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# Ciencias de la Salud # Salud Pública y Global

Herramientas digitales en el tratamiento de la tuberculosis: éxitos y desafíos

Revisando el impacto de las tecnologías de adherencia digital en los resultados del tratamiento de la TB.

N. Madden, A. Tadesse, A. Leung, B. Gonçalves Tasca, J. Alacapa, N. Deyanova, N. Ndlovu, N. Mokone, B Onjare, A. Mganga, K. van Kalmthout, D. Jerene, K. Fielding

― 7 minilectura


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La tuberculosis (TB) es un problema global que afecta a millones de personas en todo el mundo. No es solo un problema médico, sino que es un desafío que necesita trabajo en equipo para mejorar la cobertura y los resultados del tratamiento. Una forma de enfrentar este desafío es a través de enfoques centrados en las personas. Entre estos está el uso de tecnologías digitales de adherencia (DATS). Estos dispositivos y aplicaciones brillantes ayudan a asegurar que las personas tomen sus medicamentos para la TB como se necesita. Sin embargo, la efectividad de estas tecnologías todavía está siendo estudiada, y los resultados recientes han sido un poco mixtos.

¿De qué estamos hablando?

Para averiguar qué tan bien funcionan las DATs ayudando a las personas con TB, un grupo de investigadores realizó ensayos en cinco países diferentes. Con un nombre elegante como el proyecto Adherence Support Coalition to End TB (ASCENT), viajaron a Filipinas, Etiopía, Sudáfrica, Tanzania y Ucrania. Querían ver si usar estas tecnologías podía hacer una verdadera diferencia.

Los ensayos: ¿Qué pasó?

En estos ensayos, los investigadores compararon dos grupos: uno que usó DATs, como pastilleros inteligentes y etiquetas de medicamentos, y otro que no. Después de todas las pruebas, no encontraron una gran diferencia en el éxito del tratamiento entre los dos grupos. Sin embargo, descubrieron que a muchas personas les gustaba usar las DATs. Así que, aunque al final no ayudaron mucho, parecieron tener algunos efectos positivos para quienes las usaron.

¿Por qué nos interesa?

Entender cómo funcionan estas tecnologías es esencial porque ayuda a mejorar tratamientos futuros. Para hacer eso, los investigadores miraron de cerca cómo se implementaron las DATs. Supervisaron todo, desde cómo se capacitaron los Proveedores de salud hasta cuántas veces las personas accedieron a sus datos de medicamentos. Esto se conoce como evaluación de procesos, que es una forma elegante de decir que estudiaron todo el proceso para ver qué funcionó y qué no.

Entendiendo el proceso

Vamos a desglosar lo que pasó durante estos ensayos. Primero, se utilizaron tecnologías digitales de adherencia como pastilleros que recuerdan a los usuarios que tomen sus medicamentos. Si alguien olvidaba confirmar que tomó su medicina, recibía un recordatorio. Suena fácil, ¿verdad? Pero resulta que no todos recibieron estos recordatorios o usaron las tecnologías como se esperaba.

Las realidades en el terreno

En Sudáfrica, por ejemplo, algunos participantes recibieron demasiados recordatorios. Otros enfrentaron obstáculos como compartir teléfonos o tener una mala cobertura de red. Imagina intentar enviar un mensaje con un teléfono roto o no tener crédito suficiente—frustrante, ¿no?

En estos ensayos, quedó claro que algunas personas cambiaron de usar etiquetas de medicamentos a pastilleros, principalmente porque encontraron que los pastilleros eran más fáciles de manejar. Factores como no poder leer bien o simplemente olvidar enviar un mensaje jugaron un papel importante en este cambio.

Apoyo de los proveedores de salud

Los proveedores de salud, o HCPs, fueron cruciales en todo este proceso. Fueron capacitados para ayudar a los pacientes a usar las DATs y monitorear su adherencia a los medicamentos. Sin embargo, debido a problemas como la escasez de personal, especialmente durante la pandemia de COVID-19, algunos proveedores de salud lucharon por brindar el apoyo adecuado.

En Filipinas, muchos HCPs querían más capacitación para poder enseñar efectivamente a sus colegas. Recuerda, no se trata solo de tener la tecnología; también se trata de qué tan bien se utiliza.

El entorno importa

Cada país tuvo sus desafíos únicos. Por ejemplo, en Tanzania, los trabajadores de salud comunitarios ayudaron con visitas a domicilio. En otros países, la escasez de personal dificultó este apoyo. Algunos pacientes no querían ser visitados en casa porque temían el estigma. Si la gente supiera que tenían TB, podría cambiar la forma en que los vecinos los trataran.

Usando datos para ayudar

El equipo de investigación también creó una Plataforma para recopilar todos los datos relacionados con la adherencia a los medicamentos. Esta plataforma registró todo—desde cuántas veces los pacientes confirmaron que tomaron su medicamento hasta cuán a menudo los proveedores de salud revisaron esta información. Más datos significan mejores perspectivas, abriendo el camino para mejorar la atención.

Usando la plataforma, los proveedores de salud podían ver quién era constante con su medicación y quién no. Esto les permitió contactar y ofrecer apoyo adicional. Imagina tener un entrenador virtual animándote a tomar tus medicamentos correctamente. Suena bien, ¿verdad?

Comprometiéndose con la tecnología

Un aspecto esencial de todo este enfoque es cuán comprometidos estaban los participantes con la tecnología. Un alto compromiso puede indicar que la intervención está funcionando bien. Las personas que usaban los pastilleros inteligentes mostraron tasas de adherencia impresionantes, con muchos tomando sus medicamentos según lo programado.

A pesar de los contratiempos y desafíos iniciales, los individuos sintieron una conexión con sus proveedores de salud gracias a estas tecnologías. Una relación positiva puede facilitar que los pacientes se adhieran a sus planes de tratamiento.

No todo es fácil

Sin embargo, no todo fue color de rosa. El ensayo mostró que había diferencias notables en cuánto esfuerzo pusieron los proveedores de salud para usar la plataforma. Algunos la usaban diariamente, mientras que otros la descuidaban, lo que llevaba a inconsistencias en el monitoreo del paciente.

Este nivel de esfuerzo variaba de un país a otro. Por ejemplo, los proveedores de salud en Ucrania iniciaron sesión en la plataforma con más frecuencia que los de Filipinas o Sudáfrica. Esta discrepancia podría deberse a cómo están estructurados los sistemas de salud o a diferentes niveles de capacitación entre los proveedores.

La importancia de los teléfonos móviles

Un factor crucial que surgió fue la dependencia de los teléfonos móviles. Para las etiquetas de medicamentos, tener acceso a un teléfono móvil era vital. En países donde la propiedad de teléfonos era alta, como Sudáfrica, los pacientes encontraron más fácil interactuar con la tecnología.

Por otro lado, en Filipinas, donde la propiedad de teléfonos no se compartía tan ampliamente, la efectividad de las etiquetas de medicamentos disminuyó. Cuando las personas tenían que compartir teléfonos, enfrentaron varios desafíos, lo que llevó a problemas en la Adherencia a la medicación. ¡Imagina el caos cuando varios miembros de la familia necesitan usar el mismo dispositivo!

Aprendiendo de la experiencia

Estos ensayos han proporcionado lecciones valiosas. Una enseñanza clave es que integrar sistemas digitales en las prácticas de salud diarias es bastante complejo. Si bien la tecnología puede mejorar el tratamiento, debe ser compatible con las estructuras de salud existentes.

Para los proveedores de salud, el compromiso diario con los datos de adherencia puede no siempre ser factible. Así que, aunque es genial tener un sistema en marcha, necesita funcionar para todos los involucrados—pacientes y proveedores por igual.

Mirando hacia adelante

De cara al futuro, hay una clara necesidad de perfeccionar estas implementaciones. Encontrar el equilibrio perfecto entre tecnología y atención ayudará a brindar mejor apoyo a las personas que luchan contra la TB. Después de todo, si simplificamos el proceso y abordamos las barreras, todos saldrán beneficiados.

Además, descubrir formas de asegurar que los proveedores de salud estén completamente capacitados y cómodos trabajando con estos sistemas elevará la eficiencia a otro nivel.

La conexión humana

Al final del día, lo que estos ensayos mostraron es que las tecnologías pueden fomentar una conexión más fuerte entre pacientes y proveedores de salud. Sentirse conectado puede animar a las personas a seguir sus planes de tratamiento y participar más activamente en su salud.

Así que, aunque el camino para erradicar la TB aún es largo, usar tecnologías digitales de adherencia puede ser un paso esencial en la dirección correcta. A medida que aprendemos de estas experiencias y seguimos innovando, puede que un día veamos el fin de la TB tal como la conocemos.

Fuente original

Título: Process evaluation of pragmatic cluster randomized trials of digital adherence technologies for tuberculosis treatment support: a mixed methods study in five countries

Resumen: BackgroundDigital adherence technologies (DATs) could improve the person-centredness of TB treatment. Acceptability of DATs is high, though evidence of their effectiveness is varied. Our objective was to understand the fidelity of DAT interventions within five cluster-randomized trials. MethodsTwo DATs (smart pill box, medication labels) were assessed, with real-time adherence data made available to healthcare providers (HCPs) on a digital platform in Ethiopia, the Philippines, South Africa, Tanzania, and Ukraine. The process evaluation framework assessed four components: inputs, processes, outputs, and outcomes. Fidelity of the most important intervention components was evaluated by quantitative indicators, with analysis conducted by country and DAT type. Content analysis of qualitative sub-studies supplemented some indicators. ResultsEngagement with DATs was high among persons with TB (PwTB). Pillbox users showed high levels of sustained engagement, with digitally recorded doses ranging from 82% to 91%. Sole ownership of a mobile phone was highest in South Africa (90%) and lowest in the Philippines (63%). Differences were also observed in the frequency of logins by HCPs to the adherence platform and the type of device used. In the Philippines and Ukraine, >50% of logins were from mobile phones. In Ethiopia, Tanzania, and Ukraine there was at least one login to the platform on 71% of weekdays per facility, compared with the Philippines and South Africa at 42% and 52%, respectively. A feeling of connection between PwTB and their HCP was reported by over 95% of participants surveyed in Ethiopia and Tanzania, this was 84% in South Africa and 76% Philippines, a finding underpinned by qualitative data. ConclusionWe observed varying levels of intervention fidelity between countries. Timeliness and intensity of utilization of real-time data, and taking required actions are impacted by staff and health system capacity. Acceptance of DATs is high; therefore, future work should focus on identifying optimal intervention strategies.

Autores: N. Madden, A. Tadesse, A. Leung, B. Gonçalves Tasca, J. Alacapa, N. Deyanova, N. Ndlovu, N. Mokone, B Onjare, A. Mganga, K. van Kalmthout, D. Jerene, K. Fielding

Última actualización: 2024-11-28 00:00:00

Idioma: English

Fuente URL: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2024.11.26.24317987

Fuente PDF: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2024.11.26.24317987.full.pdf

Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/

Cambios: Este resumen se ha elaborado con la ayuda de AI y puede contener imprecisiones. Para obtener información precisa, consulte los documentos originales enlazados aquí.

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