Entendiendo el Estrés Térmico y las Infecciones Virales en Cultivos de Cucurbitáceas
Una mirada a cómo la temperatura y los virus afectan las plantas de melón y calabacín.
Pedro Gomez, C. de Moya-Ruiz, P. Rabadan
― 9 minilectura
Tabla de contenidos
- Estrés por calor en las Plantas
- Efectos Indirectos en el Rendimiento de los Cultivos
- Investigación sobre Cultivos de Cucurbitáceas
- Diseño Experimental
- Acumulación Viral en Plantas
- Cambios en la Expresión Génica
- Procesos Biológicos y Funciones
- Identificación de Genes Ortólogos
- Conclusión
- Fuente original
- Enlaces de referencia
Las plantas necesitan adaptarse a diferentes desafíos en su entorno para sobrevivir y crecer. Estos desafíos pueden venir de factores externos como temperaturas extremas, falta de agua, altos niveles de sal y aumento de gases de efecto invernadero. Cuando se enfrentan a estas condiciones, las plantas pueden tener dificultades para crecer porque sus procesos internos se ven afectados, lo que puede llevar a cambios en su desarrollo. El cambio climático está haciendo que estas condiciones sean más severas, lo que representa un riesgo serio para el suministro de alimentos en todo el mundo. Afecta cuánto alimento podemos cultivar, la calidad de ese alimento y los precios que pagamos por él. Además, a medida que el clima cambia, los cultivos también enfrentan más plagas y enfermedades que pueden amenazar aún más la producción de alimentos y aumentar la escasez de alimentos.
Estrés por calor en las Plantas
Las altas temperaturas pueden dañar directamente a las plantas al interrumpir sus procesos de crecimiento y reproducción. El estrés por calor puede llevar a tasas aumentadas de fotorespiración (un proceso que consume energía) y pérdida de agua a través de la transpiración. También puede afectar la viabilidad del polen y la fertilización, lo que dificulta a las plantas reproducirse. Varias cosechas como frijoles, guisantes, trigo y tomates han mostrado vulnerabilidad al estrés por calor. Las plantas son especialmente sensibles a altas temperaturas durante sus etapas de floración. Esta sensibilidad puede cambiar cómo se expresan ciertos genes, afectando su desarrollo general.
Cuando las plantas experimentan estrés por calor, ciertas proteínas llamadas proteínas de choque térmico se vuelven cruciales para manejar las respuestas. Estas proteínas ayudan a regular la expresión de genes que responden al calor. Si las temperaturas son demasiado bajas, puede ralentizar la actividad de las enzimas y otras reacciones bioquímicas que son importantes para el crecimiento y desarrollo de la planta. Cuando las temperaturas cambian, las plantas también alteran sus mecanismos de defensa contra plagas y enfermedades.
Entender cómo los cambios de temperatura afectan la Expresión Génica puede ayudar a los investigadores a encontrar rasgos útiles para los programas de cría que buscan producir plantas que puedan resistir el estrés. No obstante, el éxito de crear variedades de plantas tolerantes al calor puede variar según las diferentes condiciones agrícolas y los tipos de enfermedades presentes.
Efectos Indirectos en el Rendimiento de los Cultivos
Las temperaturas en aumento no solo afectan directamente el crecimiento de una planta; también impactan indirectamente en los rendimientos de los cultivos al cambiar cómo progresan las enfermedades y cómo se comportan los insectos plaga. La investigación indica que los cultivos son más susceptibles a enfermedades virales cuando las temperaturas son altas. Por ejemplo, las altas temperaturas pueden influir en cómo las plantas interactúan con los virus, afectando tanto el desarrollo de los síntomas como la acumulación del virus mismo dentro de la planta.
La temperatura influye en la replicación y propagación viral. Los estudios han mostrado que las cargas virales pueden depender significativamente de la temperatura. Las enfermedades causadas por virus probablemente se volverán más severas y generalizadas en condiciones más cálidas. Además, los insectos que transmiten estos virus pueden volverse más activos en temperaturas más altas, facilitando la propagación de enfermedades y complicando los esfuerzos de manejo de enfermedades.
Investigación sobre Cultivos de Cucurbitáceas
Para entender mejor cómo la temperatura y las infecciones virales afectan a las plantas, particularmente cultivos de cucurbitáceas como melones y calabacines, los investigadores han estado explorando cómo estas plantas responden a temperaturas variadas y a la presencia del virus del mosaico del melón (WMV). Las cucurbitáceas son cultivos esenciales a nivel global y enfrentan presiones crecientes de infecciones virales a medida que cambian las condiciones de cultivo.
Los estudios muestran que el estrés por temperatura, incluyendo frío y calor, puede impactar seriamente el crecimiento y la productividad de los melones. Sin embargo, no se han estudiado profundamente muchos genes específicos involucrados en la respuesta al estrés, especialmente en las cucurbitáceas. Además, varios virus pueden dañar significativamente a los cultivos de cucurbitáceas, particularmente en regiones como el Mediterráneo.
El virus del mosaico del melón (WMV) es uno de esos virus dañinos que se propaga principalmente a través de pulgones. Este virus causa varios síntomas en las plantas de cucurbitáceas, como deformidades en las hojas y crecimiento lento. En entornos de investigación, los científicos buscaron investigar cómo la acumulación del virus y los cambios en la expresión génica diferían en melones y calabacines bajo diferentes condiciones de temperatura.
Diseño Experimental
En sus experimentos, los científicos cultivaron melones y calabacines en un ambiente controlado con temperaturas variables: bajas (20°C), medias (26°C) y altas (32°C). Cada conjunto de plantas fue duplicado, con algunas plantas siendo infectadas con WMV mientras que otras permanecían no infectadas. Los investigadores recolectaron muestras de plantas después de un período específico para analizar la Carga Viral y los cambios en la expresión génica.
El virus fue aislado de plantas de tabaco infectadas y luego se usó para infectar las plantas de cucurbitáceas. Los científicos cuantificaron el virus presente en las plantas en varios momentos para ver cómo la temperatura afectaba la acumulación viral. Además de medir el virus, también observaron cómo las plantas expresaban sus genes en respuesta a los estresores de temperatura e infección viral.
Acumulación Viral en Plantas
Después de analizar las muestras, los investigadores encontraron que las plantas de calabacín tenían niveles significativamente más altos de WMV en comparación con las plantas de melón, particularmente bajo condiciones de alta temperatura. Esto sugiere que el calabacín puede ser más susceptible a este virus que las plantas de melón. El estudio indicó que la capacidad de las plantas para manejar el estrés por calor y las infecciones virales varía entre especies y cultivares, lo que sugiere que podría ser posible criar plantas que sean más resistentes a estos desafíos.
En el caso de las plantas de melón, los investigadores notaron una disminución considerable en la carga viral cuando se sometieron a altas temperaturas, particularmente en las variedades susceptibles. Curiosamente, las variedades tolerantes no mostraron cambios significativos en la carga viral a través de diferentes temperaturas, lo que indica una posible resiliencia a los cambios de temperatura.
Cambios en la Expresión Génica
Para entender cómo las plantas responden a nivel genético a la temperatura y la exposición a virus, los científicos realizaron un análisis detallado de la expresión génica. Encontraron miles de genes expresados diferencialmente (DEGs) en las plantas, lo que indica que los patrones de expresión génica cambiaron significativamente según la temperatura y la presencia de WMV.
En el calabacín, se observó un mayor número de DEGs en comparación con el melón, particularmente a altas temperaturas, lo que implica que el calabacín tuvo una respuesta transcripcional más amplia a los desafíos combinados del calor y la infección viral. Estas diferencias en la expresión génica proporcionan información sobre qué genes se activan durante los eventos de estrés y cómo las plantas gestionan estas presiones.
Procesos Biológicos y Funciones
Los investigadores analizaron qué procesos biológicos estaban involucrados en las respuestas observadas en los DEGs. Muchos de los genes relacionados con las respuestas al estrés, particularmente aquellos conectados con los mecanismos de defensa de la planta contra infecciones virales y estrés térmico, se identificaron en ambos tipos de cultivos.
El análisis reveló que varios procesos biológicos se vieron significativamente impactados. Por ejemplo, los genes involucrados en respuestas de defensa, interacciones proteicas y funciones metabólicas fueron frecuentemente regulados al alza o a la baja dependiendo de las condiciones de estrés. Esto sugiere que vías de señalización específicas pueden jugar roles vitales en cómo las plantas responden a la combinación del estrés por calor y las infecciones virales.
Identificación de Genes Ortólogos
Un análisis adicional incluyó la identificación de genes ortólogos entre melones y calabacines, que son genes en diferentes especies que evolucionaron a partir de un gen ancestral común. Esto puede proporcionar información valiosa sobre cómo diferentes especies enfrentan presiones ambientales.
En el rango de altas temperaturas, se encontraron algunos genes ortólogos únicos entre los cultivos, lo que muestra que estos genes pueden ser críticos para sobrevivir al estrés por calor. Estos genes estaban asociados con procesos importantes como la respuesta al estrés y la fotomorfogénesis, indicando que podrían ser cruciales para la adaptación de las plantas a entornos cambiantes.
Conclusión
La investigación resalta la compleja interacción entre el estrés térmico y las infecciones virales en cultivos de cucurbitáceas. Comprender cómo estos factores afectan a las plantas a niveles fisiológicos y genéticos es esencial para desarrollar variedades que puedan resistir los desafíos que plantea el cambio climático y las plagas y enfermedades emergentes.
Al identificar genes clave involucrados en estas respuestas al estrés, los científicos pueden informar mejor los programas de cría destinados a aumentar la resiliencia en cultivos importantes como melones y calabacines. Este conocimiento es vital para asegurar la futura seguridad alimentaria en un clima cambiante. Los investigadores buscan seguir explorando estas interacciones para desarrollar estrategias efectivas que ayuden a proteger la producción de cultivos y mejorar la disponibilidad de alimentos a nivel global.
Título: The combined effect of viral infection and temperature on the gene response of melon and zucchini plants with different levels of temperature tolerance
Resumen: Biotic and abiotic environmental factors shape plant responses. As such the interplay between viral infection and heat-stress can trigger specific physiological and metabolic plant responses that lead to gene-specific changes in defense and development. However, although plant gene expression patterns have been thoroughly studied under a single stress, the extent to which the combination of both stressors could modulate common or exclusive signaling pathways remains unclear. In this study, we examined the effects of watermelon mosaic virus infection and diurnal temperature variations (20/14 {degrees}C, 26/20 {degrees}C, and 32/24 {degrees}C) on the gene responses of two plant species (melon and zucchini), each with high- and low-temperature tolerance, using a differential 3mRNA-seq approach. The WMV load was much greater in zucchini than in melon plants, and was also dependent on the temperature conditions and tolerance of each plant species. Our comparative RNA-seq analysis revealed that the percentage of differentially expressed genes (DEGs) was higher in the thermo-susceptible plants of both species under the combination of WMV infection and low temperatures (20 {degrees}C). Among these significantly regulated genes, between 37 % and 45 % were related to biotic and/or abiotic stress. Furthermore, we found that 30 GO terms were involved in the response to both combined stress from low temperatures and 23 GO terms for high temperatures, which were exclusive to the thermotolerant varieties. Together, these findings allowed the identification of two unique orthologous genes linked to temperature and virus infection in melon and zucchini plants. Understanding the effects of biotic and abiotic factors on plant responses is essential for unraveling the complexity of plant-pathogen-environment interactions and developing strategies to enhance plant resilience and productivity under changing climatic conditions.
Autores: Pedro Gomez, C. de Moya-Ruiz, P. Rabadan
Última actualización: 2024-10-21 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2024.10.18.619003
Fuente PDF: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2024.10.18.619003.full.pdf
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