Nuevas perspectivas sobre las interacciones entre la tuberculosis y el COVID-19
Un estudio revela cómo el COVID-19 puede influir en el control de la TB en pacientes.
Alba Llibre, Henna Siddiqui, Jamie Pillaye, Julie G Burel, Charlotte Jones, Harriet Hill, Sian E Faustini, Ella Windle, Hanfa Karim, Emma Sherry, Christopher A Green, Martin Dedicoat, Zania Stamataki, Adam F Cunningham, Matthew K O’Shea
― 8 minilectura
Tabla de contenidos
- El Objetivo del Estudio
- Hallazgos Clave: Pacientes de COVID-19 y Crecimiento Micobacteriano
- Análisis de Células Inmunitarias
- Respuestas de Células T y Control Micobacteriano
- Las Misteriosas Células T CD28+ CD8+
- Implicaciones para las Interacciones entre TB y COVID-19
- Conclusión
- Métodos de Investigación
- Pensamientos Finales
- Fuente original
La tuberculosis, comúnmente conocida como TB, es causada por un tipo de bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis (a menudo llamada M.tb). Esta enfermedad es uno de los mayores asesinos de infecciones bacterianas en todo el mundo. Los informes muestran que en 2023, la TB afectó a alrededor de 133 personas por cada 100,000 individuos a nivel global, lo que significa que hubo alrededor de 10.8 millones de nuevos casos. Tristemente, aproximadamente 1.25 millones de personas perdieron la vida a causa de esta enfermedad solo en ese año.
La TB tiene un título especial; es la principal causa de muerte por un solo agente infeccioso. También se sabe que es el mayor asesino de personas que viven con VIH. Estas dos enfermedades no les gusta jugar solas; en 2020, el mundo enfrentó un choque de pandemias con la llegada del COVID-19, causado por el virus SARS-CoV-2. La situación se complicó aún más porque tanto la TB como el COVID-19 pueden afectar los pulmones y comparten algunos de los mismos espacios en nuestro sistema respiratorio.
Además, la pandemia de COVID-19 causó un retroceso en la lucha contra la TB. Muchos programas de control de TB se vieron afectados, resultando en menos diagnósticos y tratamientos. De hecho, por primera vez desde 2005, el número de casos de TB y muertes relacionadas aumentó. Parece que el COVID-19 y la TB tienen una relación complicada, ya que ambos pueden interferir con la forma en que nuestros sistemas inmunológicos responden a las infecciones.
El Objetivo del Estudio
El objetivo principal de un estudio reciente fue entender mejor cómo se comporta la respuesta inmunológica del cuerpo cuando se enfrenta a infecciones de TB y COVID-19. Los investigadores querían saber qué pasa en las primeras etapas de las infecciones de TB y cómo eso podría llevar a casos severos de la enfermedad. Esta parte puede ser bastante complicada de estudiar en entornos médicos reales.
En este estudio, los investigadores tomaron muestras de sangre completa de pacientes que estaban enfrentando COVID-19 agudo y luego expusieron estas muestras a micobacterias. Midieron qué tan bien el sistema inmunológico logró controlar el crecimiento de las bacterias. Para analizar las diversas células inmunitarias involucradas, utilizaron técnicas llamadas citometría de masas y citometría de flujo.
Hallazgos Clave: Pacientes de COVID-19 y Crecimiento Micobacteriano
Sorprendentemente, un grupo de pacientes con COVID-19 mostró una mejor capacidad para controlar el crecimiento micobacteriano en sus muestras de sangre. De hecho, todos los casos de control sanos lograron controlar efectivamente el crecimiento de micobacterias. Muchos pacientes de COVID-19 se desempeñaron de manera similar al grupo sano, pero hubo algunos que mostraron una capacidad aún mayor para controlar las infecciones.
Los investigadores estaban interesados en explorar si grupos específicos de células inmunitarias eran responsables de este control mejorado de las micobacterias. Descubrieron que los pacientes de COVID-19 tendían a tener recuentos más bajos de Linfocitos, que son un tipo de célula inmunitaria, y niveles más altos de Neutrófilos y Plasmablastos en comparación con individuos sanos. Estos hallazgos sugieren que la respuesta inmunológica en pacientes de COVID-19 podría ser bastante diferente de lo que vemos en individuos sanos.
Análisis de Células Inmunitarias
Para recopilar más información, los investigadores examinaron de cerca el paisaje de las células inmunitarias usando citometría de masas. Descubrieron una composición celular distinta entre pacientes sanos y pacientes de COVID-19. Entre estas diferencias, había un grupo notable de células, llamado Población 4, que estaba casi ausente en individuos sanos pero presente en pacientes con COVID-19. Esta población se identificó como plasmablastos, que son jugadores importantes en la respuesta inmunitaria.
A medida que avanzaba el estudio, los investigadores dividieron a los pacientes de COVID-19 en dos grupos según su capacidad para controlar el crecimiento micobacteriano: controladores y no controladores. Encontraron que los controladores tenían una presencia más rica de un tipo específico de célula T, conocida como células T CD28+ CD8+, que aparecieron más a menudo en pacientes que lograron controlar el crecimiento micobacteriano.
Respuestas de Células T y Control Micobacteriano
El equipo de investigación quería ver si las células T de los pacientes de COVID-19 tenían una respuesta particular a los antígenos de TB. Probaron si alguna célula T producía citoquinas, que son importantes moléculas de señalización en la respuesta inmunitaria, cuando se exponían a proteínas de TB. Si bien observaron niveles más altos de producción de citoquinas en las células T CD8+ y CD4+ de los pacientes de COVID-19, estos factores no se correlacionaron con la capacidad de controlar el crecimiento micobacteriano.
Esta observación llevó a la conclusión de que la capacidad de las células T para controlar el crecimiento micobacteriano no estaba vinculada únicamente a la respuesta dirigida a proteínas específicas de TB. Sugería que el sistema inmunológico podría estar utilizando diferentes mecanismos para manejar la infección.
Las Misteriosas Células T CD28+ CD8+
Uno de los hallazgos interesantes estaba relacionado con el grupo de células T CD28+ CD8+. Dentro de los pacientes de COVID-19, aquellos etiquetados como controladores tenían un mayor número de estas células T específicas, y su presencia se vinculaba negativamente al crecimiento micobacteriano. Esto plantea la pregunta: ¿tienen estas células T un papel más grande en la lucha contra la TB?
Los investigadores profundizaron en las características de estas células T. Descubrieron que, aunque los controladores y no controladores tenían marcadores de activación y movimiento similares, las células T CD28+ CD8+ de los controladores mostraban rasgos particulares que podrían ayudarles a responder mejor a las infecciones.
Implicaciones para las Interacciones entre TB y COVID-19
Este estudio presenta un vistazo provocador a la relación entre COVID-19 y TB. Sugiere que en lugar de hacer que las personas sean más vulnerables a la TB, la respuesta inmunológica observada en algunos pacientes de COVID-19 podría ayudar a controlar el crecimiento micobacteriano. Los investigadores especularon que esto podría explicar por qué no se reportaron más casos de TB en pacientes de COVID-19 durante la pandemia.
Este hallazgo abre una nueva puerta para explorar posibles tratamientos para la TB al examinar cómo la respuesta inmunológica en pacientes de COVID-19 puede llevar a un mejor control de las infecciones de TB. Después de todo, si una infección puede ayudar de alguna manera con otra, podríamos estar ante algo realmente interesante.
Conclusión
En resumen, el estudio arroja luz sobre cómo una parte de los pacientes de COVID-19 podría tener una capacidad aumentada para controlar las infecciones de TB. El mayor conteo de células T CD28+ CD8+ en pacientes que mostraron este control superior proporciona una nueva perspectiva sobre las interacciones inmunitarias frente a infecciones duales.
Estos hallazgos intrigantes podrían allanar el camino para el desarrollo de nuevas terapias para la TB, especialmente mientras continuamos navegando los impactos de la pandemia de COVID-19 en la salud pública. Ahora los investigadores se enfrentan a la emocionante tarea de seguir explorando esta conexión entre el sistema inmunológico y las infecciones micobacterianas para mejorar los resultados de las personas que enfrentan ambas enfermedades.
Métodos de Investigación
El estudio se llevó a cabo con un marco ético claro que involucraba obtener el consentimiento informado de los participantes, incluidos pacientes de COVID-19 y controles sanos. Se recolectaron y analizaron muestras de sangre para explorar cómo el sistema inmunológico respondió a la presencia de micobacterias.
En el laboratorio, los investigadores utilizaron un ensayo de inhibición del crecimiento micobacteriano para medir qué tan bien la sangre completa podía limitar el crecimiento bacteriano. Esto involucró mezclar muestras de sangre con micobacterias específicas y monitorear los resultados.
Además, se realizaron experimentos de estimulación de sangre completa, donde las muestras se trataron con varios estímulos para activar respuestas inmunitarias. Los investigadores emplearon citometría de flujo para evaluar la producción de citoquinas de células T y utilizaron citometría de masas para analizar las poblaciones de células inmunitarias presentes en las muestras.
A través de estas técnicas, surgió un panorama detallado del paisaje inmunológico, ayudando a los investigadores a conectar los puntos entre COVID-19, TB y el sistema inmunológico de maneras que podrían tener impactos duraderos en las estrategias de tratamiento.
Pensamientos Finales
La relación entre TB y COVID-19 presenta un rompecabezas complejo que los investigadores recién están comenzando a descifrar. A medida que los científicos continúan desenredando estas interacciones, podríamos descubrir más sobre cómo funcionan nuestros sistemas inmunológicos frente a múltiples amenazas. ¡Quizás algún día aprendamos a enviar a los virus empacando sin perder el ritmo!
Título: Differential control of mycobacteria among COVID-19 patients is associated with CD28+ CD8+ T cells
Resumen: Diseases caused by SARS-CoV-2 and Mycobacterium tuberculosis (M.tb) represent two public health emergencies. In severe disease, both pathogens may share a biological niche in the lower respiratory tract. There is significant potential for SARS-CoV-2 and M.tb infections to be co-present within individuals and enhance or moderate the respective outcomes of either infection. Here, we investigated how whole blood samples, as well as CD4+ and CD8+ T cells, from individuals hospitalised with acute COVID-19 disease respond to mycobacterial challenge. To do this, samples were assessed by ex vivo mycobacterial growth inhibition assays, immune cell phenotyping by mass cytometry, and whole blood cytokine responses to mycobacterial antigens assessed by flow cytometry. These studies identified a subgroup of COVID-19 patients whose blood had an enhanced capacity to inhibit mycobacterial growth. The ability to control mycobacterial growth was associated with the presence of a non M.tb-specific CD28+ CD8+ T cell population, with a particular activation status and migratory phenotype. This work improves our understanding of factors involved in mycobacterial control, and may contribute to the design of novel therapies for TB.
Autores: Alba Llibre, Henna Siddiqui, Jamie Pillaye, Julie G Burel, Charlotte Jones, Harriet Hill, Sian E Faustini, Ella Windle, Hanfa Karim, Emma Sherry, Christopher A Green, Martin Dedicoat, Zania Stamataki, Adam F Cunningham, Matthew K O’Shea
Última actualización: 2024-12-10 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2024.12.09.626962
Fuente PDF: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2024.12.09.626962.full.pdf
Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/
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