Burkholderia cepacia y Aeromonas sobria: Una Amenaza Creciente
Conoce dos bacterias que representan graves riesgos para la salud, especialmente para los más vulnerables.
Mushtak T. S. Al-Ouqaili, Rawaa A. Hussein, Bushra A. Kanaan, Ahmed T.S. Al-Neda
― 8 minilectura
Tabla de contenidos
- ¿Quién Está en Riesgo?
- ¿Por Qué Son Tan Duras Estas Bacterias?
- Reuniendo Datos sobre Infecciones Bacterianas
- Recolección y Pruebas de Muestras
- Patrones de Resistencia a Antibióticos
- El Gen RecA
- La Búsqueda de Genes Carbapenemasa
- ¿Qué Dicen los Números?
- La Importancia de los Entornos Hospitalarios
- Tratando las Infecciones
- Preparándose para el Futuro
- Conclusión
- Fuente original
Burkholderia cepacia y Aeromonas sobria son dos tipos de bacterias que pueden causar infecciones en humanos. Pertenecen a diferentes grupos de bacterias y son un problema, especialmente para quienes tienen el sistema inmunológico debilitado.
B. cepacia, en especial, es una bacteria que le gusta estar en lugares como el suelo, el agua e incluso en plantas. Es un poco como un autoestopista, a veces se encuentra en animales y en humanos que no se sienten bien. Aeromonas sobria tampoco es muy selectiva; se da bien en ambientes cálidos y puede encontrarse en agua contaminada, mariscos e incluso en algunas carnes y verduras.
¿Quién Está en Riesgo?
Si te sientes saludable, puedes ignorar la idea de enfermarte por estas bacterias. Pero si tu sistema inmunológico ya está débil, podrías tener problemas. Las infecciones de B. cepacia y A. sobria pueden llevar a problemas de salud serios, especialmente para quienes están en hospitales o centros de cuidados donde las bacterias pueden propagarse fácilmente.
¿Por Qué Son Tan Duras Estas Bacterias?
Una de las razones por las que B. cepacia y A. sobria pueden ser tan problemáticas es que son muy buenas resistiendo antibióticos, que son los medicamentos que usamos para combatir infecciones. Para B. cepacia, esto significa que puede quedarse y causar problemas incluso después de que se ha iniciado el tratamiento.
B. cepacia tiene varias trampas bajo la manga. Tiene algo llamado objetivos alterados para los antibióticos, y también puede cambiar la estructura de los medicamentos. Eso significa que, incluso cuando los médicos intentan recetar el medicamento correcto, las bacterias pueden ignorarlo como si nada. Además, B. cepacia puede expulsar los antibióticos usando mecanismos de bomba especiales.
A. sobria tampoco se queda atrás. Puede producir ciertas enzimas que la hacen resistente a antibióticos comunes, convirtiéndola en otra oponente dura. Ambos tipos de bacterias pueden esconderse en las sombras, lo que las hace difíciles de detectar y aún más difíciles de tratar una vez que deciden enfermar a alguien.
Reuniendo Datos sobre Infecciones Bacterianas
Para entender más sobre estas bacterias engañosas, se realizó un estudio en un hospital en Ramadi, Irak. Los investigadores recolectaron muestras de pacientes que tenían diversas infecciones, enfocándose particularmente en aquellos que podrían tener B. cepacia o A. sobria.
Recogieron un total de 120 muestras, principalmente de pacientes de 15 a 60 años, con más hombres que mujeres participando. Los investigadores querían ver con qué frecuencia aparecían estas bacterias y si podían encontrar patrones en cómo resisten el tratamiento.
Recolección y Pruebas de Muestras
Los pacientes proporcionaron muestras de diversas fuentes, incluyendo heridas, orina e infecciones en los oídos. Después de recolectar las muestras, los científicos las sometieron a múltiples pruebas para ver si podían identificar las bacterias presentes.
Luego usaron pruebas específicas que buscan características únicas de B. cepacia y A. sobria. Los científicos también utilizaron un sistema especial que les ayuda a confirmar sus hallazgos con precisión. Después de un análisis cuidadoso, los resultados mostraron una mezcla de ambas bacterias, siendo B. cepacia la más común.
Patrones de Resistencia a Antibióticos
Después de identificar las bacterias, el siguiente paso fue probar qué tan bien respondían a diferentes antibióticos. Encontraron que tanto B. cepacia como A. sobria mostraron resistencia a muchos medicamentos comunes. Los resultados eran preocupantes:
- B. cepacia era resistente a casi todos los antibióticos probados, incluyendo algunos de los más efectivos contra infecciones serias.
- A. sobria también mostró una resistencia significativa a muchos antibióticos, particularmente aquellos que suelen recetarse para infecciones bacterianas.
Esto nos lleva a un factor crucial en esta saga bacteriana: la Resistencia a los antibióticos es un problema real. De hecho, alrededor del 74% de los aislados que probaron eran resistentes a una clase de antibióticos llamada carbapenems, que a menudo son la última línea de defensa.
El Gen RecA
Parte del estudio se centró en un gen específico conocido como recA. Este gen puede ayudar a identificar a qué especie del complejo B. cepacia pertenece un aislado particular. De todas las muestras probadas para este gen, un porcentaje significativo resultó positivo, indicando que eran efectivamente B. cepacia.
Usando un método de prueba único, los investigadores pudieron ver los tamaños de los segmentos de ADN correspondientes a este gen. Es un poco como tener una huella digital de ADN. De las muestras probadas, la mayoría confirmaron la presencia de B. cepacia, mientras que un par resultaron ser impostores.
La Búsqueda de Genes Carbapenemasa
El siguiente paso fue verificar algo llamado genes carbapenemasa. Las bacterias que poseen estos genes tienen aún más talento para resistir el tratamiento. Los investigadores estaban en una misión para ver cuán comunes eran estos genes entre sus muestras.
Sorprendentemente, encontraron un porcentaje alto de aislados que llevaban estos genes. Resulta que estas bacterias no solo eran fuertes, sino que también tenían habilidades excepcionales para escapar del tratamiento. Utilizaron varios métodos, incluyendo pruebas de PCR, para rastrear estos genes y determinar el nivel de resistencia.
¿Qué Dicen los Números?
Los datos mostraron que un asombroso 92.8% de las bacterias probadas tenían genes de carbapenemasa. Desglosando un poco más:
- B. cepacia tenía la mayor cantidad de estos genes resistentes.
- A. sobria también mostró resistencia, pero a un ritmo más bajo.
Esta información es crucial porque resalta la creciente preocupación de que estas bacterias se están volviendo más resilientes y difíciles de tratar.
La Importancia de los Entornos Hospitalarios
Estas bacterias no son solo un problema de granja; prosperan en entornos hospitalarios. Como los hospitales están llenos de personas enfermas, es un terreno perfecto para las infecciones. La capacidad de estas bacterias para propagarse rápidamente en tales entornos genera alarmas para los trabajadores de la salud y los pacientes.
Las infecciones contraídas en instalaciones de salud pueden llevar a problemas de salud serios, mayores costos médicos y tasas de mortalidad más altas. Es un ciclo vicioso que requiere atención constante y estrategias actualizadas para combatir las amenazas siempre cambiantes que representan estas bacterias.
Tratando las Infecciones
¿Qué se puede hacer cuando se enfrentan a infecciones de estas bacterias resistentes? Las opciones son limitadas, y los médicos tienen que ser muy cuidadosos en sus elecciones. Algunos medicamentos pueden funcionar, mientras que otros pueden no hacer ni un rasguño en la infección.
El estudio sugiere que, aunque hay algunas opciones viables, los patrones de resistencia muestran que los tratamientos deben adaptarse caso por caso. Esto significa que los proveedores de salud pueden tener que ser creativos y usar combinaciones de medicamentos o buscar tratamientos menos comunes que aún puedan tener efecto contra estas bacterias.
Preparándose para el Futuro
A medida que avanzamos, entender estas bacterias y su comportamiento es vital. Al obtener información sobre cómo resisten el tratamiento y se propagan, los investigadores pueden desarrollar mejores estrategias para la prevención y el tratamiento.
Los estudios futuros podrían centrarse en el análisis genético de estas bacterias. Esto podría llevar a avances para identificar nuevas formas de combatirlas eficazmente. Las bacterias siempre están evolucionando, así que la investigación debe mantenerse al día para anticiparse a los cambios.
Conclusión
En resumen, las infecciones por Burkholderia cepacia y Aeromonas sobria representan desafíos reales, especialmente para quienes tienen el sistema inmunológico debilitado. Su capacidad para resistir antibióticos complica significativamente las opciones de tratamiento.
A medida que el sector de la salud continúa luchando contra estas bacterias, la investigación constante será clave para encontrar soluciones efectivas. Recuerda, ¡el conocimiento es poder! Cuanto más entendamos a estos pequeños villanos, mejor preparados estaremos para enfrentarlos.
Así que, la próxima vez que alguien mencione bacterias e infecciones, puedes asentir con conocimiento y recordarle que incluso los enemigos más pequeños pueden ser los más formidables. ¡Sigamos la conversación y sigamos aprendiendo sobre estos astutos patógenos!
¿Y quién sabe? Tal vez un día tengamos un antibiótico superhéroe listo para enfrentarse a estas bacterias resistentes. Hasta entonces, ¡mantengámonos informados y preparados!
Título: An investigation of carbapenemase-encoding genes in Burkholderia cepacia and Aeromonas sobria nosocomial infections among Iraqi patients
Resumen: Burkholderia cepacia and Aeromonas sobria are difficult to eradicate due to their innate resistance to a variety of medications, and cause various diseases. The aim of this study was to investigate the occurrence of carbapenemase genes and patterns of antibiotic resistance in isolates of B. cepacia and A. sobria. A cross-sectional study was conducted in the Ramadi Teaching Hospitals in the Al-Anbar Governorate in 2024. Various study samples, were used to collect the studied bacteria. The antibiotic resistance was detected by the VITEK(R)2 System. The presence of carbapenemase genes was confirmed via PCR technique. In this investigation, seventy-five (75) isolates of A. sobria and B. cepacia were assessed. Of these, A. sobria made up 16.6% (n = 20) while B. cepacia accounted for 45.8% (n = 55). The study isolates showed highest antimicrobial resistance to piperacillin, cefepime, ceftriaxone (100%), ceftazidime (97.3%), and lowest antimicrobial resistance to imipenem (36%). The result showed 55/57 recA gene positive for differentiated B. cepacia complex from other Burkholderia spp. The overall prevalence of carbapenemase genes was 92.8%% (52/56) with blaKPCaccounting for 80.8% (42/52) and blaGES for 19.2% (10/52) of the total. The 42 B. cepacia isolates that tested positive for carbapenem resistance were constituted of 38 blaKPC (n = 38) and two blaGES (n = 2); in contrast, four blaKPC(n = 4) and eight blaGES (n = 8) were present in the A. sobria isolates that tested positive for carbapenems resistance. None of isolates studied tested positive for the blaIMPgene. The recent study concluded that recA gene identification was more sensitive and specific technique for detection B. cepacia complex isolates. There was a notable predominance of blaKPC and blaGEScarbapenemase producers among the isolates under investigation. The blaIMPgene was not found in any of the research isolates.
Autores: Mushtak T. S. Al-Ouqaili, Rawaa A. Hussein, Bushra A. Kanaan, Ahmed T.S. Al-Neda
Última actualización: 2024-11-29 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2024.11.28.625853
Fuente PDF: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2024.11.28.625853.full.pdf
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