectivos para revertir o ralentizar la progresión de la demencia. Por lo tanto, es fundamental identificar factores que se puedan cambiar para ayudar a mantener la función cognitiva mientras la gente envejece.
Actividad Física
El Papel de laUn factor que se puede modificar es la actividad física (AF). Estudios muestran que niveles más altos de actividad física están relacionados con un menor riesgo de demencia y mejor salud cognitiva en la vida posterior. Sin embargo, no está del todo claro cómo la actividad física influye en las habilidades cognitivas. Se piensa que factores como la salud del corazón y el bienestar mental pueden jugar un papel, pero también hay una posibilidad de que la aptitud cardiorrespiratoria (ACR) esté involucrada. La ACR es una medida de qué tan bien el corazón y los pulmones pueden suministrar oxígeno al cuerpo durante el ejercicio, así como de qué tan bien los músculos pueden usar ese oxígeno. Participar en actividad física, especialmente ejercicios aeróbicos, puede mejorar la ACR, y niveles más altos de ACR pueden estar conectados a un mejor rendimiento cognitivo.
Hay dos posibilidades sobre cómo la ACR puede afectar la relación entre la actividad física y la cognición. Primero, la ACR podría actuar como un mediador, lo que significa que ayuda a explicar cómo la actividad física afecta la función cognitiva. Segundo, podría moderar la relación, sugiriendo que los efectos de la actividad física sobre la cognición varían según el nivel de aptitud. Algunos estudios sugieren que las personas más en forma pueden beneficiarse más de la actividad física en términos de memoria, mientras que otros informan que las personas con niveles de aptitud más bajos ven más beneficios en cuanto a la velocidad de procesamiento.
Investigación
Objetivo de laPara proporcionar insights más claros sobre este tema, se diseñó un estudio para examinar cómo la ACR podría influir en la relación entre la actividad física en la mediana edad y la función cognitiva más adelante. Esta investigación miró a un grupo de personas nacidas en 1958, siguiendo su actividad física, niveles de aptitud y habilidades cognitivas a medida que envejecían. El enfoque fue ver cuánto contribuyó la ACR a la relación entre la actividad física y la función cognitiva.
Población del Estudio
El estudio utilizó datos de la cohorte de nacimiento británica de 1958, que inicialmente inscribió a más de 17,000 Participantes al nacer y luego incluyó a más personas nacidas en la misma semana. Para cuando llegaron a mediados de sus 40, los participantes seguían siendo en gran medida representativos del grupo original. Se hicieron varias evaluaciones a las edades de 42, 45 y 50 años para recopilar información sobre actividad física, aptitud cardiorrespiratoria y función cognitiva.
A los 42 años, se preguntó a los participantes sobre su participación en actividades físicas, como deportes competitivos y clases de ejercicio. Esta información se utilizó para crear una variable que indicaba si una persona se involucraba en actividad física al menos una vez a la semana.
A los 45 años, se estimó la aptitud cardiorrespiratoria utilizando varios factores, incluyendo la edad, el índice de masa corporal (IMC), la frecuencia cardíaca en reposo y la actividad física. La evaluación final de la función cognitiva se realizó a los 50 años, donde los participantes completaron diversas pruebas para medir sus habilidades cognitivas.
Resultados del Estudio
Aproximadamente dos tercios de los participantes informaron estar físicamente activos al menos una vez a la semana a los 42 años. El nivel promedio de aptitud cardiorrespiratoria fue más alto en hombres en comparación con mujeres, mientras que las mujeres obtuvieron mejores resultados en tareas cognitivas a los 50 años.
Los resultados indicaron que estar físicamente activo a los 42 años estaba asociado con una mejor aptitud cardiorrespiratoria a los 45 años y mayor función cognitiva a los 50 años. Sin embargo, cuando se consideraron otros factores, la conexión entre la aptitud cardiorrespiratoria y la función cognitiva fue débil, sugiriendo que los beneficios de la actividad física sobre la cognición podrían no depender directamente de los niveles de aptitud.
Al desglosar los efectos de la actividad física en la función cognitiva, se encontró que el efecto global era pequeño, principalmente impulsado por una relación directa más que a través de la aptitud cardiorrespiratoria. Esto significa que la actividad física tuvo un leve efecto positivo en la función cognitiva, pero este efecto no parece estar significativamente influenciado por el nivel de aptitud del individuo.
El estudio también exploró si estas relaciones diferían entre hombres y mujeres. En hombres, hubo un pequeño efecto positivo de la actividad física sobre la cognición, mientras que no se observó un efecto claro en mujeres una vez que se consideraron otros factores. Esto sugiere que los factores que influyen en la relación entre la actividad física y la función cognitiva pueden variar según el sexo.
Implicaciones de los Resultados
Los hallazgos contribuyen a la discusión en curso sobre el impacto de la actividad física en la salud cognitiva. Aunque hay una creencia general de que estar físicamente activo beneficia las habilidades cognitivas, la evidencia de beneficios significativos en la mediana edad sigue siendo mixta. Algunos estudios apoyan la idea de que la actividad física conduce a mejoras cognitivas, mientras que otros encuentran poco o ningún efecto.
La investigación destaca la complejidad de cómo la actividad física afecta la función cognitiva. La falta de evidencia sólida que conecte la aptitud cardiorrespiratoria a esta relación sugiere que otros mecanismos pueden jugar un papel. Por ejemplo, la actividad física podría ayudar a reducir el riesgo de enfermedades vasculares, mejorar el flujo sanguíneo al cerebro o estimular factores de crecimiento que apoyan la salud cognitiva. Otros beneficios potenciales podrían estar relacionados con el compromiso social y mental que viene con la participación en actividades físicas.
Posibles Limitaciones
Si bien el estudio tiene fortalezas, como un gran tamaño de muestra y un largo período de seguimiento, también hay limitaciones. La evaluación de la actividad física dependió de datos autorreportados, lo que podría introducir sesgos. Además, el estudio se centró en grupos de edad específicos, y los hallazgos pueden no ser generalizables a otras poblaciones o grupos étnicos.
Conclusión
Esta investigación proporciona insights importantes sobre cómo la aptitud cardiorrespiratoria puede o no influir en la relación entre la actividad física y la función cognitiva. Parece que los efectos positivos de participar en actividad física sobre la salud cognitiva, especialmente en hombres, son en gran medida independientes de los niveles de aptitud. Dada la complejidad de estas relaciones, se necesita investigar más para identificar las diversas vías a través de las cuales la actividad física impacta el rendimiento cognitivo. Entender estas vías podría ayudar a diseñar intervenciones efectivas destinadas a preservar la función cognitiva en los adultos mayores.
Título: Does cardiorespiratory fitness mediate or moderate the association between mid-life physical activity and cognitive function? Findings from the 1958 British birth cohort study
Resumen: BackgroundPhysical activity (PA) is associated with a lower risk of cognitive decline and all-cause dementia in later life. Pathways underpinning this association are unclear but may involve either mediation and/or moderation by cardiorespiratory fitness (CRF). MethodsData on participation in PA (exposure) at 42y, non-exercise testing CRF (NETCRF, mediator/moderator) at 45y and overall cognitive function (outcome) at 50y were obtained from 9,385 participants in the 1958 British birth cohort study. We used a four-way decomposition approach to examine the relative contributions of mediation and moderation by NETCRF on the association between PA at 42y and overall cognitive function at 50y. ResultsIn males, the estimated overall effect of 42y PA [≥]once per week (vs.
Autores: Snehal M Pinto Pereira, T. Norris, J. J. Mitchell, J. M. Blodgett, M. Hamer
Última actualización: 2023-11-17 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2023.11.15.23298607
Fuente PDF: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2023.11.15.23298607.full.pdf
Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/
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