Gen APOL1: Un vínculo sorprendente con el hidrocefalia
Investigaciones conectan la variante APOL1 G1 con hidrocefalia y sus efectos en la salud.
Teruhiko Yoshida, Zhi-Hong Yang, Shinji Ashida, Zu Xi Yu, Shashi Shrivastav, Krishna Vamsi Rojulpote, Piroz Bahar, David Nguyen, Danielle A. Springer, Jeeva Munasinghe, Matthew F. Starost, Victoria J. Hoffmann, Avi Z. Rosenberg, Bibi Bielekova, Han Wen, Alan T. Remaley, Jeffrey B. Kopp
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Tabla de contenidos
La enfermedad renal es un problema común, especialmente entre personas de ascendencia africana subsahariana. Un jugador principal en este tema es un gen llamado APOL1, con dos versiones principales conocidas como G1 y G2. Podrías pensar en estas variantes como pequeños alborotadores que aumentan la probabilidad de problemas renales, especialmente la enfermedad renal crónica (ERC). Alrededor del 13% de los afroamericanos llevan ambas variantes de riesgo, lo que los pone en un riesgo significativamente mayor de ERC. ¡Pero espera, hay más! Parece que estas variantes también podrían estar relacionadas con otros problemas de salud, como hidrocefalia y enfermedades cardiovasculares.
El Gen APOL1
APOL1 es un gen que produce una proteína que se encuentra en varias partes del cuerpo, incluyendo los riñones y los vasos sanguíneos. Curiosamente, esta proteína también aparece en un grupo específico de partículas llamadas lipoproteínas de alta densidad, que a menudo se consideran colesterol "bueno". Cuanto más investigamos sobre APOL1, más complicado parece. Algunos estudios sugieren que tener las variantes G1 y G2 podría incluso aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, pero los hallazgos son mixtos. Algunas investigaciones muestran un vínculo, mientras que otros estudios dicen: "¡No tan rápido!"
Hidrocefalia: Una Condición Misteriosa
Ahora, hablemos de la hidrocefalia. Esta condición ocurre cuando se acumula líquido en el cerebro, causando hinchazón y presión. No es solo una ocurrencia rara; de hecho, hay alrededor de 200,000 nuevos casos cada año solo en África subsahariana. ¡Eso es un número serio, especialmente considerando que la región tiene una alta prevalencia de las variantes de alto riesgo de APOL1! ¿Cuál es la conexión? Bueno, los científicos han estado tratando de descifrar eso.
En un estudio, los investigadores utilizaron un modelo de ratón único para investigar el papel de la variante G1 de APOL1 en la hidrocefalia. Estos ratones en particular fueron criados para tener una mezcla de las variantes de APOL1 y otro gen conocido como ApoE, que tiene un historial de estar asociado con la aterosclerosis—un término elegante para el endurecimiento de las arterias. El resultado fue sorprendente; aunque los investigadores no estaban buscando hidrocefalia, ¡se encontraron con ella!
El Proceso de Investigación
El equipo siguió un enfoque bastante riguroso para su investigación, cumpliendo con todas las pautas y protocolos necesarios. Usaron ratones especializados que llevaban el gen humano APOL1, específicamente las versiones G0 y G1, y los cruzaron con ratones knock-out de ApoE. La idea era ver si estas variaciones genéticas llevarían a alguna diferencia notable en los resultados de salud.
Una vez terminado el cruce, monitorearon cuidadosamente a los ratones para detectar cualquier signo de problema. Había algunas señales clave a tener en cuenta, como cabezas "en forma de cúpula"—sí, esa es una forma de saber si un ratón tiene hidrocefalia. Después de una serie de pruebas y exámenes, los investigadores pudieron confirmar la presencia de hidrocefalia en un pequeño porcentaje de los ratones que llevaban la variante G1.
¿Qué Encontraron?
Los hallazgos fueron intrigantes. En el modelo de ratón, una pequeña porción de los sujetos con la variante G1 desarrolló hidrocefalia. Esta variante parece activar el plexo coroideo—la parte del cerebro responsable de producir Líquido Cefalorraquídeo (LCR)—para que produzca demasiado líquido. ¡Imagina un globo de agua que sigue llenándose hasta que explota!
La investigación no se detuvo ahí. Quisieron mirar aún más de cerca las células involucradas. Usando técnicas avanzadas, realizaron un análisis de ARN unicelular del tejido del plexo coroideo. Encontraron que las células estaban expresando la proteína G1 de APOL1, y también que hubo cambios en ciertos genes que regulan la producción de líquido. Esto llevó a la idea de que tener la variante G1 activa vías en estas células que resultan en una sobreproducción de LCR, causando así la acumulación de líquido asociada con la hidrocefalia.
MTORC2
La ConexiónHablando de vías, hay una llamada la vía mTORC2 que entró en juego. Esta vía es conocida por su papel en el crecimiento celular y el metabolismo. En el contexto de APOL1 G1, parece que esta vía se activa, llevando a la regulación al alza de transportadores en las células del plexo coroideo. Estos transportadores son esenciales para manejar líquidos. Cuando están hiperactivos, podrían hacer que el cerebro produzca un exceso de LCR, contribuyendo a la hidrocefalia.
Vínculos con Enfermedades Cardiovasculares
Ahora, sobre las enfermedades cardiovasculares: Los investigadores tenían curiosidad si las variantes de APOL1 estaban haciendo que los ratones fueran más propensos a sufrir problemas relacionados con el corazón o los vasos sanguíneos. Después de todo, la variante G1 parecía tener consecuencias en un área—¿podría ser igual de problemática en otra? Examinaron varios factores relacionados con la salud cardíaca, incluyendo niveles de colesterol y aterosclerosis.
En sus hallazgos, observaron que no había diferencias significativas en la salud relacionada con el corazón de los ratones que llevaban la variante G1 en comparación con aquellos con la variante G0. Incluso al usar diferentes métodos para evaluar problemas cardiovasculares, los resultados fueron bastante consistentes. Esto sugirió que mientras APOL1 G1 puede agitar las cosas en el cerebro, llevando a hidrocefalia, no parece empeorar los problemas cardíacos de la misma manera.
Implicaciones Humanas
Para llevar esta investigación más allá del ámbito de los ratones, el equipo se dirigió a la cohorte All of Us, un estudio de salud significativo que recopila datos de varios participantes. Investigaron si las personas con la variante APOL1 G1 tenían una mayor prevalencia de hidrocefalia en este grupo más grande. Los resultados fueron reveladores: las personas con esta variante mostraron una tasa de prevalencia más alta en comparación con aquellas sin ella. Esto añade una capa de evidencia que sugiere que la variante G1 no solo molesta a los ratones; ¡también podría tener implicaciones para la salud humana!
Conclusión
Entonces, ¿qué hemos aprendido? La variante G1 de APOL1 muestra una conexión convincente con la hidrocefalia, que parece ser impulsada por una vía mTORC2 hiperactiva que conduce a una producción excesiva de líquido en el cerebro. Mientras tanto, su impacto en la salud cardiovascular parece más limitado.
Por raro que parezca, tenemos un gen que le gusta mantener las cosas interesantes, dándose la mano con problemas renales e hidrocefalia en algunas personas. Cuanto más descubrimos sobre estas variantes, más claro se vuelve que nuestros genes pueden llevarnos por caminos inesperados. ¿Quién diría que una pequeña proteína podría llevar a titulares tan grandes?
Direcciones Futuras
Aunque esta investigación ha arrojado luz sobre la conexión entre APOL1 G1 y la hidrocefalia, está claro que aún queda mucho por explorar. Los científicos necesitarán seguir indagando para entender todos los mecanismos en juego aquí, especialmente al considerar influencias ambientales y su interacción con la genética. El objetivo final es mejorar los resultados para las personas afectadas por estas variantes, y tal vez incluso traer un poco de humor al complejo mundo de la genética en el camino.
Fuente original
Título: Apolipoprotein-L1 G1 variant contributes to hydrocephalus but not to atherosclerosis in apolipoprotein-E knock-out mice
Resumen: IntroductionIn USA, six million individuals with Sub-Saharan ancestry carry two APOL1 high-risk variants, which increase the risk for kidney diseases. Whether APOL1 high-risk variants are independent risk factors for cardiovascular diseases is unclear and requires further investigation. MethodsWe characterized a mouse model to investigate the role of APOL1 in dyslipidemia and cardiovascular diseases. Transgenic mice carrying APOL1 (G0 and G1 variants) on bacterial artificial chromosomes (BAC/APOL1 mice) were crossed with the ApoE knock-out (ApoE-KO) atherosclerosis mouse model. The compound transgenic mice were evaluated for the impact of APOL1 on systemic phenotypes. ResultsApoE-KO mice carrying APOL1-G0 and APOL1-G1 did not show differences in the extent of atherosclerotic lesions or aortic calcification, as evaluated by Sudan IV staining and radiographic examination, respectively. However, [~]20% of ApoE-KO; BAC/APOL1-G1 mice developed hydrocephalus and required euthanasia. The hydrocephalus was communicating and likely was due to excess cerebrospinal fluid produced by the choroid plexus, where epithelial cells expressed APOL1. Single-nuclear RNA-seq of choroid plexus identified solute transporter upregulation and mTORC2 pathway activation in APOL1-G1-expressing epithelial cells. Further, in the All of Us cohort, we found higher hydrocephalus prevalence among individuals with the APOL1-G1 variant in both recessive and dominant models, supporting the mouse findings. ConclusionWhile APOL1-G1 expression in ApoE-KO mice did not worsen cardiovascular disease phenotypes, we uncovered hydrocephalus as a novel APOL1 risk allele-mediated phenotype. These findings extend the spectrum of APOL1-associated pathologies.
Autores: Teruhiko Yoshida, Zhi-Hong Yang, Shinji Ashida, Zu Xi Yu, Shashi Shrivastav, Krishna Vamsi Rojulpote, Piroz Bahar, David Nguyen, Danielle A. Springer, Jeeva Munasinghe, Matthew F. Starost, Victoria J. Hoffmann, Avi Z. Rosenberg, Bibi Bielekova, Han Wen, Alan T. Remaley, Jeffrey B. Kopp
Última actualización: 2024-12-28 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2024.12.28.630625
Fuente PDF: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2024.12.28.630625.full.pdf
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