Reconstruyendo la confianza: La clave para la salud mental
La confianza en las instituciones es vital para la salud mental de la comunidad y la unidad social.
Vincent Paquin, Diana Miconi, Samantha Aversa, Janique Johnson-Lafleur, Sylvana Côté, Marie-Claude Geoffroy, Sinan Gülöksüz
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La Confianza en las Instituciones, como los gobiernos, los sistemas de salud y los medios, es clave para una sociedad sana. Significa que la gente cree que estas organizaciones actuarán en su mejor interés. La confianza en las instituciones puede hacer que las sociedades funcionen mejor, promoviendo la cooperación y la unidad social. Sin embargo, en los últimos años, muchos lugares como Canadá y EE. UU. han visto una caída en esta confianza, citando varias razones, desde preocupaciones económicas hasta el papel de las redes sociales en agitar las cosas.
Salud Mental
La Importancia de la Confianza en laLa confianza en las instituciones no solo afecta la política; también tiene un gran impacto en la atención de la salud mental. Si la gente no confía en las organizaciones que se supone que deben ayudarles, puede hacer que acceder a servicios de salud mental sea más difícil. La investigación muestra un vínculo claro: niveles más bajos de confianza pueden llevar a una peor salud mental. Esto sugiere que la desconfianza podría poner a las personas en riesgo de desarrollar problemas de salud mental.
Entender cómo las personas construyen o pierden confianza en las instituciones es esencial. Al descubrir esto, podemos desarrollar mejores enfoques para mejorar la salud mental en las comunidades. Esto implica ver cómo factores como la Desigualdad Social, las relaciones personales y la historia de salud mental moldean la confianza.
¿Cómo Construimos Confianza?
Los factores que influyen en la confianza son complejos. Las teorías psicológicas sugieren que las personas comienzan a desarrollar un sentido de confianza o desconfianza en la primera infancia, influenciadas por sus relaciones con los cuidadores. Por ejemplo, si los niños crecen en un entorno amoroso donde se sienten seguros, es más probable que confíen en los demás. Por el contrario, si enfrentan experiencias negativas, puede llevar a una desconfianza de por vida.
La investigación también muestra que la confianza puede estar influenciada por la red social de cada uno. Las interacciones con amigos, familiares y miembros de la comunidad pueden dar forma a cuánto está dispuesto a confiar alguien en las instituciones. Por ejemplo, si los amigos de alguien se quejan frecuentemente del gobierno o de los sistemas de salud, podrían empezar a adoptar un punto de vista similar.
A un nivel más personal, las personas forman opiniones sobre las instituciones según sus experiencias. Si alguien tiene una experiencia positiva con el sistema de salud, es probable que tenga más confianza en él. Por el contrario, las malas experiencias—como la discriminación por parte de las fuerzas del orden—pueden llevar a una caída drástica en la confianza.
Los Factores Sociales en Juego
La desigualdad social juega un gran papel en la formación de la confianza. Los grupos que experimentan discriminación o desventajas socioeconómicas a menudo reportan niveles más bajos de confianza institucional. Por ejemplo, las personas de bajos ingresos o las comunidades racializadas podrían sentir que las instituciones, como la policía o el gobierno, los han decepcionado o tratado injustamente.
El acoso escolar durante la infancia y la adolescencia también puede erosionar la confianza. Ser víctima de acoso puede hacer que alguien se sienta aislado y disminuir su sentido de pertenencia, haciéndolo más escéptico sobre confiar en otros, incluidas las instituciones.
El Capital Social, que se refiere a los recursos disponibles a través de redes sociales, es otro factor clave. Un mayor capital social a menudo lleva a una mayor confianza en las instituciones. Si las personas se sienten conectadas con los demás y tienen apoyo, es más probable que confíen en los sistemas que las rodean.
Salud Mental y Confianza
Los problemas de salud mental pueden crear un ciclo vicioso en lo que respecta a la confianza. Las personas que lidian con ansiedad o depresión pueden encontrar más difícil confiar en las instituciones. Esto, a su vez, puede agravar sus problemas de salud mental, creando un ciclo que es difícil de romper.
Las experiencias de exclusión social, especialmente durante los años formativos, pueden llevar a la desconfianza en las instituciones. Si los adolescentes se sienten excluidos o enfrentan estigmas debido a desafíos de salud mental, pueden comenzar a ver a las instituciones como poco fiables.
Notablemente, los indicadores de estrés, como sentirse abrumado o ansioso, se han vinculado a niveles más bajos de confianza en las instituciones. La falta de fe en estos sistemas puede sumar presión a la vida, haciendo que las personas se sientan aún más estresadas.
El Enfoque de Investigación
Para profundizar en este tema, los investigadores suelen recopilar datos de grandes grupos de personas a lo largo del tiempo. En un estudio, se analizaron datos de más de 2000 individuos rastreados desde el nacimiento hasta la juventud. Esto incluyó observar varios factores como el contexto familiar, el estatus socioeconómico y los desafíos de salud mental.
Los participantes respondieron preguntas sobre su confianza en las instituciones a los 23 años. Los investigadores querían ver cómo las experiencias y relaciones tempranas podrían predecir los niveles de confianza posteriores. Utilizando tanto estadísticas tradicionales como métodos más nuevos, pretendían identificar qué factores podrían ser más influyentes.
Los Hallazgos
El estudio encontró conexiones interesantes entre los factores de la primera vida y la confianza institucional. Las personas de grupos minoritarios racializados o con bajos ingresos familiares reportaron niveles más bajos de confianza más tarde. En esencia, las cargas de la desigualdad parecen llevarse a lo largo de la vida, afectando la forma en que las personas ven las instituciones.
Otros factores, como la historia familiar de problemas de salud mental, también fueron significativos. Los adolescentes que experimentaron acoso o tuvieron dificultades en la escuela eran propensos a reportar menos confianza como jóvenes adultos. Por el contrario, aquellos con un fuerte apoyo social tenían una mayor confianza.
Curiosamente, se mostró que los problemas de salud mental en la adolescencia se correlacionaban con niveles más bajos de confianza en las instituciones. Esto refuerza la necesidad de intervenciones en salud mental que también apoyen sentimientos de confianza y pertenencia.
Recomendaciones para Mejorar
Los hallazgos destacan la importancia de abordar las condiciones sociales desde temprano en la vida para fomentar la confianza en las instituciones. Al crear entornos de apoyo para niños y adolescentes, las comunidades pueden ayudar a construir una confianza duradera en las instituciones.
Los servicios de salud mental podrían servir como una gran plataforma para promover la confianza. Al proporcionar atención de calidad y comunicarse de manera efectiva, estos servicios pueden ayudar a las personas a sentirse más conectadas con las instituciones. No se trata solo de tratar problemas de salud mental; se trata de construir un puente de confianza.
Involucrar a los adolescentes en actividades comunitarias también puede fortalecer la confianza. Programas que fomentan el trabajo en equipo, como deportes o artes, pueden ayudar a las personas a formar relaciones significativas. Cuando los jóvenes se sienten conectados y valorados, su confianza en las instituciones puede aumentar.
El Camino a Seguir
Si bien esta investigación proporciona valiosas ideas, está claro que se necesitan más estudios para comprender completamente las complejas relaciones entre los factores sociales, la salud mental y la confianza institucional. La investigación futura debería considerar las experiencias individuales y los contextos sociales para descubrir cómo los diferentes antecedentes influyen en la confianza.
En un mundo donde las redes sociales pueden amplificar las dudas y temores sobre las instituciones, construir confianza puede sentirse como una lucha cuesta arriba. Sin embargo, al centrarnos en la salud mental y la fuerza de la comunidad, podemos ayudar a las personas a sentirse más seguras en sus relaciones con las instituciones.
Fomentar un sentido de pertenencia y abordar las desigualdades sociales será crucial. Trabajemos juntos para asegurarnos de que todos, independientemente de su origen, puedan confiar en las instituciones que se supone que deben apoyarlos. Porque al final del día, ¿quién no quiere creer que alguien está de su lado?
Fuente original
Título: Social and Mental Health Pathways to Institutional Trust: A Cohort Study
Resumen: ObjectiveTrust in institutions such as the government is lower in the context of mental health problems and socio-economic disadvantage. However, the roles of structural inequality, interpersonal factors, and mental health on institutional trust remain unclear. This study aimed to examine the associations of social and mental health factors, from early life to adulthood, with institutional trust. MethodParticipants (n=1347; 57.2% female) were from the population-based Quebec Longitudinal Study of Child Development (1997-2021). Trust in 13 institutions was self-reported at age 23. Predictors were 20 social and mental health factors during early life, adolescence, and adulthood. Associations were examined with linear regressions corrected for false discovery rate. Pathways were explored using the temporal Peter-Clark algorithm. ResultsEarly-life factors associated with lower levels of trust were male sex, racialized minority status, low household income, and maternal history of depression and antisocial behaviors. After adjusting for early-life factors, adolescence factors associated with lower levels of trust were internalizing and externalizing problems, bullying exposure, and school difficulties. Independently of early-life or adolescence factors, adulthood factors associated with lower levels of trust were perceived stress, psychotic experiences, suicidal ideas, and seeking professional help, whereas greater social capital was associated with greater trust. Temporal Peter-Clark analyses identified social capital and psychotic experiences as potential proximal determinants of institutional trust. ConclusionThis study identified factors associated with institutional trust reflecting an interplay between structural inequality, interpersonal relationships, and mental health over development. Interventions aimed at promoting social inclusion may improve institutional trust and population wellbeing.
Autores: Vincent Paquin, Diana Miconi, Samantha Aversa, Janique Johnson-Lafleur, Sylvana Côté, Marie-Claude Geoffroy, Sinan Gülöksüz
Última actualización: Dec 8, 2024
Idioma: English
Fuente URL: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2024.12.05.24318551
Fuente PDF: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2024.12.05.24318551.full.pdf
Licencia: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/
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