La conexión entre la visión y el movimiento en el aprendizaje
Este artículo habla de cómo el aprendizaje visual está relacionado con las habilidades motoras.
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Tabla de contenidos
- El Rol de la Corteza Visual
- Un Nuevo Enfoque en las Habilidades Motoras
- Diferentes Tipos de Especificidad en el Aprendizaje
- Modelos de Aprendizaje Visual
- Entendiendo el Aprendizaje con Tiempos de Reacción
- Diseños Experimentales
- Perspectivas del Experimento de Control
- Reacciones y Efectos de Especificidad
- La Importancia de las Tasas de Deriva
- Observaciones Mixtas e Implicaciones
- Direcciones Futuras
- Fuente original
Nuestro cerebro tiene una habilidad increíble para aprender, que va más allá de solo adquirir nuevas habilidades o idiomas. También puede adaptarse a cómo vemos las cosas. Con la práctica adecuada, podemos mejorar nuestras habilidades visuales, incluso hasta el punto de notar detalles que antes no podíamos ver. Este proceso se llama Aprendizaje Perceptual Visual (APV). Puede ocurrir no solo cuando somos jóvenes, sino también de adultos. Esto tiene implicaciones importantes sobre cómo pensamos sobre el cerebro y cómo funciona. Sin embargo, todavía no entendemos completamente cómo ocurre el APV en adultos o las actividades cerebrales específicas involucradas.
El Rol de la Corteza Visual
Muchas ideas tradicionales sugieren que el APV se produce en la corteza visual, el área del cerebro responsable de procesar la información visual. Estas teorías se basan en cómo ciertas células cerebrales responden a diferentes entradas visuales y cómo esto se relaciona con lo que aprendemos. Por ejemplo, estudios han demostrado que el APV puede ser muy específico. Si entrenas tu cerebro para reconocer una dirección o posición específica de objetos, las neuronas de tu cerebro responden de una manera que coincide con esta nueva habilidad. Esto significa que el entrenamiento mejora la capacidad de estas neuronas visuales para reconocer características específicas.
Aunque hay evidencia que apoya esta idea, los resultados de varios estudios han sido mixtos. Algunos estudios muestran que los cambios en las respuestas de las células cerebrales son menores y pueden no ser suficientes para explicar las mejoras en nuestras habilidades visuales. Otras investigaciones sugieren que simplemente agudizar cómo responden estas neuronas no es la única forma en que funciona el APV.
Un Nuevo Enfoque en las Habilidades Motoras
Estudios recientes han comenzado a mirar otro lado del APV, que es el vínculo entre habilidades visuales y motoras. En muchas tareas que requieren aprendizaje visual, las personas necesitan conectar lo que ven con cómo se mueven. Por ejemplo, si alguien aprende a distinguir entre líneas que apuntan en diferentes direcciones, puede que necesite mover sus ojos o manos en respuesta. Esto indica que las conexiones entre neuronas que manejan lo que vemos y aquellas que controlan nuestros movimientos pueden volverse más fuertes durante el APV.
Un hallazgo clave es que el APV afecta la actividad en un área específica del cerebro llamada Área Intraparietal Lateral (AIL). Esta área juega un papel importante en la planificación de los movimientos oculares. La idea es que el APV podría mejorar cómo se procesa la información visual en las áreas de toma de decisiones del cerebro. Además, algunos estudios de comportamiento sugieren que realizar movimientos puede ayudar a reforzar el aprendizaje visual, y mejorar las habilidades visuales también puede llevar a un mejor rendimiento motor.
Diferentes Tipos de Especificidad en el Aprendizaje
Si el APV influye en cómo conectamos lo que vemos con nuestros movimientos, crea un nuevo tipo de especificidad llamada "especificidad del efector." Cada parte de nuestro sistema motor está hecha para tareas distintas, como mover un brazo o hacer un rápido movimiento ocular. Esto significa que durante el APV, las conexiones entre neuronas visuales y aquellas que controlan movimientos específicos podrían hacerse más fuertes, llevando a un aprendizaje que es específico tanto para la entrada visual como para el tipo de movimiento requerido.
Sin embargo, también es importante notar que algunas áreas del cerebro, como el AIL, manejan tanto movimientos específicos como generales. Esto plantea la posibilidad de que el APV podría ocurrir sin estar atado a un tipo específico de movimiento.
Modelos de Aprendizaje Visual
Hay varios modelos para explicar cómo funciona el APV con respecto a diferentes movimientos. El modelo tradicional sugiere que el aprendizaje ocurre solo en la corteza visual, llevando a mejoras que son específicas para la entrada visual, sin importar el movimiento usado. En contraste, un modelo diferente sugiere que se crean conexiones entre la información visual y movimientos específicos, llevando a un aprendizaje que está ligado tanto a aspectos visuales como motores.
Un modelo más avanzado propone que los sistemas visuales y motores pueden interactuar para proporcionar una comprensión más rica de cómo tomamos decisiones basadas en lo que vemos. Esto podría resultar en efectos de aprendizaje que se aplican a tareas específicas así como a movimientos más amplios.
Entender cómo funcionan los diferentes componentes de nuestro proceso de toma de decisiones es importante para estudiar el APV. Muchos estudios se han centrado principalmente en medir el aprendizaje mirando la precisión, lo cual solo refleja el resultado del entrenamiento sin considerar cómo se alcanza este resultado.
Entendiendo el Aprendizaje con Tiempos de Reacción
Para entender mejor cómo funciona el aprendizaje, un enfoque es observar cuán rápido las personas toman decisiones cuando se les presenta una tarea visual. Utilizando un modelo matemático llamado modelo de difusión de deriva (MDD), los investigadores pueden descomponer la toma de decisiones en diferentes partes, incluyendo cuán rápido se procesa la información y cómo reaccionan las personas a ella.
En una parte del estudio, los participantes fueron entrenados para distinguir entre diferentes orientaciones de líneas. Después del entrenamiento, tuvieron que indicar su elección con un joystick o moviendo los ojos. Esto permitió a los investigadores ver cuán bien el aprendizaje se transfería de un tipo de movimiento a otro.
Los hallazgos mostraron que las personas aprendieron mejor al usar un joystick, pero su rendimiento disminuyó cuando cambiaron a movimientos oculares. Esto indicó que el aprendizaje era parcialmente específico al tipo de movimiento utilizado durante la práctica. Los investigadores también observaron cuán rápido respondieron los participantes y encontraron que los cambios en los tiempos de respuesta también variaron dependiendo del tipo de movimiento.
Diseños Experimentales
En el primer experimento, los participantes practicaron distinguir entre dos orientaciones de líneas usando un joystick. Luego tuvieron que cambiar a indicar su elección usando movimientos oculares, lo que permitió a los investigadores observar directamente cómo el aprendizaje se transfería entre los dos movimientos.
El segundo experimento utilizó una pantalla táctil para movimientos de alcance en lugar de un joystick y nuevamente requirió que los participantes cambiaran a movimientos oculares después. Este diseño se creó para asegurar que los movimientos fueran lo más similares posible, ayudando a aclarar si las diferencias en el aprendizaje se debían a los movimientos específicos utilizados o a la naturaleza de la tarea en sí.
Ambos experimentos mostraron que los participantes aprendieron efectivamente, pero que su aprendizaje estaba efectivamente ligado al tipo de movimiento que usaron. En general, los resultados indicaron que el APV puede ser específico para el efector, resultando en diferentes niveles de transferencia de habilidad al cambiar la forma en que los participantes interactuaron con la tarea.
Perspectivas del Experimento de Control
Se realizó un experimento de control separado para ver si las diferencias en el rendimiento en las tareas estaban presentes incluso antes de que comenzara el entrenamiento. Esto confirmó que los cambios en el rendimiento durante los experimentos principales se debieron efectivamente al entrenamiento y no a diferencias preexistentes en habilidades entre el uso de diferentes efectores.
Reacciones y Efectos de Especificidad
A través de ambos experimentos, los participantes mostraron una mejora significativa en su capacidad para distinguir entre las orientaciones de las líneas después de varias sesiones de entrenamiento. Sin embargo, cuando se les requirió usar un movimiento diferente para indicar su elección, hubo una notable disminución en el rendimiento. Esto sugiere que los efectos del APV dependen del efector utilizado durante el entrenamiento.
También se encontró que los tiempos de reacción cambiaron de acuerdo al tipo de movimiento empleado. Los movimientos oculares resultaron en respuestas más rápidas que los movimientos con joystick, apoyando la idea de que diferentes tipos de acciones requieren diferentes procesamientos.
La Importancia de las Tasas de Deriva
El MDD reveló más sobre cómo el aprendizaje afecta la toma de decisiones. Los investigadores encontraron que a medida que los participantes se volvían mejores en la tarea, su tasa de deriva (que indica cuán rápido acumulaban evidencia para tomar decisiones) aumentaba. Sin embargo, cuando cambiaron de movimientos, la tasa de deriva disminuyó, mostrando que el aprendizaje está algo atado a los movimientos específicos practicados.
En general, los hallazgos enfatizan que el APV no solo implica cuán bien procesamos la entrada visual, sino también cómo nuestros cerebros integran esta información con acciones, potencialmente alterando la efectividad de nuestras habilidades de reconocimiento visual dependiendo de cómo respondemos.
Observaciones Mixtas e Implicaciones
Los resultados mixtos de investigaciones anteriores sobre el APV sugieren que su especificidad puede variar ampliamente. Mientras que algunos estudios han mostrado una fuerte transferencia entre tareas y otros no, parece que los efectos del aprendizaje dependen significativamente de cuán relacionadas estén las tareas en términos de movimiento.
El estudio actual agrega a esta discusión al sugerir que el APV debería verse como una interacción más compleja entre el procesamiento visual y la respuesta motora. Esto desafía a modelos anteriores que sugerían una relación más directa entre la entrada visual y el aprendizaje sin considerar las sutilezas de cómo respondemos.
Direcciones Futuras
Esta investigación abre nuevos caminos para entender cómo aprendemos a ver y reaccionar ante nuestro entorno. Estudios futuros podrían explorar cómo diferentes tipos de entrenamiento pueden mejorar los efectos de aprendizaje generales, especialmente al variar tipos de movimiento. Tales perspectivas podrían llevar a mejores métodos de entrenamiento no solo para mejorar la visión, sino también para potenciar el aprendizaje general a través de un enfoque más integral que considere tanto habilidades visuales como motoras.
En conclusión, nuestra capacidad para aprender visualmente no solo se trata de reconocer formas o colores, sino también de cuán bien podemos conectar lo que vemos con las acciones que tomamos. Al estudiar más a fondo cómo el entrenamiento puede mejorar estas conexiones, podemos obtener valiosos conocimientos sobre las notables capacidades de nuestros cerebros.
Título: Decision-making processes in perceptual learning depend on effectors
Resumen: Visual perceptual learning is traditionally thought to arise in visual cortex. However, typical perceptual learning tasks also involve systematic mapping of visual information onto motor actions. Because the motor system contains both effector-specific and effector-unspecific representations, the question arises whether visual perceptual learning is effector-specific itself, or not. Here, we study this question in an orientation discrimination task. Subjects learn to indicate their choices either with joystick movements or with manual reaches. After training, we challenge them to perform the same task with eye movements. We dissect the decision-making process using the drift diffusion model. We find that learning effects on the rate of evidence accumulation depend on effectors, albeit not fully. This suggests that during perceptual learning, visual information is mapped onto effector-specific integrators. Overlap of the populations of neurons encoding motor plans for these effectors may explain partial generalization. Taken together, visual perceptual learning is not limited to visual cortex, but also affects sensorimotor mapping at the interface of visual processing and decision making.
Autores: Caspar M. Schwiedrzik, V. Ivanov, G. Manenti, S. S. Plewe, I. Kagan
Última actualización: 2024-02-02 00:00:00
Idioma: English
Fuente URL: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2022.06.29.498152
Fuente PDF: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2022.06.29.498152.full.pdf
Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/
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