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# Biología # Microbiología

El virus del diablo de Tasmania revela conexiones sorprendentes

La investigación descubre conexiones entre TDCV y el cáncer en los demonios de Tasmania.

Julien Mélade, Erin Harvey, Jackie E. Mahar, Jocelyn M. Darby, Andrew S. Flies, Edward C. Holmes

― 7 minilectura


Conexión entre TDCV y el Conexión entre TDCV y el Cáncer del Diablo de Tasmania Tasmania. con el cáncer en los demonios de Nuevos hallazgos vinculan el virus TDCV
Tabla de contenidos

Los jingchuvirales son un grupo único de virus que tienen un tipo especial de material genético llamado ARN de cadena sencilla de sentido negativo. Pertenecen a cinco familias, siendo una de ellas la Chuviridae. Estos virus pueden tener diferentes tipos de genomas, que pueden ser segmentados, no segmentados, lineales o incluso circulares, y varían en tamaño.

Curiosamente, originalmente se pensaba que este grupo de virus solo infectaba invertebrados como los insectos. Sin embargo, hallazgos recientes muestran que también se pueden encontrar en peces y reptiles. Incluso hay algunas pistas de que estos virus podrían estar en pequeños mamíferos y otros animales.

Un virus específico, llamado el virus chu-like del diablillo de Tasmania (TDCV), se ha encontrado en los demonios de Tasmania, que son criaturas adorables pero en peligro de extinción. En los últimos veinte años, sus poblaciones han caído en picada debido a un par de cánceres transmisibles muy crueles. Este virus se encontró en células cancerosas de los demonios de Tasmania, y los científicos creen que podría estar relacionado con sus problemas de salud.

Lo Que Encontramos

En nuestra búsqueda del TDCV, revisamos muchas muestras de demonios de Tasmania, incluyendo tejidos y líneas celulares cancerosas. Queríamos ver si el virus estaba presente y cuán bien podía replicarse. Encontramos TDCV en una línea celular específica, pero no en otros tejidos, lo que sugiere que podría preferir las células cancerosas sobre las sanas.

La Evidencia

Usando un proceso llamado RT-PCR, verificamos si el TDCV estaba presente en las muestras. Lo encontramos prosperando en la línea celular DFT1 4906, que es una línea celular tumoral recolectada de un demonio de Tasmania. El virus estaba presente en grandes cantidades, indicando que estaba replicándose activamente. No encontramos TDCV en otras líneas celulares o tejidos normales.

Para confirmar que el TDCV realmente se estaba replicando en esta línea celular, buscamos tanto cadenas positivas como negativas del virus. La presencia de ambas cadenas significa que el virus estaba ocupado haciendo copias de sí mismo.

Comparando Líneas Celulares

Comparamos las células infectadas DFT1 4906 con otras líneas celulares tumorales no infectadas. ¡Notamos algunas diferencias interesantes! Las células infectadas se veían un poco diferentes bajo el microscopio, siendo más pequeñas y redondas que sus primas no infectadas.

Cuando miramos cuán rápido estaban creciendo las células, las células infectadas por TDCV no estaban creciendo tan rápido como las no infectadas. Esto sugiere que, aunque el TDCV estaba replicándose, podría tener algunos efectos negativos sobre el crecimiento celular.

Entendiendo la Estructura del TDCV

Necesitábamos entender cómo era realmente el TDCV, así que secuenciamos su genoma completo. Esto se hizo para asegurarnos de que estábamos lidiando con un virus adecuado y no solo con restos de un virus que podría haber quedado atrapado en las células. Confirmamos que el genoma estaba intacto sin mutaciones raras, ¡lo cual es una buena señal!

Buscando TDCV en Otras Células

Para averiguar si el TDCV podía infectar otras células, lo probamos en otra línea celular tumoral (DFT2) y también en algunas células de fibroblastos de demonios de Tasmania. Vimos que el TDCV se desempeñó bien en las células DFT2, aumentando significativamente su carga viral, pero no logró nada en las células de fibroblastos.

Esto sugiere una preferencia por las células tumorales, lo cual es intrigante. A pesar del aumento en la carga viral, las células DFT2 no se enfermaron por el virus, sin señales visibles de muerte celular.

Pruebas en Células de Mosquito

Dado que los virus a menudo se encuentran en insectos como los mosquitos, decidimos ver cómo le iría al TDCV en una línea celular de mosquito. Después de seis días, no hubo cambios significativos en la carga viral, lo que indica que el TDCV tampoco se estableció en las células de mosquito.

Ahondando en el Genoma

El genoma del TDCV tiene algunas características interesantes, incluyendo cuatro marcos de lectura abiertos (ORFs) que codifican diferentes proteínas. Estas proteínas juegan roles importantes en cómo funciona y se replica el virus.

Al comparar las secuencias del TDCV con otros virus, encontramos algunas similitudes y diferencias intrigantes. Curiosamente, el TDCV compartió la relación más cercana con un virus recientemente descubierto en ascidias. Aunque no son exactamente los mejores amigos, parecen tener algo en común.

Análisis Filogenético

Para entender mejor dónde encaja el TDCV en el gran árbol genealógico viral, realizamos análisis filogenéticos en varias proteínas. Los resultados mostraron que el TDCV no está estrechamente relacionado con los virus conocidos que infectan vertebrados, lo que abre algunas preguntas fascinantes sobre sus orígenes y evolución.

Descubriendo Más Conexiones

El TDCV se encontró consistentemente agrupado con el virus de la ascidia en nuestro análisis, lo que sugiere que podría haber más diversidad no descubierta dentro de este grupo de virus. Esto sugiere que podríamos estar viendo múltiples orígenes para estos virus, especialmente al considerar cómo llegaron a los mamíferos.

La Gran Imagen

Esta investigación proporciona pruebas experimentales de que el TDCV puede infectar células de demonios de Tasmania. También indica que probablemente hay otros tipos de jingchuvirus que pueden infectar diferentes especies, incluyendo mamíferos.

El Misterio de la Propagación del TDCV

Todavía tenemos muchas preguntas sobre cómo se propaga el TDCV y si está vinculado al cáncer que afecta a los demonios de Tasmania. Dado que una variedad de animales podría jugar un papel en estos virus, recolectar más muestras de la vida silvestre nos ayudaría a pintar un cuadro más claro de su viaje evolutivo.

La Historia de los Elementos Endógenos

Una mención especial va a los Elementos Virales Endógenos (EVE) que se encontraron en los genomas de algunos peces y marsupiales. Estos EVE implican que los virus antiguos podrían haber estado presentes en estas especies hace millones de años. Pero, ¿quién sabía que los demonios de Tasmania serían los anfitriones de tales interesantes huéspedes virales?

Conclusión

En conclusión, nuestro estudio abre la puerta a nuevos caminos de investigación sobre los jingchuvirus, particularmente el TDCV. Investigar estos virus podría darnos valiosos conocimientos sobre su impacto en los hospedadores y las posibles conexiones con enfermedades como el DFTD.

Hemos aislado con éxito un miembro de la familia Jingchuvirales, allanando el camino para estudios más profundos. Comprender cómo el TDCV interactúa con las células de los demonios de Tasmania podría revelar nuevas formas de abordar enfermedades en estas y otras especies en peligro de extinción.

Direcciones Futuras

Este trabajo anima a los investigadores a seguir buscando virus relacionados en la vida silvestre. Comprender cómo estos virus llegaron a los mamíferos y su conexión con enfermedades será crucial para proteger a especies como el demonio de Tasmania de la extinción.

Así que, ¡esperemos que los investigadores mantengan los ojos bien abiertos para la próxima sorpresa viral escondida en la naturaleza! Con un poco de curiosidad y mucho trabajo en equipo, podríamos descubrir los secretos de estos pequeños pícaros virales.

Fuente original

Título: Isolation of an infectious mammalian chu-like virus from tumor cells of the endangered Tasmanian devil (Sarcophilus harrisii)

Resumen: Jingchuvirales (negative-sense RNA viruses) were initially discovered in invertebrates, with both exogenous and endogenous jingchuviruses subsequently identified in fish, reptiles and mammals. To date, jingchuviruses have only been described metagenomically. By screening primary tumor tissues and tumor cell lines from the endangered Tasmanian devil (Sarcophilus harrisii), we isolated Tasmanian devil chu-like virus (TDCV) from cultures of Tasmanian devil facial tumor disease (DFTD) cells. Cell infection experiments demonstrated active virus replication in Tasmanian devil tumor cells, but not mosquito cells. The absence of viral replication in fibroblasts in cell culture and the lack of RNA detection in several organs suggested that replication was associated with tumor cells. Phylogenetic analysis revealed that TDCV likely represents a novel virus family. This is the first isolation of a jingchuvirus, demonstrating their capacity to infect mammalian cells, and providing in vitro avenues to understand the biology of TDCV and its association with tumor cell infection.

Autores: Julien Mélade, Erin Harvey, Jackie E. Mahar, Jocelyn M. Darby, Andrew S. Flies, Edward C. Holmes

Última actualización: 2024-11-25 00:00:00

Idioma: English

Fuente URL: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2024.11.25.625296

Fuente PDF: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2024.11.25.625296.full.pdf

Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/

Cambios: Este resumen se ha elaborado con la ayuda de AI y puede contener imprecisiones. Para obtener información precisa, consulte los documentos originales enlazados aquí.

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