Aumento de problemas de salud mental entre los estudiantes universitarios
Muchos estudiantes enfrentan problemas de salud mental que afectan su éxito académico.
J. Michael Sizemore III, Bailey Von der Mehden, Elisabeth E. Schussler
― 11 minilectura
Tabla de contenidos
- El Estigma de los problemas de salud mental
- Barreras para la divulgación
- Cómo los estudiantes sopesan costos y beneficios de la divulgación
- El papel de las normas sociales en la divulgación
- Entendiendo la teoría del comportamiento planificado
- El estudio de investigación
- Diferencias en las elecciones de divulgación
- Razones detrás de las elecciones de divulgación
- Conclusión: La necesidad de entornos de apoyo
- El camino por delante
- Fuente original
- Enlaces de referencia
Más estudiantes universitarios en EE. UU. están reportando problemas relacionados con su Salud Mental. Estos problemas pueden incluir varias condiciones, desde ansiedad y depresión hasta estrés postraumático y trastornos del desarrollo. La ansiedad y la depresión son particularmente comunes entre los estudiantes. Una encuesta nacional mostró que un porcentaje significativo de estudiantes de pregrado ha sido diagnosticado con ansiedad y depresión. Muchos estudiantes enfrentaron desafíos crecientes de salud mental durante la pandemia, y los investigadores notaron una disminución en la motivación académica y en el sentido de pertenencia, lo que puede afectar el éxito de los estudiantes en la escuela.
Los estudiantes que lidian con problemas de salud mental enfrentan un mayor riesgo de tener dificultades en sus cursos. Por ejemplo, algunos estudios encontraron que los estudiantes de biología con niveles más altos de ansiedad eran más propensos a abandonar la carrera. La investigación en otras universidades ha mostrado que los estudiantes con depresión u otros problemas de salud mental tienden a tener más dificultades académicas. Como resultado, a menudo se les anima a los estudiantes a compartir sus desafíos de salud mental con sus profesores para que puedan recibir las acomodaciones necesarias, como más tiempo en las tareas o exámenes de recuperación. Sin embargo, algunos estudiantes sienten que revelar sus problemas podría llevar a consecuencias negativas, lo que les hace dudar en buscar ayuda.
Estigma de los problemas de salud mental
ElLas preocupaciones de salud mental a menudo se ven como un estigma oculto, lo que significa que los estudiantes se preocupan por cómo podrían ser vistos por otros si comparten sus luchas. Los estudiantes con problemas de salud mental pueden temer que revelar su condición cambiará la forma en que sus compañeros y profesores los perciben. Muchos estudiantes son reacios a pedir acomodaciones porque piensan que podría atraer atención negativa o hacer que parezcan que están poniendo excusas. Por lo tanto, los estudiantes a menudo sopesan los beneficios académicos de compartir sus preocupaciones en contra de los costos personales de hacerlo.
En aulas donde los estudiantes están divididos entre quienes experimentan desafíos de salud mental y quienes no, esta duda en compartir puede crear una atmósfera poco saludable. A pesar de la creciente conciencia sobre la salud mental, muchos estudiantes aún sienten un fuerte estigma por parte de otros. La investigación generalmente solo mira cómo los estudiantes con problemas de salud mental perciben el acto de divulgar, sin considerar cómo sus compañeros ven el tema. Para tener una mejor comprensión, sería útil encuestar a ambos grupos sobre sus pensamientos en un escenario que involucre la Divulgación de preocupaciones de salud mental.
Barreras para la divulgación
Las universidades reconocen que los problemas de salud mental pueden obstaculizar el éxito académico, por lo que animan a los estudiantes a buscar acomodaciones que disminuyan estos desafíos. El proceso generalmente implica dos pasos: trabajar con la oficina de discapacidad para documentar la necesidad de salud mental y luego solicitar acomodaciones a un profesor. Aunque más estudiantes están buscando ayuda para sus problemas de salud mental que antes, sigue habiendo un gran número que no pide Apoyo.
Algunos estudiantes luchan para explicar sus necesidades o abogar por ellos mismos al intentar trabajar con la oficina de discapacidad. Otros no creen que las acomodaciones ofrecidas sean útiles. Incluso después de navegar por el sistema y obtener aprobación, los estudiantes aún tienen la responsabilidad de informar a sus profesores sobre sus necesidades. Los desafíos logísticos no son los únicos obstáculos; también hay cargas emocionales derivadas de cómo podrían ser percibidos por otros.
La enfermedad mental es solo un tipo de identidad oculta que viene con estereotipos negativos. A pesar de una mayor conciencia sobre los problemas de salud mental, muchos estudiantes continúan sintiéndose estigmatizados. Este estigma puede llevarlos a evitar divulgar sus problemas a sus instructores o compañeros para distanciarse de percepciones negativas. Esto muestra que los estudiantes a menudo están atrapados entre buscar el apoyo que necesitan y temer las consecuencias sociales de hacerlo.
Cómo los estudiantes sopesan costos y beneficios de la divulgación
La investigación ha encontrado que los estudiantes con problemas de salud mental a menudo consideran el apoyo que podrían obtener de la divulgación en comparación con los posibles impactos negativos de compartir sus luchas. Por ejemplo, algunos estudiantes reconocen que divulgar sus problemas de salud mental podría llevar a una mejor comunicación con sus instructores y más flexibilidad en su carga académica. Sin embargo, muchos aún eligen no divulgar por miedo a ser tratados mal o ser percibidos como que están poniendo excusas.
Los estudiantes a menudo quieren mantener un sentido de normalidad e independencia, lo que puede desanimarlos a compartir sus desafíos de salud mental. Sin embargo, cuando sienten que su desempeño académico está en riesgo, pueden estar más dispuestos a hablar con sus instructores, especialmente si los perciben como solidarios. Esto sugiere que hay numerosos factores que influyen en la decisión de un estudiante de divulgar sus preocupaciones de salud mental.
El papel de las normas sociales en la divulgación
Las instituciones de educación superior son conscientes de las barreras que crean los problemas de salud mental para los estudiantes y tratan de abordarlas. Sin embargo, el camino para recibir ayuda no siempre es directo. A menudo requiere documentación y varios pasos que los estudiantes pueden encontrar abrumadores. Los estudiantes pueden enfrentar desafíos al explicar sus necesidades, acceder a tratamientos y obtener los recursos necesarios. Incluso después de tener la documentación requerida, la responsabilidad de pedir ayuda a un profesor recae únicamente en el estudiante.
Muchos estudiantes sienten que sus problemas de salud mental son profundamente personales y no quieren compartirlos con los instructores, incluso si podrían estar disponibles las acomodaciones. Les preocupa cómo serán percibidos si son vistos como que reciben un trato especial. Esta preocupación puede llevar a los estudiantes a evitar buscar ayuda, lo que crea una cultura de silencio alrededor de la salud mental.
Dos estudios han demostrado que los estudiantes universitarios con preocupaciones de salud mental a menudo sopesan el potencial apoyo de la divulgación contra los riesgos de ser tratados negativamente. Algunos encuentran que los beneficios de un diálogo abierto con sus profesores superan sus temores. Sin embargo, muchos estudiantes sienten lo contrario, con temores de juicio que prevalecen sobre el potencial de apoyo.
Entendiendo la teoría del comportamiento planificado
La Teoría del Comportamiento Planificado (TPB) ayuda a explicar cómo las actitudes, las normas sociales y el control percibido influyen en las intenciones de las personas de actuar. Esta teoría puede iluminar por qué los estudiantes deciden divulgar o guardar silencio sobre sus problemas de salud mental. Según la TPB, la intención de un estudiante de divulgar su condición de salud mental a un instructor está moldeada por sus creencias sobre ese acto.
Los estudiantes que se sienten positivamente sobre la divulgación pueden estar más inclinados a hacerlo, mientras que aquellos que perciben presión social para mantener tales asuntos en privado podrían dudar. Comprender estos factores puede ayudar a los educadores a crear un ambiente de apoyo para todos los estudiantes. En nuestro estudio, examinamos las creencias sostenidas por los estudiantes que experimentan desafíos de salud mental y aquellos que no, para identificar diferencias en cómo abordan el tema de la divulgación.
El estudio de investigación
El estudio se centró en estudiantes de dos cursos introductorios de biología en una gran universidad. Se encuestó a estudiantes de carreras no científicas y científicas, analizando sus pensamientos sobre la divulgación de preocupaciones de salud mental. Para recopilar estos datos, los investigadores enviaron encuestas y analizaron las respuestas de los estudiantes. El estudio tenía como objetivo entender las diferencias en cómo los estudiantes con y sin problemas de salud mental percibían el acto de divulgar.
La muestra final incluyó un número significativo de estudiantes, la mitad de los cuales reportaron tener una preocupación de salud mental. La encuesta preguntó si los estudiantes divulgarían sus problemas de salud mental si estuvieran afectando su desempeño académico y solicitó sus razones detrás de sus elecciones.
Diferencias en las elecciones de divulgación
En las respuestas de la encuesta, los estudiantes que se identificaron como teniendo preocupaciones de salud mental mostraron diferentes patrones de divulgación en comparación con los que no las tenían. Si bien muchos estudiantes de ambos grupos indicaron que su elección de divulgar "dependería" de factores específicos, un porcentaje menor de estudiantes con problemas de salud mental dijo que estarían dispuestos a divulgar en comparación con sus compañeros sin tales problemas.
Para aquellos que sintieron que podían comunicar sus preocupaciones, las motivaciones fueron generalmente similares en ambos grupos. Sin embargo, cuando se trató de aquellos que eran reacios o no estaban dispuestos a divulgar, emergieron diferencias significativas. Los estudiantes sin problemas de salud mental citaban más frecuentemente la privacidad como una razón para mantener sus luchas en secreto, mientras que aquellos con problemas de salud mental expresaban preocupaciones sobre cómo reaccionarían los instructores ante sus divulgaciones.
Razones detrás de las elecciones de divulgación
Las razones que los estudiantes proporcionaron para sus elecciones se agruparon en categorías que destacaron sus actitudes, creencias sociales y control percibido. Muchos estudiantes que expresaron disposición para divulgar sus problemas de salud mental mencionaron la importancia de una comunicación proactiva con sus instructores. Creían que informar a sus profesores sobre sus desafíos ayudaría a asegurar el apoyo necesario.
Por otro lado, los estudiantes que optaron por no divulgar frecuentemente expresaron sentimientos de vergüenza o una creencia de que el instructor no sería útil. Compartieron preocupaciones de que sus desafíos de salud mental podrían no ser tomados en serio y que sus instructores no mostrarían comprensión o apoyo. Curiosamente, los estudiantes sin problemas de salud mental eran más propensos a mencionar preocupaciones de privacidad como una razón para no divulgar, indicando un miedo a ser vistos de manera diferente por sus compañeros o instructores.
Conclusión: La necesidad de entornos de apoyo
A medida que los problemas de salud mental continúan en aumento entre los estudiantes universitarios, es crucial crear entornos de aula que brinden apoyo. Los instructores juegan un papel clave en fomentar una atmósfera de comprensión y apertura. Una comunicación efectiva sobre la salud mental, políticas claras que promuevan la inclusividad y oportunidades para que los estudiantes den su opinión pueden alentar a los estudiantes a compartir sus necesidades sin miedo al estigma.
Además, las iniciativas anti-estigma pueden ayudar a crear una cultura más aceptante dentro de las aulas. Tales esfuerzos deberían buscar reducir las percepciones negativas sobre la salud mental, alentando a los estudiantes a buscar el apoyo que puedan necesitar para el éxito académico.
El camino por delante
Los futuros estudios deberían ampliar esta investigación para incluir una gama más diversa de estudiantes y entornos. Esto ayudaría a determinar la generalizabilidad de los hallazgos y profundizar nuestra comprensión de cómo los estudiantes navegan sus desafíos de salud mental en entornos académicos. El objetivo es construir una cultura más solidaria donde los estudiantes se sientan seguros de compartir sus preocupaciones sin miedo a ser juzgados o malinterpretados.
Al enfocarnos en comprender las barreras que enfrentan los estudiantes y las diferentes percepciones que tienen, podemos trabajar hacia la creación de estrategias más efectivas para apoyar a los estudiantes con necesidades de salud mental y fomentar un ambiente educativo que priorice el bienestar junto con el logro académico.
Fuente original
Título: Undergraduate students with and without mental health concerns have different perceptions of disclosing mental health challenges to instructors
Resumen: A significant proportion of undergraduates report having mental health concerns (MHC), which are associated with reduced academic success. Students with MHC are encouraged to seek help from their instructors but may not because of perceived negative reactions by instructors and peers. This suggests stigma about MHC may differentially impact disclosure perceptions of students with MHC compared with their peers, yet the perceptions of both groups have been unexplored. This study surveyed students with and without MHC in the same classes about their hypothetical disclosure of MHC. Students in several introductory biology classes were asked whether they identified as having MHC, whether they would or would not hypothetically disclose MHC to an instructor, and why. Thematic analysis identified reasons underlying their disclosure choices, which were sorted into the three beliefs of the Theory of Planned Behavior: attitudes, subjective norms, and behavioral control. Of the 803 respondents, 50% self-identified as having MHC. Students with MHC were less likely to say they would disclose their MHC to an instructor than students without MHC. Students with and without MHC who said yes to disclosure gave similar reasons aligned with attitude beliefs. Students with MHC who said no to disclosure perceived that the instructor wouldnt care (attitude beliefs). Students without MHC who said no to disclosure talked more about keeping their MHC private (subjective norms beliefs). Students without MHC who said it depends talked more about impact on their course performance (attitude) than students with MHC. This research indicated that students with and without MHC do perceive disclosure differently and suggested that students with MHC focus more on negative instructor reactions, while those without MHC focus on privacy and performance. These differential perceptions may contribute to students with MHC seeing disclosure as a negative social cost versus a positive academic benefit.
Autores: J. Michael Sizemore III, Bailey Von der Mehden, Elisabeth E. Schussler
Última actualización: 2024-11-28 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2024.11.25.24317913
Fuente PDF: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2024.11.25.24317913.full.pdf
Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/
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